El Padre: la figura del fantasma en Adela está cazando patos de Maruja Bustamante y otros espectros de la nueva dramaturgia joven contemporánea | Centro Cultural de la Cooperación

El Padre: la figura del fantasma en Adela está cazando patos de Maruja Bustamante y otros espectros de la nueva dramaturgia joven contemporánea

Autor/es: Silvia Sánchez Urite

Sección: Palos y Piedras

Edición: 5 / 6

Español:

Mucho se ha dicho sobre Hamlet, raíz de la obra de Maruja Bustamante, Adela está cazando patos. George Steiner ha opinado que Hamlet es el verdadero héroe moderno, y no Edipo. ¿Por qué? Debido a la duda que introduce en el personaje; Hamlet no está loco, finge estarlo. De este modo, la duda acerca del principio de realidad (Freud) está sostenida por el propio protagonista. Es interesante ver cómo Bustamante introduce el elemento intrínsecamente político: Adela (el sucedáneo de Hamlet) es la hija de un funcionario gubernamental de una provincia argentina (Formosa), durante la corrupta década de los años 90 del siglo XX en Argentina. De este modo, la lectura de la autora no es sólo personal sino que funciona a modo de denuncia personal de hechos como asociación ilícita, enriquecimiento indebido, fraudes con el Estado, farandulización y mediatización de la política. Otro tema relevante es la cuestión de genero, porque Adela es lesbiana y tiene una pseudo pareja que la sigue a todas partes, que tiene un amor ciego por ella, y este personaje va a ir creciendo hasta determinar el final trágico de la pieza.


Mucho se ha dicho sobre Hamlet, raíz de la obra de Maruja Bustamante, Adela
está cazando patos
.

George Steiner ha opinado que Hamlet es el verdadero héroe moderno, y no
Edipo. ¿Por qué? Debido a la duda que introduce en el personaje;
Hamlet no está loco, finge estarlo. De este modo, la duda acerca del
principio de realidad (Freud) está sostenida por el propio protagonista.

Es interesante ver cómo Bustamante introduce el elemento intrínsecamente
político: Adela (el sucedáneo de Hamlet) es la hija de un
funcionario gubernamental de una provincia argentina (Formosa), durante la
corrupta década de los años 90 del siglo XX en Argentina.

De este modo, la lectura de la autora no es sólo personal sino que
funciona a modo de denuncia personal de hechos como asociación ilícita,
enriquecimiento indebido, fraudes con el Estado, farandulización y
mediatización de la política.

Otro tema relevante es la cuestión de genero, porque Adela es lesbiana y
tiene una pseudo pareja que la sigue a todas partes, que tiene un amor ciego por
ella, y este personaje va a ir creciendo hasta determinar el final trágico
de la pieza.

Existe el malo, el tío de Hamlet, es aquí el padrino de Adela, un
médico con contactos con los altos mandos del poder. Su madrastra (no es
la madre como en Hamlet) es una frívola alcohólica a la que sólo
le interesa retozar en el jardín (sola o acompañada), beber y leer
revista Caras.

El hermano de Adela es un chico con el rumbo perdido, y por eso, agresivo y
hostil, no hay empatía entre los hermanos. Un personaje que actúa
como marco es el sirviente (a veces objeto de deseo fugaz de Adela) que mira
“desde afuera” la decadencia de esta familia que se cree superior
por pertenecer a la “alta alcurnia” de la sociedad provinciana y
tener un color de piel más claro que el resto de sus cohabitantes.

Mucho se ha comparado, en diversas crónicas, a Adela...
con La ciénaga de Lucrecia Martel. Es cierto, hay
parentescos temáticos y también retóricos, en la famosa
“pileta” que está ingeniosamente realizada con pelotitas
azules de pelotero, donde se zambullen los personajes, todos, excepto el
sirviente, lo que marca la diferencia social.

Otro tema relacionado al sirviente es la música popular que sirve de telón
de fondo a las grescas de la familia. Esta música va a actuar a modo de
comentario si escuchamos atentamente las letras de los temas musicales (Riki
Maravilla, Cuarteto Imperial, entre otros).

Entonces habría cuatro vías para analizar Adela...:
la recurrencia a un clásico como Hamlet, que apoyaremos en Steiner, y en
Harold Bloom; el tema referido al contexto sociopolítico que podríamos
excavar en diarios y textos sociológicos de la época; el tema del
Gender lésbico, y por último la organización formal de la
obra, con sus recursos formales y de contenido (la música, los colores,
las texturas, las sensaciones, y por otro lado, el texto escrito).

Esas son las cuatro vías de acceso que vamos a utilizar para acceder a Adela...,
obra de Maruja Bustamante que se estrenó en el Rojas en 2007, pasó
al Teatro Abasto Social Club en 2008, y estuvo ocho meses en cartel, con
éxito de público y crítica profesional.

Una vía: Adela... y los fantasmas del Padre

Citemos uno de los textos fundamentales del sigloXX:

Las cosas eran para ti más o menos así: has trabajado arduamente a
lo largo de tu vida, y has sacrificado todo por tus hijos, en especial por mí;
por lo tanto, yo viví pródigamente, tuve la posibilidad de
estudiar lo que quise, no tuve que preocuparme por mi sustento ni por otros
serios problemas; a cambio de esto no me pedías gratitud, porque ya
conoces la “gratitud filial”, sin embargo esperabas por lo menos un
acercamiento, una señal de simpatía. En cambio, siempre te he
rehuido, encerrándome en mi habitación, con libros, amigos
desenfrenados e ideas desmesuradas: nunca converse contigo en confianza, ni me
acerque a ti en el templo, ni fui a verte a Franzensbad; tampoco supe, además,
lo que significa, preocuparse por la familia. Nunca me interese por tu negocio
ni por tus otros asuntos, puse en tus manos la fábrica y la abandone
posteriormente; apoye a Ottla cuando lo necesito, y sin embargo no soy capaz de
mover un dedo por ti (ni siquiera obsequiarte una entrada al teatro), algo que
haría por cualquiera de mis amigos. (Franz Kafka, Carta al padre)

Hay en Adela algo de la culpa y el resentimiento de Kafka hacia su padre en su
primer reencuentro, pero también, surge una veta inesperada, la de la
ternura, la de haber perdido al único ser en el mundo que la
complementaba. Existe rencor por la perdida y una especie de intento de
desciframiento de los códigos en los que habla el padre, desde el más
allá. Los códigos no coinciden, Adela toma entonces a su padre,
como una figura de oráculo, y sigue al pie de la letra lo que ella cree
que son sus indicaciones y órdenes.

Es importante la figura de Olivia, enamorada de Adela hasta las últimas
consecuencias pero que al pasar a otra dimensión, se transforma y toma
toda la valentía y la fuerza que no tenía en vida.

La canción del grupo punk The Ramones “Pet cemetery” es
cantada por Olivia en una casera y muy lograda traducción, que le da
fuerza a la obra, la potencia, no interrumpe la obra sino que la hace avanzar.
Por eso se podría decir que Adela... es una obra pop
punk. Esta parte es muy festejada por el público joven de la obra.

Hemos rastreado el libro de Harold Bloom Shakespeare, la invención
de lo humano
, en su capítulo sobre Hamlet para tratar de
encontrar vetas para analizar Adela..., pero el análisis
de Bloom se cierra sobre sí mismo, y no nos brinda las categorías
necesarias. Porque tal vez Adela es una obra con destino propio, mucho más
que la reescritura de Hamlet en clave noventista queer. Adela...
supera los encorsetamientos de Bloom y se deja ser.

Un tópico muy importante en la pieza es la figura del Yací Yareté,
duende de los esteros de Formosa. Más adelante vamos a seguir esta línea
de investigación.

Veamos qué dice la autora:

–La mujer de mi papá es entrerriana, fui mucho a esa provincia, me
empezó a fascinar todo el tema del Paraná, los bichos, el ruido de
Entre Ríos, de Corrientes, me encantan los mitos del Litoral, la
siesta... Me contaron lo del Pombero, el Yací Yareté, que aparece
en Adela... Después comencé a leer, fascinada,
otros mitos y leyendas.

En esta ponencia se nombra la figura del Padre y otros fantasmas de la
dramaturgia joven actual. Más adelante tocaremos otras obras de otros
dramaturgos.

Por último, voy a cerrar con una frase de Maruja Bustamante, en una
entrevista a Página/12 del 20 de junio de 2008:

“Cuando actuás una vez y te gusta, es un viaje de ida. Sentís,
al menos es lo que me pasa a mí, que podés no tener novio, no
comer, no dormir, pero tenés eso. Después, claro, puede ser
terrible la abstinencia”.

Bibliografía

  • Bustamante, Maruja. Adela está cazando patos (Original
    provisto por la autora)
  • Bloom, Harold. (2008) Shakespeare, la invención de lo humano,
    Grupo Editorial Norma, Bogotá, (Trad.: Tomás Segovia).
  • Kafka, Franz. (1998) Carta al padre, Negocios Editoriales,
    Buenos Aires, (Trad.: Emilio Rasmozzi).

Entrevistas

  • Entrevista a Maruja Bustamante, Página/ 12 Espectáculos,
    20/06/08.

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