Y sin embargo se mueve... | Centro Cultural de la Cooperación

Y sin embargo se mueve...

Autor/es: Juan Carlos Junio

Sección: Editorial

Edición: 5 / 6


Fuertes temblores políticos y sociales agitan la región. Tendencias que expresan intereses contrapuestos luchan por mantener u ocupar el centro de la escena en momentos de cambios profundos que, sin duda, marcarán el destino de nuestros países y sus pueblos. El desplazamiento violento del presidente constitucional de Honduras repone situaciones que muchos bienpensantes daban por definitivamente superadas. El fantasma del golpismo, en una zona sensibilizada por antecedentes, vuelve a instalarse como método de los grupos reaccionarios que intentan frenar los avances populares que han movilizado nuestra América. Ataques mediáticos infamantes para cualquier medida de gobierno que apunte a paliar los desajustes sociales ocasionados en el reinado del neoliberalismo son coro -sospechosamente uniforme- en todos nuestros países.

Hasta ahora parecía una tara propia de las derechas latinas acostumbradas a controlar riquezas y opinión pública históricamente, pero la respuesta de los sectores concentrados de los EEUU al tibio intento del gobierno de Obama respecto a la salud pública indica que en ningún lugar los privilegiados cederán sus espacios conquistados si no se lo imponen la lucha popular y los pueblos movilizados. Incluso las promesas de convivencia pacífica que dejaba traslucir el nuevo presidente norteamericano caen estrepitosamente ante la defensa de su gobierno de la instalación de bases militares en territorio colombiano, convirtiendo al hermano país en una amenaza para cualquier movimiento que en las afiebradas mentes de los dueños del poder signifique una alternativa a su hegemonía.

El panorama se completa con los resultados de las elecciones al parlamento europeo con avances inquietantes de las fuerzas que se oponen a todo cambio en sentido humanista y democrático. La euforia de estos sectores fue amortiguada duramente por la eclosión de la crisis financiera que arrasó con orgullosas corporaciones que fueron parte del jolgorio de los ricos en la década del noventa.

Y sin embargo se mueve

Este panorama internacional, que tiñe de gris el horizonte actual, tiene su contrapartida en la luminosa resistencia de los pueblos que han decidido caminos hacia una sociedad solidaria, entre los cuales se destaca Cuba. El epicentro también está en nuestra región. Movimientos de gran envergadura y de mucha potencialidad movilizadora tratan de construir poder popular dando a luz viejas y milenarias culturas dormidas. Muchos de esos movimientos han conquistado el gobierno de sus países y han formado un conglomerado plural y diverso pero con un claro tinte popular, con claras intenciones de integración y con identidad regional, soberana y antiimperialista. Venezuela, Bolivia, Ecuador son gobernados por sectores, en una gama que va de los matices a las diferencias, con proyectos inclusivos, democráticos e integradores. Cabe destacar algunos procesos interesantes y complejos donde importantes sectores progresistas han logrado posiciones de fuerza dentro sus respectivos gobiernos y disputan el rumbo con los grupos del poder concentrado, como en el caso de Uruguay, Chile y Brasil. Tampoco podemos dejar de tener en cuenta los auspiciosos procesos de Paraguay y Nicaragua que suman aires de cambio al gran mapa regional. Las convulsas respuestas de los grupos del privilegio respondiendo en cadena sin diferenciar marcan con crudeza de qué lado deben ubicarse quienes sienten algún compromiso con los sufrientes. Aquellos a los cuales les parece escandolosa la inequidad y no utilizan la pobreza como mera retórica para descalificar los más mínimos intentos de suturar esa brecha.

Los resultados electorales, el otro eje nodal de los últimos tiempos, pareció alentar en nuestro país a los espacios más retrógrados, pues hicieron campaña haciendo blanco en los puntos en los que el gobierno marcó una inclinación hacia el cambio. Con ambigüedad, debilidad y presa de vacilaciones, la gestión de Cristina Fernández tuvo una clara postura en su mirada internacional y gestos no exentos de coraje. Su presencia personal en la línea del frente hondureño y los acuerdos estrátegicos con el gobierno del presidente Chávez marcan los elementos que destacan como peligrosos los voceros de la restauración conservadora y unen sus diferencias para intentar frenarlos.

Es importante destacar que en estos momentos, y a raíz de un proyecto presentado en el Congreso por el gobierno nacional, se está produciendo en nuestro país el debate sobre una nueva Ley de Medios Audiovisuales que reemplace la actual, vigente desde la dictadura. Por el enorme poder que concentran los grandes pulpos mediáticos, y el riesgo seguro de que concentren aun más luego del desembarco de nuevas tecnologías (como la televisión digital), esta una de las discusiones más trascendentes de los últimos años, que nos involucra como sociedad. Se trata nada menos que de la posibilidad de ampliar el número de voces en el hiper saturado sistema mediático de mensaje único.

Hoy más que nunca se hace notar la falta de una alternativa política que exprese y contenga los variados y potentes emergentes sociales y políticos que en su dispersión no pueden dar un piso de densidad para la necesaria profundización de los cambios. Este llamado a la unidad surge como un clamor en todos los espacios que consideran que se hizo mucho pero falta mucho más, y los resultados de la elección de junio han sido un grito de alarma ante la cercanía restauradora. Saludamos este proceso y desde los espacios de nuestro quehacer natural, la cultura, el arte y los colectivos intelectuales pondremos toda nuestra fuerza para avanzar en ese sentido.

El movimiento cooperativo es parte del movimiento social solidario y ha dado muestras en toda su historia de un compromiso militante para que los principios que defiende en sus construcciones formen parte de la cultura política de una nueva sociedad, nuestro Centro Cultural es parte de ello y, como tal, saluda también el reconocimiento que la confederación del cooperativismo urbano -Cooperar- ha realizado al ubicar en la presidencia a un dirigente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, su gerente general Edgardo Form, como corolario de más de medio siglo de coherencia y compromiso.

También en diciembre nuestro movimiento tendrá el honor de continuar la batalla parlamentaria sostenida por Floreal Gorini con la asunción en la Cámara de Diputados de nuestro dirigente Carlos Heller, electo por la Ciudad de Buenos Aires en junio último. Puestos de lucha ocupados por hombres solidarios. Es un aporte, tal vez modesto pero generoso, a la construcción que nos falta.

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