“Bicentenario: Reflexiones de nuestra Patria Grande”: entrevista a Horacio López, Director adjunto del Centro Cultural de la Cooperación | Centro Cultural de la Cooperación

“Bicentenario: Reflexiones de nuestra Patria Grande”: entrevista a Horacio López, Director adjunto del Centro Cultural de la Cooperación

Autor/es: Alejandro Aymú

Sección: Entrevistas

Edición: 5 / 6

Español:

Nuestro pasado, presente y futuro como pueblo, nuestra identidad y el concepto de Nación tendrán en el 2010 un momento bisagra. Se conmemorará el año del Bicentenario. Toda Nuestra América celebrará el acontecimiento histórico más importante de los países latinoamericanos. La liberación de los pueblos del yugo español será celebrada con debates revisionistas que pretenderán, entre otras cosas, saber cómo nos encontramos posicionados hoy en nuestra historia. Intelectuales, artistas, gobernantes, estudiantes, trabajadores y ciudadanos y ciudadanas seremos parte de un debate histórico que nos incluirá sin excepción. Horacio López, director adjunto del Centro Cultural de la Cooperación, reflexiona sobre los debates y significados del Bicentenario, así como del rol que cumplirá el CCC en torno a dicho acontecimiento.


Nuestro pasado, presente y futuro como pueblo, nuestra identidad y el
concepto de Nación tendrán en el 2010 un momento bisagra. Se
conmemorará el año del Bicentenario. Toda Nuestra América
celebrará el acontecimiento histórico más importante
de los países latinoamericanos. La liberación de los pueblos
del yugo español será celebrada con debates revisionistas
que pretenderán, entre otras cosas, saber cómo nos
encontramos posicionados hoy en nuestra historia. Intelectuales, artistas,
gobernantes, estudiantes, trabajadores y ciudadanos y ciudadanas seremos
parte de un debate histórico que nos incluirá sin excepción.

El festejo del bicentenario continental comenzó en Bolivia en el
mes de julio con la presencia de Jefes de Estado, miembros de pueblos
originarios y fuerzas armadas. El reclamo por la segunda independencia
toma más fuerza aún cuando en un país de Nuestra América,
como Honduras, se vive un proceso golpista que se suma a los numerosos
golpes de Estado que los países latinoamericanos han transitado a
lo largo de estos 200 años. En este marco, acompañado por
otros presidentes de la región, el presidente de Bolivia, Evo
Morales, dijo que “América es para todos los pueblos
liberados del Abya Yala (América Latina) y no para los americanos”.
También se llamó a terminar con la dependencia militar de
los países latinoamericanos de las fuerzas armadas estadounidenses.

Una segunda y definitiva independencia es la proclama que convoca a la
reflexión de este bicentenario que nos encuentra en una senda de
unión latinoamericana y con el espíritu revisionista de
nuestra verdadera historia.

Distintas instituciones ya han comenzados a planificar las actividades del
año que viene promoviendo un intercambio de producción y
contenido artístico e intelectual. El Centro Cultural de la
Cooperación se involucra en esta revisión y celebración
aportando las producciones de los distintos departamentos que lo componen
y articulando con “instituciones amigas” tareas en común.

¿Qué es lo que se conmemorara el año del
bicentenario?

Cómo aprendemos sobre estos 200 años para ver cómo
estamos en el presente y cómo nos proyectamos al futuro. En el
2010, se conmemorarán los bicentenarios de los inicios de los
procesos independentistas revolucionarios de cuatro países de
Nuestra América, que son Argentina, Chile, Colombia y México.
En el 1810 se inicio en esos países pero no hay que olvidar que un
año antes, en 1809, Bolivia y Ecuador habían logrado formar
Juntas revolucionarias e iniciar este camino mientras que otros países
lo hicieron posteriormente. Pero el 2010 va a ser el año de la
conmemoración de este proceso continental que fue la lucha por la
primera independencia y la liberación de nuestros pueblos del
colonialismo español de aquel entonces.

¿Para qué tiene que servir esta conmemoración?

El tema del bicentenario tiene que ser un debate para recuperar una visión
crítica del pasado, no solo desde el punto de vista histórico,
que lógicamente tiene que estar, yo creo que el debate histórico
es uno de los debates fuertes que tiene que haber en este proceso para
salirle al cruce a los revisionismos conservadores de derecha que siempre
han tergiversado los hechos históricos y subido y bajado próceres
de acuerdo a sus intereses de clase, por eso hay tantos revolucionarios de
aquella primera gesta olvidados como en el caso, en nuestro país,
de Bernardo Monteagudo. Va a venir bien el debate para sacar a la enseñanza
la verdadera historia.

Hay una frase de un historiador Chileno, Victorino Lastarria, que dice que
“el proceso independentista de la primera década del siglo
XIX en América fue el acontecimiento más importante después
de la irrupción del Cristianismo”; bueno, no sé si es
demasiado exagerado pero sirve para poner en cause lo que fue el primer
proceso de lucha por la liberación nacional en el ámbito
continental, en el mundo y si incluimos unos años antes a la
revolución haitiana que fue la primera revolución
antiesclavista en el mundo en 1804, vemos el aporte que ha hecho Hispanoamérica
a los valores y los principios de Libertad e Igualdad en el mundo.

Pero decía, que no solamente tiene que estar presente un análisis
histórico sino que tiene que estar el debate en las ciencias
sociales, las letras, lo artístico sobre el concepto de Nación,
al cual hemos arribado, sobre los fenómenos actuales de la
integración latinoamericana, el Estado, la economía, la
intelectualidad, la identidad, la cultura, el presente y futuro de los
procesos hoy en marcha en el subcontinente. Toda esta gama de elementos
nos tiene que ayudar a generar disparadores para profundizar estas temáticas.
Cuando hablamos de integración de la cultura, de la identidad y de
la intelectualidad, justo es que traigamos a colación aquel
documento que en diciembre de 2007 le entregáramos en el Centro
Cultural de la Cooperación al presidente Hugo Chávez Frías
con motivo de su visita al país; era un manifiesto intelectual,
desde la cultura, firmado por más de mil intelectuales del
continente en el cual justamente reflexionábamos alrededor de la
recuperación de los valores culturales como parte de la necesaria
liberación, es decir, no podemos concebir la vigencia de la soberanía
de un país o de una región sin hablar de la independencia y
la soberanía de los valores culturales. Todo esto va a estar en
juego en estos debates en el cual el centro cultural quiere insertarse.
Por otro lado, son debates de la sociedad en su conjunto.

¿Qué actividades llevará adelante el
Centro Cultural de la Cooperación?

En particular nosotros hemos constituido lo que llamamos el ciclo “Bicentenario:
Historia, memoria y olvido, presente y perspectivas futuras”. Este
es un ciclo que lo iniciamos el 20 de mayo con una mesa redonda en la que
participaron intelectuales de nuestro medio como Horacio González,
Director de la Biblioteca Nacional; Inés Izaguirre, vicepresidenta
de la asamblea por los DD.HH.; Federico Schuster, decano de la Facultad de
Ciencias Sociales de la UBA.; Vicente Batista, escritor; Sandra Russo,
periodista; Raúl Rizzo, actor y Juan Carlos Junio, Director del
Centro Cultural de la Cooperación. Esta fue una mesa inaugural de
este ciclo donde cada uno de estos intelectuales emitió su opinión
desde su punto de vista, que es lo que le motivaba el tema del
bicentenario. Fue un lanzamiento para las actividades que estamos
planeando para los meses sucesivos. La idea del CCC es un ciclo que durará
hasta mayo de 2010 o durante todo el 2010 también. Lo importante a
destacar es que, dentro de este ciclo, estamos programando acuerdos con
instituciones amigas, por ejemplo con la Secretaría de Cultura de
la Nación estamos trabajando en la convocatoria de un concurso
nacional de compositores e intérpretes de música popular y
estamos conversando de repetir co-ediciones en nuevas investigaciones
sobre industrias culturales, que es una experiencia que ya hemos iniciado
con la Secretaría. Con el Fondo Nacional de las Artes acabamos de
concretar un acuerdo de co-edición que se va a llamar del “Centenario
al Bicentenario” de varios libros sobre el teatro, otro sobre la
literatura, el ensayo, la música, las ideas visuales. Otra cuestión
a destacar es el acuerdo con el Fondo Cultural del ALBA, esta herramienta
propiciada por Venezuela que se llama Alternativa Bolivariana Para los
Pueblos de Nuestra América, que en su momento se concibió
como una contraposición al ALCA; actualmente la integran nueve países
de Latinoamérica y el Caribe. Dentro de ella se empezaron a
constituir secciones específicas, por ejemplo una de energía
y petróleo, otra económica y financiera, que tiene que ver
con el Banco del Sur y otra que tiene que ver con los movimientos sociales
y hay una en particular que es cultural, se llama Fondo Cultural del ALBA;
con esta institución estamos trabajando la firma de un convenio
mediante el cual impulsamos intercambios de investigadores, artistas,
acordaremos co-ediciónes de libros y realizaremos mesas redondas
con la participación de destacados cientistas sociales del
continente. Con el Canal Encuentro acordamos producir un documental sobre
la vida de Rodolfo Walsh. Con la Universidad de Quilmes acabamos de
co-editar un libro sobre la crisis económica internacional que
prologa Carlos Heller, y cuyos autores son los economistas Nicolás
y Enrique Arceo, y Basualdo. Este libro salió con la edición
del diario de Página/12 el 6 de junio pasado. Con
el auspicio de la embajada de Ecuador, presentaremos exposiciones,
recitales, obras de teatro de artistas ecuatorianos invitados y nos
visitarán historiadores ecuatorianos. Hemos organizado un ciclo de
cine latinoamericano que comenzará con una película chilena
que se llama “El lado oscuro de la dama blanca”, del
realizador Patricio Enriquez. En noviembre vamos a realizar las primeras
jornadas del Departamento de Historia del CCC con el título general
“La unidad de Nuestra América: un debate de dos siglos”.
Convocamos a presentar ponencias acerca de dos temáticas específicas:
“Proyectos, intentos, experiencias y obstáculos sobre la
integración” y la otra “Desafíos actuales en la
experiencia integradora de Nuestra América”. Estas son
jornadas que las van a auspiciar varias cátedras de historia de
distintas universidades y la Facultad de Filosofía y Letras, que la
declarará de interés de la Facultad. Junto con la Facultad
vamos a realizar una co-edición de las ponencias que realicemos en
las Jornadas.

¿Esas investigaciones, son del centro cultural o también
es una convocatoria abierta?

Estamos convocando a estudiantes, docentes e investigadores de las
distintas disciplinas. Es una convocatoria abierta.

En este debate histórico en el que se busca
reconceptualizar nuestra historia que venimos recibiendo desde la educación
formal, ¿cómo cree que se puede llegar a dar este debate
teniendo en cuenta este posicionamiento fuerte que viene tomando la
derecha?

Bueno justamente estos debates están cruzados por una impronta de
clase, en primer lugar y por una impronta ideológica. Son debates
ideológicos. Son debates de fondo porque los objetivos que se
persiguen, en cuanto a evolución civilizatoria, son de fondo.
Muchos en este continente hablamos de bregar por la concreción de
la segunda y definitiva independencia, lo cual indica que estamos pensando
que hubo una primera independencia que se frustró, que no se
completó, que fue cooptada por las oligarquías nacientes de
esos países en esos años de convulsión y lucha
revolucionaria y muchos sueños e ideales que tenían los
libertadores fueron frustrados porque se hicieron de los gobiernos de las
jóvenes repúblicas en Nuestra América esos sectores
oligárquicos. Hoy hay una nueva vuelta a bregar por la integración.
Hoy en día hablamos de la integración, la necesaria
integración; de alguna manera son las viejas banderas de nuestros
libertadores, de Bolívar, San Martín, Artigas, de Moreno, de
Cecilio del Valle, que concebían una Patria Grande. Por eso aquel
intento de Simón Bolívar de ese encuentro llamado “Congreso
Anfictiónico” que realiza en Panamá, una vez ya
terminada la etapa militar del proceso en 1826, con la idea de
institucionalizar una unidad de lo que había sido Hispanoamérica,
esas ideas hoy adquieren fuerza como ideas de la integración. Esta
integración, que de alguna manera se abre paso en Sudamérica
de la mano de los procesos en Venezuela, Bolivia, Ecuador y a la cual
acompañan el resto de los países sudamericanos, se empieza a
expresar en hechos concretos como el Banco del Sur, Petrosur,
Infraestructura, el Sucre como moneda única de intercambio de los
países. Es retomar viejos sueños de la Patria Grande puesto
bajo la realidad de hoy del siglo XXI, de modo que no son ociosos los
debates que podamos dar desde el punto de vista ideológico, porque
es la segunda y definitiva independencia contra el nuevo colonialismo de
época. Después de que derrotamos y expulsamos el
colonialismo español vimos el inglés y posteriormente en el
siglo XX empezó a tener primacía el colonialismo
norteamericano. Hoy se trata de estar peleando contra este nuevo
colonialismo, luchar por la liberación nacional y social, de manera
que conmemorar el bicentenario presupone estos debates, presupone estas
definiciones, estamos a favor de la soberanía política
cultural económica o estamos por la dependencia y el rol nuestro
como centro cultural, intelectuales del campo popular, es que tenemos que
actuar en función de estos grandes lineamientos.

En esta recuperación de los valores culturales como
parte de la liberación, desde el CCC, ¿cómo se piensa
una integración desde el campo popular que traspase las puertas del
centro cultural?

El rol nuestro como centro cultural, como parte del movimiento cooperativo
nucleado en el IMFC, es desde el campo intelectual. Nosotros creemos que
debemos contribuir la formación de jóvenes intelectuales de
izquierda en el tema de ayudar a promover investigaciones que tiene que
ver con la lucha de clases en la Argentina y en Latinoamérica.
Nuestro aporte es un aporte intelectual junto a un objetivo que siempre lo
discutimos que es, ¿cómo llevamos el centro cultural hacia
afuera, qué significa esto? Contactarnos con los movimientos
sociales para aportar a sus debates, para llevar nuestra producción
allí, o darles cabida acá en debates que organicemos
nosotros. Al mismo tiempo nos vinculamos con organizaciones afines
culturales en función de intercambio, de artistas e investigadores,
de alguna forma es actuar en ese gran debate desde lo nuestro que es la
producción intelectual tanto desde las ciencias sociales como desde
lo artístico.

¿Cómo observa Ud. que se posicionó el tema
del bicentenario en la sociedad?

Desde el punto de vista oficial no trascienden aún las buenas
intenciones declamatorias que lleva a la conformación de comisiones
que van a tomar en cuenta los festejos de esta conmemoración. No
vemos nosotros aún una intencionalidad seria, fuerte, que lleve a
incidir en el debate de época y en la propia sociedad más
allá de las propias iniciativas interesantes que ha llevado
adelante la Secretaría de Cultura de la Nación, esos café
debates y demás. Pero no hay una incidencia fuerte del estado para
promover un debate necesario y al mismo tiempo hay una promoción
desde los medios de comunicación que también tiene un rasgo
vacío más allá de algunos ejemplos relacionados con
la intencionalidad de analizar la historia de una manera objetiva y demás,
pero tampoco aparece como un elemento de peso en esta dirección.
Nosotros creemos que hay que salir de esa concepción formal de
agenda oficial como paso en la propia conmemoración del centenario.
En el centenario fue una cuestión oficial formal, había un
vacío de contenido, ya que invitaron a la infanta Isabel como
representante de España, el emperador de Japón y el de
Alemania y salvo la representación de algún embajador
americano, prácticamente no había representación de
ningún país hermano. Una cosa fatua con grandes
inauguraciones en el marco de una conmoción social que conllevaba a
luchas de la clase obrera que llevó a centenares de presos, represión
inclusive ya con las leyes que expulsaban a los extranjeros aplicándoles
la represión y echándolos; ahora una conmemoración en
regla tendría que llevar a una inteligencia interestatal con los países
que conmemoramos con los países de toda América y que tenga
una fuerte realidad en el sentido de intercambio, que sea una conmemoración
colectiva, en conjunto.

¿Cuáles son los nuevos desafíos del centro
cultural?

Hay desafíos concretos que tienen que ver con este ciclo del
bicentenario y otros a mediano plazo. Lo concreto para el ciclo es poder
llevar a buen puerto estas iniciativas, terminar de hacer estos acuerdos
institucionales, que podamos realizar esas co-ediciones de libros que
podamos lograr que cada departamento de ciencias sociales y cada área
artística del CCC pueda promover actividades destacadas con relación
al tema del bicentenario con personalidades intelectuales o artistas. En
el plano más mediano, el desafío es decir bueno, cómo
estos aportes se traducen en cuestiones concretas como por ejemplo que
podamos co-editar libros donde aparezca el CCC junto a editoriales
importantes de otros países hermanos, que podamos realizar
intercambios con otros países como Venezuela, Ecuador; que podamos
mostrar el CCC, tanto dentro de nuestro país como hacia afuera.

Con el interior, ¿cuál es la perspectiva que
tiene el centro cultural con esta integración que se proclama en
estos acontecimientos?

Obviamente la cuestión es compleja y tiene sus dificultades, lo
cual no obsta que nosotros no pretendamos tener una vinculación y
también que el CCC pueda ser aprovechado por sectores intelectuales
del interior. Nosotros ahora hemos otorgado algunas becas a investigadores
del interior como por ejemplo a estudiantes de Salta en el rubro de
Literatura; en el departamento de Historia hemos otorgado a un estudiante
de Entre Ríos y de localidades de la provincia de Buenos Aires.
Queremos desarrollar convenios con secretarías de cultura
provinciales, eso nos posibilitaría superar escollos. Ya hemos
hecho acuerdos con municipios del conurbano bonaerense como el de Morón,
San Martín, Quilmes; estamos realizando ya tratativas con el
municipio de Rosario y con Chaco, o sea hay un trabajo realizado que
esperemos que de sus frutos y que nos ponga en otra situación.

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