A diez años | Centro Cultural de la Cooperación

A diez años

Autor/es: Juan Carlos Junio

Sección: Editorial

Edición: 14/15


En el mes de noviembre próximo, el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini cumplirá diez años en la calle Corrientes. Si bien la experiencia organizativa de este emprendimiento cultural se venía desarrollando desde 1998, fue en el 2002 cuando se cumplió el sueño de nuestro movimiento, haciendo realidad nuestra presencia en el corazón de Buenos Aires para encarar una etapa superior del aporte del cooperativismo a la batalla cultural desde la trinchera del campo popular.

Muchos han sido los logros y sorprendente el crecimiento que nuestro Centro ha ido sembrando y acumulando durante estos años. Muchos los cambios sociales y políticos en la Argentina y el mundo. En todos, en los grandes y en los pequeños, cuando los intereses soberanos de los pueblos o de nuestra Nación estuviesen afectados, la voz y la acción del CCC estuvieron presentes.

Paralelo a nuestro crecimiento como institución, como espacio de investigación y de creación artística, ha sido también nuestro crecimiento en compromiso, en aportar nuestro esfuerzo autónomo para participar poniendo el cuerpo en la defensa de nuestros valores, explicitados y mantenidos a lo largo de más de cincuenta años.

Así, las propuestas teatrales, musicales y de actos creativos en general fueron madurando con apuestas audaces, apelando tanto a protagonistas consagrados como a talentos emergentes en una serie que puede ya incluirse entre las clásicas de la calle Corrientes.

Hemos crecido en cantidad y calidad de investigadores y, en este tiempo, un grupo importante de ellos ha sumado sus trabajos y opiniones al gran debate que nos atraviesa.

La inserción social de nuestros dirigentes se hace notar con claridad en todos los foros, asociaciones o instituciones que los cuentan en sus filas. Su contribución en la divulgación de los principios de la solidaridad y el compromiso afirman la identidad del CCC en su vinculación con la comunidad.

La participación de dirigentes de nuestro movimiento en la arena política, plaza privilegiada de la confrontación de ideas e intereses, dio sus frutos contando ya con representantes en las Cámaras de Diputados de la Nación y en la Legislatura porteña. Con este gesto se responde a un viejo anhelo del movimiento solidario de reconocer la política como una actividad noble, valiente y respetable, en la que los representantes del pueblo intentan avanzar en las reformas para mejorar la vida social y defender la soberanía nacional. La época inaugurada en 2003 en nuestro país ofreció un marco adecuado para este renacer de una práctica, envilecida y despreciada por los que se oponen a todo avance y participación popular, que nuestro espacio abordó sin vacilación y que la sociedad argentina reconoce en el propio debate presente donde todas las voces pueden ser escuchadas.

En esta década se ha ido acentuando una crisis general expresada con claridad en los países centrales que apunta a mantenerse en el tiempo con picos cortos de moderación y nuevos retrocesos. La magnitud de semejantes tribulaciones no puede dejar indemnes a nuestro país y nuestra región. Seguramente los procesos de reformas profundas en muchos de los países de nuestra zona, su rechazo a las recetas que los sumieron en la miseria y la pérdida de soberanía, la manifiesta apuesta a la integración, la resistencia a toda injerencia de los poderosos en sus asuntos internos, genera reservas que debemos atesorar y defender. Los sectores conservadores de cada país están adoptando acciones confrontativas, tratando de desestabilizar estos gobiernos, y se asientan para eso en el desmesurado poder acumulado en los medios masivos de comunicación que operan al unísono generando miedo y confusión. El esclarecimiento de todas las medidas que se toman para defender el trabajo propio, la serenidad para no entrar en el juego altisonante del insulto y la descalificación, y la movilización popular para afianzar todo lo positivo son métodos precisos para no perder lo conseguido y desbrozar el camino para la profundización.

Las últimas decisiones en materia de nombramientos en el órgano de aplicación de la Ley de Medios Audiovisuales, a la que apoyamos desde sus momentos iniciales, indican una clara voluntad de cumplir con los objetivos asumidos en los debates previos y en la votación en el Congreso. Nadie está exento de las normas aprobadas soberanamente. Dentro de la ley, todo; fuera de la ley, nada.

Grandes hitos se vivirán en horas cercanas, elecciones decisivas en la hermana nación venezolana, hecho político que no nos es indiferente dado el afianzamiento de los lazos entre nuestros países y el rol del presidente Chávez en la construcción latinoamericana.

América Latina intenta un nuevo camino de desarrollo con inclusión y respeto por la naturaleza, podemos asegurar que la historia ha convertido nuestro territorio en el continente de la esperanza.

Nuestro Centro Cultural, siguiendo a su fundador Floreal Gorini, pone toda su energía y su saber para sumar a ese sueño que tiene ya varios hitos de concreción en este camino que seguimos andando.

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