Entre las recientes publicaciones en materia de teatro infantil, merece especial atención el trabajo realizado por la crítica e investigadora Nora Lía Sormani, quien ha compilado y prologado la edición del volumen El teatro y los niños 2, editado por Atuel. Dicha obra reúne seis bellas piezas del teatro para niños contemporáneo, todas escritas por notables dramaturgos argentinos: Germán Cáceres, Leonel Giacometto, Eleonora Lotersztein, María Rosa Pfeiffer, Fabián Sevilla y Patricia Suárez.

El volumen comienza con la obra “Una aventura en el ciberespacio”, del escritor y dramaturgo Germán Cáceres, donde cuatro niños experimentan una maravillosa aventura entre el mundo real y el espacio tecnológico-virtual. Por su parte, la pieza “La danza del cóndor”, de Leonel Giacometto, teatrista¹ y periodista cultural rosarino, inspirada en el cuento popular cuzqueño, “El cóndor”, introduce al espectador en el universo tradicional de la cultura latinoamericana, a partir de la particular temática amorosa entre El Picaflor, El Cóndor y una joven mujer hermosa.

Además, hallamos en el presente libro las obras de Eleonora Lotersztein, “En busca de la felicidad perdida”, y de Fabián Sevilla, “Nariz fugitiva”, ambas reescrituras de dos clásicos de la literatura universal. La primera de ellas es una adaptación de El pájaro azul, de Maurice Maeterlink, donde dos niños, en respuesta al aburrimiento, emprenden una aventura que los hace atravesar un fantástico mundo en pos de hallar la felicidad que creen haber perdido. La segunda de estas obras reescribe libremente el cuento “La nariz”, del autor ruso Nicolai Gogol. A partir de un hecho desopilante (la fuga de una nariz del rostro de su dueña), uno de los personajes de la pieza enfrenta extrañas situaciones, plagadas de un simpático humor.

Párrafo aparte merece la obra de María Rosa Pfeiffer, “Popi, la tía mágica”, una comedia musical infantil que enriquece la heterogeneidad dramatúrgica que contiene el volumen. Allí, una extravagante tía devuelve a su familia, con sus mágicas canciones, la felicidad y la capacidad de soñar, perdida en la cotidianeidad del ritmo postmoderno.

El teatro y los niños 2 cierra con la pieza “Reloj cucú”, de la narradora y dramaturga Patricia Suárez. En dicha obra, tres simpáticos personajes ponen en crisis a partir de su interrelación el funcionamiento mismo del tiempo.

Nora Lía Sormani sostiene que “Las obras incluidas en esta antología siguen esta línea de teatro de arte, dramaturgia de calidad que propone un juego simbólico significativo desde el escenario y estimula la expectación y la autonomía imaginativa del niño” (2011: 9-10), en contraposición al tradicional teatro infantil de participación, que de una manera equivoca establece en el hecho teatral una marcada diferencia entre el espectador adulto y el espectador niño.

Como acertadamente expresa la compiladora en el Prólogo a El teatro y los niños 2, “Estas líneas no pretenden invitar a la desautorización y la erradicación del modelo tradicional. Sólo se trata de tomar conciencia de sus limitaciones y de sus objetables implicancias ideológicas” (2011: 10), promoviendo, agregamos nosotros, una mirada imaginativa y crítica en el niño ante el hecho estético-poético, en el interior del convivio teatral.