TRAMA AUDIOVISUAL
La ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual significó para la economía solidaria una valiosa oportunidad para ser protagonista de la producción y emisión de contenidos audiovisuales.
A partir de la sanción de esta norma, desde el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) surgió la iniciativa de conformar la Usina de Medios, con el fin acompañar y facilitar la tarea de las cooperativas y mutuales que incursionan en el mundo de la comunicación. Ya consolidada, la Usina promueve diferentes instancias de asociación como Dypra (Diarios y Periódicos Regionales Argentinos) y la Federación Nacional de Radios Cooperativas y Mutuales (Fenarcom), y recientemente conformó la Cooperativa de Provisión y Comercialización de Bienes y Servicios Trama Audiovisual, integrada por organizaciones y medios de la economía solidaria. De esta manera, unos 39 canales televisivos pertenecientes a cooperativas, mutuales, pymes y sindicatos se agruparon en una misma entidad.
«La nueva ley de Medios es una reivindicación histórica de las cooperativas que lucharon por tener un espacio dentro del espectro radioeléctrico y que ahora reserva un 33% del mismo para las organizaciones sin fines de lucro», señala Nicolás Ambrosius, presidente de la Cooperativa de Obras, Servicios Públicos y Servicios Sociales Limitada de Tres Arroyos (Celta) y, al mismo tiempo, titular de Trama Audiovisual.
La cooperativa nace en un contexto de enormes expectativas, ya que la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) abrió, para las entidades sin fines de lucro, la entrega de licencias para canales de Televisión Digital Abierta y para la prestación de televisión por cable. Es oportuno recordar que fue recién en 2009, luego de importantes movilizaciones y cientos de debates y foros en todo el país, cuando la sociedad argentina logró el reemplazo de la ley de Radiodifusión 22.285, promulgada por la última dictadura militar, que prohibía a las entidades sin fines de lucro prestar servicios de radiodifusión.
«Desde el cooperativismo hemos peleado intensamente para lograr esto -destaca Ambrosius-. Por ejemplo, cuando Celta comenzó a trabajar en su proyecto de comunicación, lo primero que se hizo fue impulsar una productora de contenidos. Dos años después de la inauguración de Celta Tv, tenemos más de 20 programas propios que están al aire en la localidad», informa Ambrosius.
Aunque todavía los grandes grupos concentrados de medios pretenden evitar la aplicación de la ley con el fin de mantener el statu quo, a través de medidas cautelares o artilugios legales, numerosas entidades solidarias decidieron lanzar sus propios canales de televisión, imprimiéndoles su identidad localista. «Si bien la movilización de las entidades fue muy activa, a la hora de poner en práctica los proyectos nos encontramos con numerosos obstáculos, como la falta de financiamiento, capacitación y tecnología», señala el presidente y añade: «El objetivo de Trama es promover acciones que le faciliten al sector cooperativo y mutual la generación de contenidos y el normal despliegue de las actividades vinculadas con las comunicaciones audiovisuales», afirma el dirigente cooperativista.
Según Ambrosius, la clave está en la integración y el trabajo colectivo, que permitirán desarrollar una producción de contenidos que abastezca a todas las entidades, desde la más pequeña hasta la de mayores recursos. «También se trata de compartir, intercambiar y trascender las fronteras locales para que las asociadas puedan ofrecer una grilla variada y atractiva. Esto es lo que a nosotros nos entusiasma -afirma-. Y para mantener, ampliar y consolidar este proyecto hay que trabajar de manera ordenada y organizada», añade.
Una de las propuestas principales de Trama es conseguir fondos de financiamiento que permitan que las iniciativas sean autosustentables y perduren en el tiempo. «La idea -explica el cooperativista- es ofrecerles a las grandes empresas auspiciantes que publiciten a través de Trama en todos los medios de las entidades asociadas. Se trata de una sumatoria de esfuerzos, voluntades y acciones», refuerza.
Otra de las tareas que están emprendiendo las entidades de la economía social es la de capacitar y profesionalizar a los trabajadores locales de la comunicación. «Los cooperativistas se van a sorprender de la capacidad humana que hay en sus pueblos. Celta cuenta con un equipo de 15 personas, todos jóvenes que estudiaron y se capacitaron en las distintas áreas que se requieren para desarrollar un proyecto audiovisual: sonido, iluminación, locución, imagen. Y gracias a una propuesta local pudieron aplicar sus conocimientos y se desarrollaron profesionalmente en su lugar de origen», apunta Ambrosius en relación con las amplias posibilidades que se abren respecto de la generación de empleo calificado.
«La tarea que tenemos por delante es muy importante e intensa; y si se gestiona adecuadamente van a verse valiosos frutos para las cooperativas y mutuales pero también para las comunidades del Interior del país. No es fácil armar una programación local -concluye- y Trama va a facilitar esa labor».
Silvia Porritelli
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