Parte del aire: cooperativa Producción Tecnológica Gráfica Audiovisual PTGA | Centro Cultural de la Cooperación

Parte del aire: cooperativa Producción Tecnológica Gráfica Audiovisual PTGA

17/03/2014


Fabricar transmisores y antenas para radios comunitarias es la actividad de la cooperativa del barrio de Almagro, que incentiva la comunicación popular.

En el cuarto piso del edificio del barrio de Almagro que alberga a la histórica fábrica recuperada IMPA se encuentra, desde el principio de 2011, el taller de la (PTGA). Sus integrantes se dedican a fabricar transmisores y antenas destinados a radios comunitarias de todo el país. Conformada oficialmente a fines de 2012, la cooperativa tiene como antecedente 8 años de trabajo colectivo que nació cuando un grupo de amigos empezaron a idear una televisión comunitaria en el barrio porteño de Villa Lugano, junto con los vecinos y pocos recursos. Fueron los primeros pasos del grupo en el campo de la comunicación comunitaria.

Gracias al aprendizaje colectivo y mucho estudio, nació en 2009 el primer transmisor realizado por el grupo, una etapa decisiva de la vida de la futura cooperativa PTGA. Pero su actividad no se limita a la producción. Parte del trabajo consiste en recorrer las provincias para montar los equipos recién hechos y asesorar a nuevos colectivos de comunicación en formación. Estén donde estén, se resuelven sus necesidades, desde los cálculos y el montaje de los tramos de torre hasta asesorar la primera transmisión y al grupo en sus primeros pasos. Es un trabajo que se sostuvo en los años iniciales gracias a los aportes voluntarios de las radios que habían podido nacer por la ayuda del grupo. Después de 5 años de trabajo a pulmón, y ante pedidos crecientes, se necesitó buscar formas de generar puestos de trabajo para los integrantes y, a la vez,  de hacer frente a la demanda. Desde hace algunos meses, tres de sus integrantes ya están trabajando tiempo completo y son remunerados por los trabajos conseguidos. Otros se dedican medio tiempo  a tareas administrativas y de apoyo, gestiones y comunicación, aportando desde ahí al crecimiento de la cooperativa  y esperando que en un futuro cercano más integrantes puedan ser remunerados y así dedicarse integralmente al proyecto.

Más allá de la constitución formal, mucho antes de conformarse legalmente como cooperativa, el grupo ya funcionaba como tal, según dice Cristóbal Navarro, integrante de PTGA. «La cooperativa no es una formalidad administrativa, sino una forma de organización real, adecuada a los objetivos y proyección política. Es una convicción propia. Eso requiere responsabilidad y compromiso». Las asambleas semanales, donde se discute tanto el día a día como los proyectos a futuro, son instancias que muestran que la cooperación se lleva a la práctica.

El trabajo de PTGA llegó a interesar al Instituto Nacional de Tecnología Industrial, especialmente a su área de radiofrecuencia y electrónica, que empezó a asesorar al colectivo un año atrás, trabajando sobre sus transmisores y ayudando a mejorar la calidad de los mismos. Es un asesoramiento que se transformó hace poco en un proyecto en conjunto, llevando a PTGA camino a la homologación de tres de sus modelos de transmisores. Fue un avance mayor no sólo para la cooperativa, como cuenta Ezequiel Medone, miembro del grupo desde 2009: «Estamos por obtener una certificación de que lo que hacemos anda bien y eso, respecto al mercado privado tanto como al Estado, es importante. Pero surgió también como una necesidad nuestra de aportar equipos homologados a menor costo a los medios comunitarios».


Según Navarro, PTGA se destaca tanto en el sector  de los medios como en el de la tecnología: «Para el sector de las radios con transmisores de menos de 1.000 watts, no hay ni privado ni cooperativa capaz de armar el proyecto completo. Además, no hay muchas cooperativas produciendo tecnología, y para el sector de los medios comunitarios, estamos haciendo una experiencia relevante de avance tecnológico. Tratamos de correr la frontera tecnológica desde y para el campo popular». Hoy la cooperativa produce  dos de los tres elementos necesarios para el montaje de una radio: el transmisor y la antena (el tercero es la torre de transmisión). También realiza los servicios de instalación completa de estudio y planta transmisora, siendo capaz de responder tanto a la demanda del sector comunitario como de otros sectores, gracias a su homologación.

Según sus integrantes «el camino de PTGA es una sucesión de desafíos, tanto internos como para el sector de los medios comunitarios, abriendo el camino de la tecnología y la comunicación, para volverlos accesibles a la mayoría». Así siguen, entonces, por las rutas del país, como recientemente en la localidad de Jocolí, provincia de Mendoza, donde cambiaron los equipos de Radio Tierra Campesina de la UST (Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra); medio que permite vincular en las zonas rurales a las familias aisladas donde muchas veces Internet o el celular no funcionan. Además, el proyecto permite integrar al barrio donde se construyó el estudio, sumar jóvenes a hacer sus programas, y ser una vía para contar, sin intermediario, realidades y resistencias de los campesinos. Durante una semana, bajo el calor del sol mendocino, cuatro integrantes de la cooperativa trabajaron desarmando la vieja torre y armando una nueva, colocaron antenas e hicieron la conexión y calibración de  los nuevos equipos. En esa semana también compartieron la realidad social y cultural de la localidad, y, culminado el intenso trabajo, festejaron la salida al aire junto con los habitantes de Jocolí.

Texto y fotos: Anita Pouchard Serra

http://www.accion.coop/

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