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Desde 1973, la fundación brinda capacitación y difunde los valores de la doctrina solidaria a lo largo y a lo ancho del país.

El Instituto de la Cooperación -IDELCOOP- se fundó en 1973 por iniciativa del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, que resolvió crear una fundación educacional para avanzar en el desarrollo de actividades de capacitación cooperativa, ya que el movimiento planteaba cotidianamente mayores exigencias en cuanto a la formación doctrinaria y técnica de sus dirigentes, funcionarios y empleados, como así también la difusión de los principios cooperativos entre los asociados.

Idelcoop inició su actividad en un contexto político, social y económico promisorio para el país y el movimiento cooperativo. Por eso, el proyecto se enmarcaba en una concepción que convocaba a una «educación cooperativa para la liberación», como planteó el lema del Primer Seminario Latinoamericano de Educación cooperativa, realizado en Buenos Aires en marzo de 1976 por iniciativa de Idelcoop, con el apoyo de diferentes sectores del cooperativismo.

En esos años -enmarcadas en la promoción de la liberación nacional y social impulsada por movimientos políticos y sociales en gran parte de América Latina- se proponían actividades de educación cooperativa basadas en la concepción de la educación popular inspirada en los aportes del pedagogo brasileño Paulo Freire, que estimulasen una práctica social para la transformación de la realidad y del propio proceso de enseñanza-aprendizaje. Se observaba, además, un interés particular en desarrollar nuevas formas de acercamiento a los sujetos de la educación cooperativa. Entre ellas, se destaca la realización de las llamadas Escuelas Móviles: actividades educativas basadas en técnicas pedagógicas de dinámicas de grupo, destinadas a difundir los principios y métodos de la cooperación en todos los ámbitos del movimiento cooperativo entre personas que muchas veces no tenía práctica de estudio, o la habían perdido por el paso de los años.

Tiempos difíciles

La instalación de la dictadura cívico-militar en 1976 modificó sustancialmente las condiciones de desarrollo de los movimientos sociales, entre ellos las entidades cooperativas, por lo que Idelcoop tuvo que adecuar sus objetivos inmediatos a las nuevas posibilidades. En ese contexto adverso, el movimiento cooperativo tuvo que afrontar la agresión a las cajas de crédito, y la etapa de resistencia que culminó con el proceso de fusiones y transformación de las cajas en bancos cooperativos. Con la constitución de los mismos, cada entidad organizó su propia estructura de capacitación, aunque Idelcoop mantuvo una intensa actividad pedagógica destinada tanto a los dirigentes como a los funcionarios y empleados de las entidades, con orientaciones técnicas y metodológicas adaptadas a las diferentes necesidades y posibilidades. Parte importante de la actividad desarrollada estaba orientada a la formación económico-financiera en técnica bancaria y en dirección y conducción de grupos de dirigentes y funcionarios. Por otra parte, no dejaron de trabajarse los valores y principios cooperativos, en especial con los nuevos empleados, que ingresaban a los bancos sin el proceso formativo de quienes provenían de las cajas de crédito.

En ese período, y para salvar los obstáculos que suponía la dispersión geográfica de las instituciones, se implementó la modalidad de cursos a distancia, como parte de una concepción de «educación permanente». Muy diferentes a los actuales, desarrollados desde plataformas virtuales, aquellos se organizaban sobre la base de módulos con bibliografía y actividades que eran enviados a los participantes por correo postal, medio por el cual se devolvían las actividades realizadas y se recibían los comentarios y evaluaciones de los tutores.

El paulatino proceso de fusión de los bancos cooperativos, necesario para mantener su presencia en todo el país, llevó a IDELCOOP a ir adecuándose a las nuevas necesidades. Desde mediados de la década del 90, su actividad estuvo centralmente dirigida a la capacitación de los dirigentes del Banco Credicoop, en acuerdo con la Secretaría de Educación Cooperativa del mismo. Desde 2003, se incorporó a ese trabajo conjunto la Gerencia de Recursos Humanos, a través de su Programa de Fortalecimiento Institucional. Por otra parte, y con el objetivo de colaborar con la implementación de la Ley 16.583 tardíamente reglamentada en 2003, que propone la inclusión del cooperativismo en la currícula de los diferentes niveles educativos, Idelcoop desarrolló una propuesta educativa destinada a docentes y directivos de instituciones escolares. La misma contaba con el aval de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), se desarrolló en diferentes lugares del país y fue la base de conocimiento que hoy se plasma en proyectos que se realizan en el ámbito escolar, como el convenio firmado con la Confederación Cooperativa de la República Argentina y CTERA en 2013 para promover acciones de formación docente sobre cooperativismo escolar.
El 6 de junio de 1974 se publicó el primer número de la Revista Idelcoop, síntesis de sus actividades de investigación y docencia. Centrada en la búsqueda en el terreno teórico práctico de avances en el movimiento cooperativo y popular, se propuso reflejar las experiencias de participación popular y volverse instrumento de polémica y reflexión teórica desde una concepción del cooperativismo como práctica social de los pueblos para la transformación de la sociedad.

A lo largo de cuatro décadas, sus páginas desplegaron descripciones de experiencias y prácticas, debates y conceptualizaciones sobre la naturaleza y los desafíos del cooperativismo, así como documentos de las entidades nucleadas en torno al IMFC. Los artículos recorren distintos momentos de su historia y de la de otras construcciones solidarias, recuperan reflexiones, experiencias, reelaboraciones teóricas, controversias doctrinarias, obstáculos y avances. A partir del número 208, de fines de 2012, se produjeron modificaciones, buscando una mayor densidad teórica, práctica, instrumental y documental.  Como afirmaba el editorial de la Revista Idelcoop en que se explicaba la necesidad de esos cambios, los 40 años de IDELCOOP se viven en el marco de «un proceso histórico que nos pone ante un renovado desafío como cooperativistas transformadores. Se trata de la contribución activa para la configuración de un nuevo entramado social general en el cual la solidaridad, la democracia participativa y la justicia social sean los valores prevalentes».

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