Herramientas solidarias | Centro Cultural de la Cooperación

Herramientas solidarias

15/04/2011


 

 

 

 

 

 

 

 

En el segundo año de implementación del programa «Fortalecimiento del tejido asociativo y productivo de recicladores informales», iniciativa de la ONG italiana Proggetto Sud (Prosud), el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia y el IMFC, se entregaron maquinarias para mejorar el desempeño de los emprendimientos de recicladores en las localidades de Rosario, Firmat y Coronel Bogado. Dichos municipios, junto con los de María Teresa y La Matanza, pertenecen a la red de ciudades en las cuales se está llevando a cabo la iniciativa.

En la Cuna de la Bandera, el intendente Miguel Lifschitz encabezó el acto junto a Roberto Bonvicini, coordinador internacional de Progetto Sud, Simona Mortolini, directora de Prosud en Argentina, Analía Giavón, directora de Idelcoop y Rubén Cédola, presidente del IMFC.

Entre los elementos que se entregaron a los 10 emprendimientos que participaron en el segundo año del proyecto en Rosario se encontraban molinos, lavadoras, enfardadoras, balanzas, compactadoras, agrumadoras y centrifugadoras.
El intendente de Rosario, encargado de abrir el acto, expresó: «Estamos seguros de que la economía social va a seguir creciendo en Rosario, donde hay un espacio cada vez más importante para los proyectos asociativos, que no tienen como finalidad el lucro y la ganancia».

A su turno, Rubén Cédola, señaló: «Para el IMFC y el Instituto de la cooperación, Idelcoop es un verdadero honor trabajar junto a Prosud y la Municipalidad, porque de esta manera se está logrando la inclusión social de sectores que quedaron marginados luego de la crisis que sufrió nuestro país». Roberto Bonvicini destacó el nivel de integración del grupo de trabajo y puntualizó los aspectos primordiales del trabajo de la ONG italiana, mientras que Simona Mortolini apuntó en su intervención a «la parte menos visible del proyecto», es decir, las instancias previas a la entrega de maquinarias y destacó el compromiso de los destinatarios. También agradeció a otros miembros del proyecto y a los asesores de la UNR.
«Hemos visto toda esta trama, con sus obstáculos y logros, y estamos profundamente satisfechos y emocionados por los resultados obtenidos», dijo a continuación la directora de Idelcoop, Analía Giavón, en tanto Juan Manuel Navarro, habló en representación de los recicladores rosarinos. Por último Susana Bartolomé, subsecretaria de Economía Solidaria del municipio rosarino, cerró el acto mencionando a otros actores clave en el proyecto, como la Secretaría de Servicios Públicos, la Empresa Provincial de la Energía y del Concejo Municipal.
Ubicada a 60 kilómetros de Rosario, la comuna de Coronel Bogado fue otra de las localidades donde se llevó a cabo la entrega de maquinarias. En este caso, una enfardadora y un generador eléctrico fueron otorgados a integrantes de la cooperativa de recicladores El Ingenio.

El presidente de la Comuna, Roberto Delorenzi, destacó la labor del Servicio para la Atención Médica de la Comunidad (Samco), el Centro de Jubilados, las escuelas, y los vecinos que se involucraron en el proyecto. Cristian Curtosi, representante de El Ingenio, puso de relieve otro de los aspectos clave del trabajo de reciclado, la ecología: «El medio ambiente no es sólo nuestro y sólo el hoy: es para nuestros hijos, y preocuparse por ellos es también preocuparse por el futuro de la comunidad». En representación del IMFC habló Iván Pérez, jefe de la filial Litoral, quien sostuvo: «Este proyecto está inspirado en favorecer la integración de las personas que han desarrollado habilidades tratando los residuos y generar condiciones dignas de trabajo».

 

Visión de futuro


Con la entrega de una cinta transportadora y una enfardadora, la filial Firmat de Credicoop fue el tercer escenario de los actos de Prosud en Santa Fe.
Juan Carlos Montenegro, representante de los recicladores firmatenses, valoró las herramientas y la capacitación recibida: «Aprendimos más sobre los materiales que estamos reciclando, para saber cómo maniobrarlos de forma segura». La mesa de disertantes estuvo integrada por funcionarios del banco, del municipio, del IMFC y de Prosud. Luego de la bienvenida de Daniel Tonso, consejero administrador zonal, Begnis destacó la labor del capacitador en Seguridad e Higiene, Marcelo Cáceres y también agradeció a la consejera del IMFC, Nancy Grissotto.
A su turno, el jefe de la filial Litoral, Iván Pérez, afirmó que «el trabajo es la mejor herramienta de distribución del ingreso», seguido por el intendente de Firmat, Carlos Torres, quien enfatizó «quiero destacar el trabajo que está haciendo Credicoop, que demuestra claramente que los bancos no son solamente lo que el imaginario colectivo piensa, de paredes frías y actitudes individuales, sino que también pueden ser solidarios y comprometidos con la sociedad».
Simona Mortolini, a cargo del cierre de la reunión, puso de relieve el acompañamiento en terreno de Román Stanicich, encargado del proyecto en Firmat, al tiempo que añadió: «Sin personas que se comprometen, que siguen intercambiando productos, herramientas y saber hacer, no hay futuro».

Cora Giordana


Un modelo sustentable

 

Prosiguiendo con la tercera etapa del proyecto «Consolidación del Tejido Asociativo y productivo de los Recicladores informales», el coordinador internacional de programas de Progetto Sud (Prosud) explica la importancia de incorporar tecnología a los emprendimientos que lleva adelante en la Argentina la organización italiana. En su balance, Roberto Bonvicini (que viajó especialmente a nuestro país) destaca la participación del Instituto Movilizador como entidad que contribuye, junto con los municipios, a la gestión y capacitación de las iniciativas socioambientales para promover la constitución de cooperativas económicamente activas destinadas a la recolección diferenciada y reciclado de residuos urbanos.

–¿A qué apunta el proyecto que se está llevando adelante en el país?

–Como sucede en todos los desarrollos que impulsamos en distintas partes del mundo, Progetto Sud se propone contribuir al progreso económico, social, técnico y cultural de las organizaciones pre-cooperativas, cooperativas, micro- emprendimientos, etcétera. En este caso, la intención es mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los destinatarios finales, que son familias que se dedicaban de manera informal a la recolección y reciclado de residuos urbanos. Los resultados obtenidos hasta el momento son muy positivos, tanto desde el punto de vista de la formación profesional de los destinatarios del proyecto como también en lo que se refiere a la técnica para la utilización de las maquinarias que ahora estamos entregando. Estos dos aspectos, junto con el desenvolvimiento administrativo y asociativo, conforman pilares fundamentales.
–¿Cómo se fue transformando la realidad de los emprendedores a lo largo de estos tres años?

–Indudablemente esta iniciativa generó, en las personas que participan, una conciencia sobre qué significa ser parte de un grupo, de un proyecto colectivo. El impacto es muy grande para estos trabajadores que estaban en una situación de informalidad, precariedad, inseguridad y hasta de violencia, porque pasaron a tener una realidad más estructurada, formal y segura en cuanto a condiciones laborales. Por otro lado, los recicladores pudieron adquirir conocimientos que les permiten la autogestión de sus emprendimientos. Este es nuestro propósito principal: que exista una situación bien definida basada en el desarrollo del trabajo y en las mejores condiciones para realizarlo.

–¿Qué balance puede hacer de lo realizado en la Argentina?

–Se logró transformar el trabajo informal en emprendimientos cooperativos sustentables. Nuestra meta es que los trabajadores alcancen una seguridad social y se generen condiciones dignas y adecuadas en sus actividades. A lo largo de todo el proceso, el IMFC, con el aporte de Idelcoop, implementó una fructífera tarea de formación de los actores, quienes están involucrados en estos proyectos. Sobre esa base, se avanzó en distintos frentes, como por ejemplo, en la capacitación técnica para la utilización de las maquinarias, en la creación de condiciones de salubridad e higiene y, también, en las estrategias de la administración y comercialización. Además hubo un notable crecimiento integral en los diferentes actores que conforman el equipo de trabajo: capacitadores, coordinadores, desarrolladores y trabajadores, entre los que se generó una eficaz articulación. La labor realizada por nuestra directora Simona Mortolini tiene el mérito de haber creado las condiciones que sustentarán en el tiempo a los proyectos desarrollados en Argentina. La sostenibilidad es fundamental, porque si cuando nosotros nos vamos, apagamos la luz y todo se termina, estos tres años de trabajo no habrán servido para nada. Por eso, esta tercera etapa confirma y refuerza todo lo hecho anteriormente y creemos que la entrega de maquinarias tiene una trascendencia estratégica ya que éstas permitirán agregar valor a la tarea de los recicladores.

 

Revista ACCION

EDICION 1071

PRIMERA QUINCENA MARZO DE 2011

http://www.acciondigital.com.ar/01-04-11/cooperativismo.html

 

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