El pueblo boliviano atraviesa uno de los momentos más difíciles de los últimos años. La contundente ratificación del presidente Evo Morales en el Referéndum del 10 de agosto pasado acorraló a la derecha que por estos días realiza un último intento desesperado por desestabilizar al gobierno democrático.

Mientras las víctimas, producto de los duros enfrentamientos, ya se cuentan en decenas; los presidentes de la región se reunieron en Santiago de Chile para apoyar la continuidad de Evo.

Pocos días antes de que los choques se produjeran, Sixto Valdez Cueto recibió a La Revista del CCC para conversar sobre la situación política, la lucha por el control de los recursos naturales y los intereses que se ocultan tras las consignas separatistas de la oposición. En esta entrevista el Consejero de la Embajada acusa a los Estados Unidos de conspirar contra el gobierno y con su caracterización anticipa la decisión de Evo Morales de expulsar al embajador yanky en Bolivia.

¿Cómo quedó la correlación de fuerzas en Bolivia tras el Referéndum Revocatorio?

Tras los resultados el presidente Evo Morales no solo fue ratificado, sino que también se consolidó el proceso de cambio que impulsa desde hace más de dos años. Es bueno recordar que en los últimos 25 años de democracia, ningún candidato presidencial, ningún partido político y –aún más- ningún presidente en ejercicio había tenido un respaldo y un incremento tan grande de votos. Evo Morales es el primer presidente que logra más del 50% que exige la constitución política del Estado para ser ungido como presidente. Antes que él, ningún mandatario había logrado siquiera el 50% y la segunda vuelta electoral no se daba entre la gente sino en el Congreso donde el presidente era elegido de acuerdo a alianzas políticas y distribución de cuotas de poder. El Movimiento al Socialismo (MAS) tiene 11 años de vida, en su primera elección logró el 3% de los votos de todo el padrón electoral de Bolivia, lo que significa alrededor de 100 mil votos. Poco más de una década después, el crecimiento fue espectacular ya que se pasó del 3% al 68%, trepando a más de 2 millones de votos. Este es un fenómeno mundial que no ha sido analizado todavía en profundidad. Evo Morales comenzó con tres diputados y hoy tenemos mayoría en la cámara baja y nos faltan solo 2 bancas para tener mayoría en el Senado. De 112 provincias que tiene Bolivia, Evo ganó en 95. Se habla mucho de una media luna poderosa contra un occidente débil, se dice que hay unos blancos contra unos indios, y es una tremenda mentira. Si bien la mayor parte de los prefectos opositores fueron ratificados, dos de ellos fueron revocados -el de La Paz y el de Cochabamba-. Esa media luna ya no existe porque además, en toda la región opositora, Evo Morales ganó con el 61%. En Bolivia hay un nuevo mapa político, el de la hegemonía del proceso de cambio que lleva adelante Evo Morales pero también los indígenas.

Apenas conocido el resultado del Referéndum ¿hubo algún gesto de humildad o reconocimiento por parte de las principales figuras de la oposición?

No hubo ningún gesto de humildad por parte de ellos. Pese a haber ganado con el 68% de los votos, fue el presidente Evo Morales el que lo tuvo. Felicitó a los opositores que triunfaron y los invitó al diálogo. El principal opositor de Santa Cruz, el prefecto Rubén Costas, no solo no fue al diálogo, sino que pronunció dos discursos cargados de racismo y de odio que incluso sus propios correligionarios criticaron ya que no había necesidad de utilizar ese lenguaje. Respondió con violencia, como lo han hecho siempre, con un grupo que se llama la Unión Juvenil Cruceñista que en realidad, en criterio del gobierno de Bolivia, ya es una especie de grupo paramilitar.

¿Qué motivaciones reales se esconden detrás del reclamo por mayor democracia?

Decir que Evo Morales es un dictador es deshonestidad intelectual. El último referendo tuvo más de trescientos observadores y más del 85% de participación. La Organización de Estados Americanos formó parte de los observadores y no encontró ningún problema. Además, en Bolivia hay libertad religiosa y libertad de prensa. ¿Cómo se puede hablar de dictadura cuando Evo Morales propone que la nueva Constitución política del Estado se someta al pueblo? ¿qué mayor democracia que el presidente, a mitad de su mandato, se someta a un Referendo Revocatorio? Creo que es parte de una estrategia de desesperación, la derecha está golpeada, no tiene figuras nacionales y solo tiene líderes regionales debilitados. ¿O no es debilitamiento que el presidente ganara en la región opositora con el 61%?

¿Por qué algunas regiones exigen la autonomía?

Ese tema no es una bandera de la derecha, es reclamada por los pueblos indígenas desde hace más de 20 años con el nombre de autodeterminación de los pueblos. ¿Por qué autodeterminación? Porque en Bolivia no hay solamente una nación, hay 36 naciones dentro de un mismo país. 36 culturas, 36 idiomas, 36 formas de ver la vida y cosmovisiones diferentes. No solo son los quechuas, aymaras y guaraníes, como muchas veces se cree. Lo interesante es que estos señores opositores que hoy enarbolan la autonomía nunca plantearon la autonomía cuando los gobiernos neoliberales estaban en el poder. Acá hay que tener memoria, ser objetivos y tener los ojos abiertos ante la historia.

¿El objetivo de la derecha es derrocar a Evo Morales?

Mas que derrocar al presidente Morales -que por otro lado va a ser muy difícil democráticamente- el objetivo es controlar los recursos naturales: la tierra, el gas y la minería. La quieren manejar ellos para mantener la distribución de las tierras tal como está. Según Naciones Unidas, cien familias concentran la mayor parte de las tierras en Bolivia. La mayor parte de estos opositores, parlamentarios y ex ministros, son dueños de 50 mil o cien mil hectáreas cada uno mientras millones de campesinos no tienen ni un surco para poder sobrevivir. Ese es el tema central: evitar que la tierra se redistribuya como debe ser en un país que necesita justicia. El otro tema es el control de recursos como el gas. Hasta el año 2003, las transnacionales dejaban en Bolivia 461 millones de dólares por año. Con el triunfo de Evo Morales las transnacionales dejan hoy 2627 millones de dólares por año. Antes se llevaban el 85% de las utilidades, hoy ese es el porcentaje que dejan y no se van, porque aún el 15% es una buena utilidad. Lo que quieren los opositores es manejar esos recursos a favor de los intereses de las transnacionales.

Recién hablábamos de las transnacionales ¿Cuál es el rol de los Estados Unidos y cuáles sus vínculos con la oposición?

El gobierno tiene la plena certeza, y el presidente Evo Morales lo dijo varias veces, de que el Embajador de los Estados Unidos en Bolivia es el jefe de la oposición y de que coordina actitudes conspirativas. En su momento, Philip Goldberg fue convocado por el Canciller por reunirse clandestinamente con el prefecto de Santa Cruz. Un diplomático no puede hacer política interna en ningún lugar del mundo, la Convención de Viena así lo establece. Pero en Bolivia hay mucha intromisión y durante muchos años hubo mucha impunidad de los diplomáticos norteamericanos. El gobierno de Bolivia ha presentado muchas pruebas de que, a través de USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), se financia a grupos opositores. Como antecedente, muchos investigadores han señalado que este Embajador norteamericano estuvo en otras naciones con conflictos separatistas, donde hubo secesión, y pareciera que ese manual se quiere aplicar en Bolivia.

Finalmente ¿Cómo evalúa la situación política en la región?

Creo que el triunfo de Evo en el Referéndum generó confianza en la región, ya que Bolivia geopolíticamente es muy importante. Es el corazón de Sudamérica. Tenemos aliados y vecinos muy importantes que mantienen una relación muy fluida y muy solidaria en este contexto. Nos apoyamos unos a otros. La elección de Fernando Lugo en Paraguay fortalece el proceso Boliviano, mientras que el respaldo que el pueblo le ha dado a Evo Morales fortalece a otros presidentes porque nosotros hablamos de integración y de solidaridad entre pueblos, entre gobiernos y presidentes que están trabajando por sus pueblos. Cada uno por supuesto tiene su línea, su estilo. Evo no puede parecerse a nadie y nadie puede parecerse a Evo. Creo que la región debe mirar con esperanza porque el presidente Evo Morales está apostando a un profundo proceso de cambio en un país donde la exclusión fue constante, sobre todo para los indígenas y los pobres. Evo Morales es como muchos bolivianos y por eso lo apoyan. Se dice que los izquierdistas solo tienen discurso: a fin de año se va a declarar a todo el territorio boliviano libre de analfabetismo, hoy el dinero del gas se reparte a los ancianos y a los niños (Renta Dignidad y Bono Juancito Pinto). Cuando Evo asumió éramos el segundo país más corrupto del planeta, subcampeones de la corrupción, hoy hemos bajado al puesto 74. No es solo discurso y poesía, también son resultados y gestión.