"La salud mental y los macricomios" Entrevista con Marcelo Frondizi, Secretario Gremial de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) | Centro Cultural de la Cooperación

"La salud mental y los macricomios" Entrevista con Marcelo Frondizi, Secretario Gremial de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE)

Autor/es: Alejandro Aymú

Sección: Entrevistas

Edición: 7

Español:

La problemática de salud mental en una ciudad que no contempla a los enfermos mentales como ciudadanos con derechos sociales se refleja en la falta de respuesta que desde la cartera de salud se percibe por parte de los trabajadores de la salud, los pacientes y los familiares.
Negocios espurios, políticas de ajuste, un estado ausente que invisibiliza la problemática a los actores sociales afectados, son los síntomas de un diagnóstico que anuncia el colapso de un sistema que no da las respuestas a las demandas sociales que urgen al sector de la salud mental.


Las políticas de salud mental fueron siempre objeto de un debate que va más allá de los límites de la ciencia. Es una discusión política y, sobre todo, social que incluye a quienes están dentro y fuera de una institución psiquiátrica.

Los enfermos mentales siempre fueron estigmatizados por la sociedad colocándolos en un lugar de marginalidad y delincuencia. Nuevamente, la modalidad de asociar a los hospitales de salud mental a un sistema nutrido de técnicas de control social cumple con la funcionalidad panóptica de los antiguos manicomios sometiendo a los pacientes a las prácticas subyugantes de las viejas modalidades.

Marcelo Frondizi se refiere a las personas que padecen trastornos mentales como “enfermos del alma”. Su visión y el modo de mencionarlos no es más que la mirada alternativa a las clasificaciones con las que la ciencia los llama y la sociedad estigmatiza.

Los hospitales que asisten la salud mental en la Ciudad de Buenos Aires vienen realizando una serie de reclamos que urgen una respuesta tan política como social. En plena coyuntura dialéctica brotan intereses por parte de quienes deben resolverlos y que son ajenos a las soluciones que las problemáticas demandan.

Frondizi expone la situación de emergencia en la que se encuentra la comunidad de la salud mental de la Ciudad de Buenos Aires, el estado caótico de los edificios y de los tratamientos a los pacientes y las alternativas para contenerlos y lograr que encuentren su camino en una sociedad que los integre.

Hospitales amenazados

- ¿Cuál es el estado de situación en que se encuentran los hospitales Borda y Moyano ante esta amenaza de desalojos? ¿Cómo lo están manejando los trabajadores?

- No son sólo el Borda y el Moyano, también los Talleres Protegidos de salud mental, el hospital Tobar García, el Infanto Juvenil, el Hospital Ameghino y el Alvear. La política propuesta por el macrismo es el cierre paulatino de los hospitales de salud mental, para plantear un inmenso negocio inmobiliario en la zona sur que tiene como objetivo beneficiar a un grupo con intereses económicos y políticos reconocidos. El planteo de cerrar los hospitales y poner el centro cívico es una fachada para ocultar el verdadero objetivo que es el negocio inmobiliario.

- ¿En qué consiste la propuesta de salud mental del gobierno de Mauricio Macri?

- Supone crear diez “macricomios” en donde se alojen los pacientes como en una cárcel, con vidrios oscuros, con un sistema cerrado de televisión, etc. Un sistema donde el sujeto deja de tener derechos y tampoco tiene la posibilidad de recuperarse mentalmente porque las visiones del gobierno se caracterizan por lo reaccionario.

El gobierno de Macri quiso crear uno de esos “macricomios” en el espacio verde del parque Avellaneda, pero los vecinos y los trabajadores lo rechazamos e impedimos que avanzara. Era dañar aun más la salud mental de aquellos que tienen problemas en el alma. Desplazaron a dos directores que están a favor de la ley 448, que plantea métodos alternativos a través de procesos de desinstitucionalización pero que de ninguna manera significa el cierre de ningún hospital, sino potenciar las casas de medio camino, los talleres protegidos, las experiencias como por ejemplo los proyectos artísticos del Borda, etc. Estas variantes alternativas le sirven al paciente en el proceso de reinstalación social permitiéndole recuperar su camino de autonomía. La ley plantea también una defensa del derecho a la ciudadanía de los pacientes y es una reglamentación de características absolutamente progresistas.

- Los talleristas se involucraron con la problemática desde lo legal, ¿qué propusieron?

- Los trabajadores de Talleres Protegidos participaron en la elaboración de una reglamentación que fue aprobada en la Legislatura, la 955, en el año 2000 y en la que se plantea avanzar con programas de resocialización a partir de la rehabilitación y el trabajo. Así se recuperan capacidades remanentes o se adquieren capacidades a través de talleres de producción.

El aporte de los trabajadores

- ¿Cuál es el planteo que realizan hoy los trabajadores al gobierno en torno a este tema?

- Que tiene que poner cuatro talleres protegidos en las regiones sanitarias en las que está divida la Ciudad de Buenos Aires, y con la propuesta de extender estas experiencias. Eso no significa, para nada, el cierre de los hospitales.

- El sistema de salud mental actual es un sistema monovalente, ¿cómo se lleva a cabo la hospitalización de los pacientes?

- Los hospitales monovalentes son el Borda, el Moyano y el Infanto Juvenil y se dedican al trabajo de sanación de la salud mental de hombres y mujeres. Pero en esos hospitales hay un reconocido trabajo en los que se desarrollan también programas alternativos, como la radio La Colifata, la huerta, etc. que proponen recuperar la autonomía de los pacientes y su reinserción. Con el nombramiento de la nueva directora en el Ameghino, que implicó la renuncia del Dr. Slipak, los trabajadores plantearon que se quiere destruir un proceso de trabajo y un programa de salud mental que es reconocido nacional e internacionalmente.

- ¿Cuál ha sido el resultado de la lucha que vienen llevando adelante?

- Macri no avanzó más porque hubo mucha resistencia de los trabajadores y los pacientes y también de sus familiares. Pusimos en la agenda pública el tema de la salud mental y hemos recibido el apoyo de los legisladores de la oposición. El tratamiento de esta temática siempre la trabajamos desde el lugar de la no condena. Hay mucho compromiso en la tarea en los trabajadores del área, eso hace que defiendan la ley 448 y se plantee el debate en la comunidad. Nosotros invitamos al ministro de Salud y al jefe de Gobierno a debatir públicamente para saber cuál es el plan que tienen.

- ¿Cuáles son los puntos a destacar en este reclamo?

- Nosotros defendemos las políticas públicas. Por supuesto que hay mucho que mejorar, ya que hay que nombrar personal, extender las experiencias de talleres protegidos, hay que tener una autentica carrera, hay mucha necesidad de insumos, trabajos edilicios… todo eso está abandonado. El sistema de salud mental de la Ciudad de Buenos Aires está en crisis y lo que planteamos es una defensa del hospital público, gratuito y solidario. El rol del Estado tiene que apuntar a contener las necesidades de la población de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires. Macri lo primero que dijo es “en los hospitales se van a atender los porteños” como si la Argentina terminara en la Gral. Paz.

Queremos que se implemente la ley 448 que reconoce los derechos de los ciudadanos, que propone caminos alternativos, otorgando un rol importante al equipo interdisciplinario, que potencia el camino de la autonomía para reinsertarse en la sociedad. Pero tiene que haber un Estado que resuelva los problemas de salud mental de los ciudadanos. También hay que establecer un debate público y serio con todos los sectores involucrados, incluyendo a trabajadores, pacientes y familiares para defender esto que hoy tenemos. No es perfecto, pero permite contener la salud mental de los pacientes.

La importancia de los espacios

- ¿Cómo perciben Uds. el debate que empieza a darse sobre este tema y el de los desalojos?

- Hay espacios de debate pero hacen falta más. Los espacios no se decretan, se construyen. Por ejemplo, compañeros del Ameghino instalaron los debates acerca de su centro. Nosotros, en Talleres Protegidos, hicimos un festival muy importante en el que le explicamos a la comunidad qué era nuestra institución y cómo funcionaba. Fue un festival en defensa de los Talleres Protegidos, es decir, vamos instalando el debate sobre la problemática en salud mental y a la vez resistiendo la ofensiva del macrismo.

- ¿En qué consisten los talleres protegidos?

- Son parte de un programa de salud mental donde los pacientes, a partir de la resocialización y el trabajo productivo, se van recuperando, resocializando y aprendiendo un oficio. Trabajan en los hospitales públicos, lo hacen por cinco horas y reciben un peculio. Tienen un incentivo material, se les da la ropa de trabajo, los medicamentos, un pase para poder viajar en los colectivos de la ciudad, tienen un desayuno a media mañana. Es un programa que no implica internación.

- ¿Qué cantidad de pacientes hay?

Alrededor de 250, la Institución está en Suárez 215 que es su casa central. Tiene un taller gráfico en el Once, un taller metalúrgico en Flores, un taller intrahospitalario en el hospital Borda, y tiene talleres de costura y laboratorio de fabricación de medicamentos sobre la calle Brandsen. Es un programa que puede abarcar entre seis meses hasta dos años, depende de su evolución.

- ¿Cómo impulsan desde lo económico la fabricación de los medicamentos?

- Nosotros tenemos un presupuesto y en la medida que podemos ejecutarlo lo hacemos en estos talleres. Toda la producción se destina a los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires.

Los Talleres Protegidos están en peligro de desalojo. Están a la espalda del hospital Moyano, en Suárez y Carrillo. Ese tramo que va desde el ex Rawson es el apetecible negocio inmobiliario que pretende hacer el gobierno de Mauricio Macri. Esos talleres no pueden existir sin el Borda y el Moyano y son integrados por personas ajenas al hospital, de distintas obras sociales o de la sociedad en general.

Sistema Privado Vs. Sistema Público

- ¿Cuál es la diferencia de este sistema de salud con el que puede prestar el sistema privado?

- Los sistemas privados de salud son los modelos que toman los micromanicomios que quiere hacer Macri. El sistema público, aun en la crisis en que se encuentra, fue el que contuvo a la sociedad en el momento más fuerte de la gripe porcina. Sin insumos, falta de personal, cuestiones edilicias sin terminar, etc. pudo frenar el flagelo de la pandemia. Nosotros queremos que se declare la “Emergencia Sanitaria”.

En esta emergencia social, sanitaria y educativa en que nos encontramos; los organismos de la CTA y las organizaciones sociales estamos en permanente contacto. Nosotros planteamos la posibilidad de realizar la marcha blanca en defensa del hospital público. Ya armamos la carpa de salud y educación con los compañeros de UTE para impedir el avance de esta ciudad de dos pisos, una para ricos y famosos y otra para el resto empobrecido.

- ¿Qué posibilidad de negociación se maneja con el ministro Lemus?

- Son muy pocas, cuando fuimos a la audiencia publica quedó desautorizado y cuando tuvo audiencia con los diputados también. En realidad es un ministro ausente, de manera tal que las posibilidades de negociación son casi imposibles. Nosotros le pedimos que nos cuenten el plan de salud y se pusieron a la defensiva. Lo que ellos quieren es desmantelar los hospitales monovalentes y armar esos micromanicomios. No se avanzó en eso porque en realidad lo que quieren hacer es un verdadero negocio inmobiliario.

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