En las puertas del Bicentenario | Centro Cultural de la Cooperación

En las puertas del Bicentenario

Autor/es: Juan Carlos Junio

Sección: Editorial

Edición: 7


Se cierra un año denso en acontecimientos, cambios, avances y contradicciones en nuestro país, en un marco no menos conflictivo en la región y el mundo.

Es preciso apresurarse a marcar que es este proceso convulso indicador de vitalidad profunda, sobre todo en el ámbito de Nuestra América, surcada su geografía por avances significativos en participación popular y afirmación de soberanía.

En países hermanos se celebrarán en estos días elecciones generales que plantean recambios en sus cúpulas dirigentes. Uruguay, Chile, Bolivia, Brasil pondrán en escena superestructural la afirmación o debilitamiento de programas de profundización democrática y participación popular con situaciones de importantes cambios estructurales en algunos casos.

Estos hechos de alta política, en los cuales el sistema adoptado en la legitimación de los gobiernos incorpora picos de gran dramaticidad, hacen emerger las tensiones acumuladas fundamentalmente por la resistencia de las clases privilegiadas que ven caer su lugar de poder y se ponen en evidencia movimientos reaccionarios que apelan a métodos de gran peligro como alianzas con el imperio y el ejercicio irracional de la violencia.

Nuestro Centro Cultural, fiel a su origen solidario, y desde su visión americanista se pronuncia contra estas maniobras como retardatarias y atentatorias contra las soberanías y saluda los valiosos logros conseguidos por nuestros pueblos.

Confiamos en que los gobiernos populares y sus pueblos, si pueden manifestarse sin ataduras, afirmarán con su voluntad los vientos oxigenantes que soplan en la zona desde hace algunos años. Desde esta visión se organizaron en el CCC diversas actividades, destacándose la mesa para analizar la situación latinoamericana, protagonizada por Jorge Taiana, Canciller argentino, y nuestro dirigente cooperativista Carlos Heller.

En la Argentina sucedieron algunos hechos de importante significación. Luego de una extensa discusión y de ardua lucha, llegó al parlamento y fue aprobada por una amplia mayoría la nueva Ley de Medios Audiovisuales, que repara una deuda que era ya impostergable de la democracia argentina con respecto al manejo de los medios masivos de comunicación. Nuestro Centro Cultural fue caja de resonancia de las posturas alrededor de dicho proyecto de ley, organizando mesas de debate al respecto. Entre otros, estuvieron presentes en dichas mesas personalidades como Ricardo Forster, Federico Luppi, Horacio González, Raúl Delatorre, Enrique Vázquez, Luis Lázaro, Manuel Baladrón, Carlos Heller y Gabriel Mariotto. Esta ley es un hito fundamental en la historia contemporánea de nuestra Patria y, si bien es un gran paso, no será el único en esta titánica pelea. Abre un camino para que los argentinos obtengan el derecho a estar informados con pluralidad de voces y tengan la posibilidad, a su vez, de comunicar lo suyo a través de organizaciones que representen a cada sector. De hecho, dos notorios dirigentes del movimiento cooperativo, Edgardo Form (por Cooperar) y Adalberto F. Boccoli (de Fecotel) forman parte, entre otros representantes, de los órganos de aplicación de la nueva ley.

También se instituyó, a través de un decreto, la universalización de una asignación por hijo, igualando en la percepción de un salario familiar a quienes, víctimas del neoliberalismo, quedaron fuera de los trabajos formales. Esta medida apunta sin duda a una mejor distribución del ingreso en el país y aunque la propuesta decidida pueda ser objeto de necesarias mejoras, debe ser saludada como un paso importante en apoyo de los sectores más vulnerables de esta injusta situación social.

Es necesario anotar en el haber, para ser consecuentes, la idea de generar cooperativas de trabajo con el fin de estructurar organizaciones populares en la base social para paliar la desocupación y crear fuentes genuinas de trabajo. Si bien esta construcción se da en un sentido vertical (desde arriba, al contrario de lo que indica la buena doctrina cooperativa) no es menos cierto que, apelando a la experiencia acumulada en el movimiento cooperativo argentino, se podrá hacer de esta iniciativa una construcción perdurable y beneficiosa.

En los claroscuros nacionales no debemos obviar algunas manchas. Para financiar las asignaciones por hijo se dejó de lado una decisión que hubiese sido oportuna, crear o aumentar los gravámenes a la renta financiera, u otras medidas tributarias que afectaran a los sectores de mayor capacidad contributiva, ya sea por sus patrimonios o por sus ganancias. Queda como una crucial tarea pendiente encarar el tratamiento de una nueva Ley de Entidades Financieras, que está preparando el diputado electo de nuestro movimiento Carlos Heller; es una de las deudas pendientes más dolorosas que se arrastran desde la salida de la dictadura en 1983.

Generan preocupación los reclamos de algunos sectores tendientes a un reposicionamiento frente al FMI, la negociación con los holdouts y ciertos intentos de reactivación con el establishment mundial, relaciones que entendemos obligadas en la realidad actual, pero consideramos innecesaria toda sobreactuación en ese sentido.

En nuestro espacio propio ha sido un año productivo. Nuestro CCC estuvo presente con aportes fundamentales en las artes, las letras y las ciencias sociales. Hemos mantenido una permanente actividad investigativa, en la cual se destaca el proyecto “Del Centenario al Bicentenario”, que consiste en la investigación sobre los últimos 100 años del teatro, la literatura, la música y las ideas visuales en nuestro país, en un acuerdo de co-producción con el Fondo Nacional de las Artes. Propusimos espectáculos de alta calidad con puntos altos como Travelling, Sólo Brumas, El Príncipe de Homburg, y Teruel y la continuidad del sueño, en teatro; Circo Fokus Bokus en infantiles; el ya clásico Ciclo de Danzas Internacionales; y publicamos 13 títulos entre libros y cuadernos de trabajo, sumados a una coedición con la UNQ y Página 12, que son elementos relevantes puestos a consideración en el debate cultural. Entre diversas ferias regionales, participamos de la 35º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en donde presentamos el libro conmemorativo de los 50 años del IMFC; dicho libro fue producto de una investigación llevada a cabo por un grupo de nuestro CCC. Nuestra dirección ha cerrado acuerdos con distintas instituciones de la cultura y la educación públicas y privadas, como con el Fondo Nacional de las Artes, Secretaría de Cultura de la Nación, CLACSO, diversos Municipios de la provincia de Buenos Aires y Secretarías de Cultura de provincias: Chaco y Santa Fe, acuerdos que abren el círculo de influencias de nuestra tarea cultural y afirman al Centro Cultural como uno de los productores de ideas e imágenes más importantes del país.

Hemos inaugurado el llamado “Ciclo Bicentenario”, aportando todos los meses con actividades alusivas a esta conmemoración, con la idea de continuarlo el próximo año con destacadas mesas en distintas especialidades. Se desarrollaron las “Primeras Jornadas del Departamento de  Historia del CCC” sobre problemas históricos latinoamericanos, bajo el lema: “La unidad de Nuestra América, un debate de dos siglos”, las que contaron con el aval académico de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. También organizamos la 2º edición de la Semana del Libro Venezolano.

En fin, ha sido un año duro, como casi todos los que le tocó vivir a nuestro movimiento, pero con claras señales de avances en un marco difícil. Es probable que nuestro inveterado optimismo histórico se siga poniendo a prueba en el año que se avecina y las fuerzas de la restauración conservadora intenten oscurecer el horizonte, pero como dijo alguien: ¡No pasarán!

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