“Teatro comunitario. Resistencia y transformación social” por Marcela Bidegain. Buenos Aires, Editorial Atuel, 2007 | Centro Cultural de la Cooperación

“Teatro comunitario. Resistencia y transformación social” por Marcela Bidegain. Buenos Aires, Editorial Atuel, 2007

Autor/es: Patricia Devesa

Sección: Comentarios

Edición: 3

Español:

Marcela Bidegain, autora del trabajo comentado en este artículo, ha concentrado sus estudios en el teatro que busca incidir en el desarrollo social. En su nuevo trabajo ha logrado plasmar uno de los aspectos más sobresalientes de su labor como investigadora: poner en diálogo la teoría y la práctica transformadora, ofreciendo un papel alternativo que rompe con los modelos académicos hegemónicos. La autora da cuenta de un movimiento nacional artístico vinculado a la movilidad social de las clases más desprotegidas, a través de un estudio que lo pone en diálogo con el marco histórico, político, social y económico de la postdictadura argentina (1984-2007). Este libro es una conquista en el campo editorial y una conquista en el ámbito académico, al dar lugar al teatro que se construye lejos del centro, porque es el teatro que resiste.


“Teatro comunitario. Resistencia y transformación social” por Marcela Bidegain. Buenos Aires, Editorial Atuel, Colección Biblioteca de Historia del Teatro Occidental (Serie Siglo XX, director: Jorge Dubatti), 2007, 236 páginas.

Marcela Bidegain es profesora en Letras, especializada en Teatro. Se desempeña como docente de la cátedra de Pedagogía Teatral en la Maestría de la Universidad del Desarrollo de Santiago de Chile, y como investigadora en el Centro de Investigación en Historia y Teoría Teatral en Centro Cultural Ricardo Rojas de la Universidad Nacional de Buenos Aires; también en el Área de Investigaciones Interdisciplinarias del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Respecto a este último rol, ha concentrado sus estudios en el teatro que busca incidir en el desarrollo social. En este volumen, logró plasmar uno de los aspectos más sobresalientes de su labor como investigadora: poner en diálogo la teoría y la práctica transformadora, ofreciendo un papel alternativo que rompe con los modelos académicos hegemónicos.

La autora da cuenta de un movimiento nacional artístico vinculado a la movilidad social de las clases más desprotegidas, a través de un estudio que lo pone en diálogo con el marco histórico, político, social y económico de la postdictadura argentina (1984-2007). Bidegain categoriza y define el teatro comunitario, ausente de los diccionarios teatrales por ser un fenómeno nuevo y local en el universo del escenario. Para su definición establece vínculos, destacando los puntos de contacto y las diferencias clave entre el teatro comunitario y el teatro popular y el de calle. El teatro comunitario tiene en común con el teatro popular el sector del que proviene y el sector al que está destinado, así como el estímulo a la participación del público, en tanto comparte con el teatro callejero tener como escenario, en la mayoría de los casos, el espacio público y el trabajo en equipo, pero se diferencia en cuanto a la conformación del grupo: mientras el teatro comunitario está integrado por vecinos, son profesionales los que actúan en el teatro popular.

Según la autora, el teatro comunitario encuentra sus antecedentes, tanto locales como internacionales, en el teatro filodramático –por su autogestión y su circulación fuera del circuito comercial–, en los grupos anarquistas –por la lucha a través del arte y la implementación de un programa cultural–, y en el agit prop –por la concientización política a partir de la obra–.

Este estudio aborda su especificidad en lo referido a metodología de trabajo, ideología, procesos de creación y de organización artística, territorialidad, gestión de recursos, recepción, circulación y transformación, redes, entre otros aspectos.

Si bien aborda un fenómeno en constante crecimiento, Marcela Bidegain recortó el corpus de trabajo al elegir tres de los más de treinta grupos de teatro comunitario de Argentina: el Grupo Catalinas Sur, el Circuito Barracas y el Grupo de Teatro Comunitario Patricios Unidos de Pie, de la provincia de Buenos Aires. Esta selección responde, en los dos primeros casos, a que se los reconoce como pioneros (cuyos directores son, respectivamente, Adhemar Bianchi y Ricardo Talento) y, en el caso de Patricios, a que se trata de un claro acontecimiento de transformación social en un pueblo rural-ferroviario abandonado por las políticas de Estado.

Además de historiar la trayectoria de cada grupo, Bidegain analiza sus obras y poéticas, y ofrece en un apéndice los nombres de los integrantes del grupo, las fichas técnicas de las obras, algunos testimonios de los actores-vecinos, y un detallado informe de todos los grupos que conforman la Red de Teatro Comunitario del país.

Investigar es generar nuevos conocimientos; es interrogar a la realidad, para lo que requiere una mirada problematizadora de la misma –el componente crítico– que cuestione (María Teresa Sirvent). Es ésta la postura política del trabajo de Marcela Bidegain, quien se sumerge en el campo a investigar, es decir, en el acontecimiento teatral. Así, ha desarrollado una actitud crítica permanente hacia el trabajo propio y el de sus pares. Su investigación no sólo tiene como objetivo producir conocimiento, sino también transformar la realidad.

De ahí que socialice el conocimiento que produce, haciéndolo comunicable, transmisible y comprensible, lo que no quita rigor a la investigación, al tiempo que la libera de la escritura académica, hegemónica y cientificista, para dar lugar a una escritura ensayística y amena. Éste es trabajo interdisciplinario que se nutre de aportes de diferentes áreas que enriquecen su lectura, y que pondera los cruces y posiciones de borde, en contra de esforzar parámetros y categorías que corresponden a lo macro. Como intelectual crítica, la autora construye lecturas y ofrece a la sociedad un discurso alternativo, mientras otorga a su tarea un sentido de praxis social, en la medida que hace visible lo invisible en el campo teatral. Su preocupación es difundir y crear pensamiento crítico y redes de intercambio de los múltiples espacios de resistencia.

La intencionalidad política, en cuanto a generar conocimiento científico como instrumento para una transformación social en una sociedad caracterizada por la injusticia social y por un manejo perverso del poder social, pone su opción epistemológica donde, entre otros conceptos claves, se define el conocimiento como un espacio de confrontación y lucha de clases, la incorporación de los sectores populares como actores de un proceso de producción de conocimiento y, por lo tanto, la articulación del trípode esencial de los procesos de investigación, participación y cambio.

Varios son los trabajos que conciben la investigación participativa como una posibilidad de construir un conocimiento científico colectivo, que sirva como instrumento para enfrentar un manejo perverso del poder en sus diversas manifestaciones.

Este libro es una conquista en el campo editorial y una conquista en el ámbito académico, al dar lugar al teatro que se construye lejos del centro, porque es el teatro que resiste. Y lo que resiste, diría Walter Benjamin, es arrojado indefectiblemente hacia los bordes, hacia la periferia. Sin embargo, es en esa periferia –a su vez geográfica y política– donde se construye una cultura de la resistencia. Allí, donde se alojan los “fragmentos de la memoria perdida”. Allí, donde se puede recuperar la historia, y construir y reconstruir nuestra verdadera identidad.

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