Crónica de la Charla sobre Mariátegui

En el marco del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia (PLED) Daniel Campione y Atilio Borón disertaron acerca de la figura de José Carlos Mariátegui en el octogésimo aniversario de los Siete Ensayos del pensador peruano.

La actividad, realizada en la Sala Jacobo Laks del Centro Cultural de la Cooperación, giró en torno a la proyección de un documental sobre la vida y obra del pensador y no solo contó con la participación del panel, sino que el público también fue protagonista de la actividad.

El evento congregó a un público diverso compuesto por becarios del centro cultural, universitarios, ciudadanos peruanos residentes en Argentina y amigos del espacio de la cultura de la Ciudad de Buenos Aires que colmaron el auditorio.

Mariátegui, que fue definido por Atilio Borón como “...el más grande pensador marxista de la periferia del mundo extraeuropeo”, planteó, con una visión particular del pensamiento marxista, una especial articulación de los procesos nacionales e internacionales de su época. Su temprana muerte, a los treinta y cinco años de edad, no le impidió conmover con sus ideas revolucionarias a un Perú cuya estructura social se debatía entre la tradición incaica y la imposición colonial, además de las fuertes contraposiciones regionales entre la costa, la sierra y la amazonia.

En el documental se rescató especialmente la fundación de la revista Amauta, en 1926, que llegó a ser la revista cultural y política más importante de Perú y se erigió como un fiel reflejo del pensamiento de la vanguardia intelectual peruana, latinoamericana y europea. La publicación se caracterizó por el amplio espacio dedicado al tema del indigenismo y en 1927 fue clausurada por el gobierno bajo la acusación de un supuesto complot comunista. Mariátegui, que fue recluido en el hospital militar Bartolomé por su condición física, desmintió desde allí su participación en un partido político. En 1928 Amauta define su perfil socialista y ese año aparece la publicación obrera quincenal llamada Labor.

En la actividad se recordó también que, en agosto de ese año, Mariátegui funda el Partido Socialista, que nucleaba al movimiento obrero, campesino, indigenista y minero. Una organización que se definía como antioligárquica y que se caracterizó por estrechar los lazos con la Internacional Comunista pero con una mirada propia del contexto social sin alistarse en la organización orientada por la Unión Soviética.

Esta idea de pensar a América Latina y a Perú desde el propio escenario fue muy valorada por Daniel Campione. Bajo el concepto de “peruanizar a Perú”, Mariátegui proponía fundar una corriente de pensamiento que dialogara con lo mejor de su tiempo, con el pensamiento burgués inclusive, y que comprendiera al marxismo como una instancia dialéctica y superadora de la tradición liberal. Campione definió allí la propuesta de Mariátegui como “...una forma de pensar la sociedad, la historia y al hombre”.

Campione propuso ordenar el pensamiento del pensador peruano, a grandes rasgos, con tres líneas por la negativa: anticientificista, por su oposición a la entronación de la ciencia; antipositivista, porque reivindicaba la acción del hombre para transformar la realidad y su heterodoxia marxista. En esa misma línea analítica Campione vinculó la situación indígena en el contexto nacional asociada a una problemática de clase “...el problema del indio era el problema de la tierra, un problema de liberación social, no es para él un tema pedagógico, no es para él un tema meramente étnico sino es un tema de estructura social y de transformación liberadora de esa estructura social”.

Mariátegui y el Aprismo

El documental recordó la importancia de la relación de Mariátegui con la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), encabezada por Raúl Haya de la Torre, que lo llevó a plantearse una postura frente a la realidad de su época y la posibilidad de transformación a través de una partido político.

Campione resaltó que hacia fines de los años 20 Mariátegui toma posición frente al Aprismo, de perfil nacionalista, diferenciándose desde un lugar equidistante entre el grupo de Haya de la Torre y lo que el panelista define como el “cosmopolitismo de la tercera internacional” que plantea la formación de partidos comunistas con proyectos similares en toda América Latina.

Es por esos años que Mariátegui rompe con el APRA y plantea a la Internacional Comunista la necesidad de fundar un Partido Socialista Peruano, con una fuerte impronta de su composición obrera, campesina e indígena. “Nacional por su forma e internacional por su contenido” fue la fórmula que los comunistas peruanos encontraron para definir un proyecto que años más tarde sería reivindicado por los revolucionarios de todo el mundo.

Finalmente Campione destacó también la fuerte convicción del pensador y luchador peruano por una revolución de carácter socialista y nacional, que no fuera pensada por etapas sino buscando respuestas a las necesidades de los peruanos. Mariátegui le da también gran importancia a la cuestión cultural y le otorga a los intelectuales un rol fundamental en la construcción revolucionaria con hegemonía proletaria.