Teoría de la empresa capitalista, tasa de ganancia y crisis | Centro Cultural de la Cooperación

Teoría de la empresa capitalista, tasa de ganancia y crisis

Autor/es: Rodrigo Javier Agostino

Sección: Estudios de Economía Política y Sistema Mundial

Edición: 23

Español:

En un escenario en el que el nivel de actividad local se encuentra desacelerándose, es necesario entender cómo es la dinámica empresarial que lleva a esta situación. En línea con esto, la hipótesis marxista de que las crisis de las economías capitalistas surgen porque la tasa de ganancia se reduce, y, por lo tanto, el capital necesita – a través de la concentración y centralización del capital – recuperarla para continuar funcionando de acuerdo al mismo esquema de reproducción del modo de producción cobra relevancia.


1. Introducción

A partir del 2008, la economía mundial comienza a padecer una nueva y novedosa crisis financiera, cuyos efectos en los países centrales aún se evidencian (caída de la actividad, desempleo, deflación, descontento social y políticas de austeridad). El inicio de esta trágica situación se manifiesta con la quiebra de la firma Lehman Brothers y con el posterior “salvataje” de numerosos bancos por parte del gobierno de los Estados Unidos (Ocampo, 2009, pág. 11). Por su parte, las economías periféricas – particularmente, América Latina –se vieron afectadas por la disminución del comercio internacional mundial y de las remesas (Wierzba & Mareso, 2010, págs. 20-21).

A nivel nacional, Argentina implementó distintas políticas macroeconómicas contracíclicas1 (Wierzba & Mareso, 2010) que permitieron que el efecto inmediato de la crisis se manifieste solamente con una disminución de las tasas de crecimiento del PBI y, posteriormente, una rápida recuperación y retorno al crecimiento. A pesar de ello, a partir del 2012, comienzan a vislumbrarse signos de una desaceleración económica en el ámbito doméstico.

En línea con lo anterior, la hipótesis marxista de que las crisis de las economías capitalistas surgen porque la tasa de ganancia se reduce, y, por lo tanto, el capital necesita recuperarla para continuar funcionando de acuerdo al mismo esquema de reproducción del modo de producción, cobra relevancia.

En este marco, este trabajo tiene como principal objetivo exponer analíticamente la forma en que las empresas capitalistas toman sus decisiones, es decir, si invierten, si ahorran, si producen, etc. Para esto, se realizará un análisis cuyo eje estará centrado en qué es lo que determina la tasa de ganancia de las empresas y qué factores (externos y/o internos a la firma) impactan en la misma, tanto incrementándola, como reduciéndola. En esta línea, el análisis que se propone permite incorporar el efecto de la política doméstica y del devenir del sector externo en conjunto; esto mostrará que no solamente es el contexto macroeconómico nacional el que influye en las decisiones de las firmas. De esta forma, sería posible identificar cuándo una economía comenzaría a transitar una "zona de crisis", entendiéndola como la situación en que se manifiesta la restauración de la tasa de ganancias (a través de despidos, aumento de la explotación, etc.).

Este trabajo consta de cuatro secciones, además de esta introducción. En la primera, se abordarán los aspectos más teóricos sobre la tasa de ganancia en Marx, así como también las crisis capitalistas como forma que toma la reestructuración de la tasa de ganancia. Luego, se desarrollará la teoría de la composición de la tasa de ganancia2 de una empresa capitalista. En la tercera sección se realizará una aproximación empírica, tomando como base la forma de calcular la tasa de ganancia que se elabora en el apartado anterior. Por último, se expondrán las conclusiones de este trabajo.

2. Tasa de ganancia en Marx y las crisis capitalistas

A lo largo de “El Capital”, Karl Marx realizó un minucioso análisis del modo de producción capitalista, tanto en la esfera de la producción como en la circulación del capital. Mientras en los Tomos I y II estudió y esquematizó el circuito de la producción y de la circulación del capital, respectivamente, en el Tomo III desarrolló la cuestión de la transformación de la plusvalía en ganancia, y de la tasa de plusvalía en tasa de ganancia (Marx, 1894, pág. 45).

Para lograr esto, Marx parte de la base que la mercancía (M) es igual a la suma entre su valor de reposición (c+v)3 y la plusvalía (p); es decir,

 

(i)

En este marco, el valor de reposición – también llamado precio de costo – es la inversión de capital que tiene que desembolsar el capitalista para poder producir la mercancía (Marx, 1894, pág. 46). Si bien todo el capital desembolsado (constante y variable) entra al proceso de producción, solamente una parte de éste es la que dotará de valor a la mercancía, el capital variable. (Marx, 1894, pág. 53).

Una vez definido (i), se desprende que p es el valor no retribuido por el capital al trabajador, como Marx lo desarrolla en el Tomo I. Tomando esta base,

 

“La ganancia del capitalista proviene, pues, de que se halla en condiciones de vender algo por lo que no ha pagado nada. La plusvalía o, en su caso, la ganancia consiste precisamente en el remanente de la suma total de trabajo contenida en la mercancía después de cubrir la suma de trabajo retribuido que en ella se encierra. (Marx, 1894, pág. 58).”

 

Por lo tanto, la masa de plusvalía es igual a la masa de ganancia.

Si bien Marx (1867) formula la tasa (o cuota) de plusvalía como la razón entre trabajo excedente (no retribuido) y trabajo necesario (retribuido en salario), a la tasa (o cuota) de ganancia la va a definir como la relación que existe entre la masa de ganancia (que es igual a la masa de plusvalía) y el capital total desembolsado (c+v), quedando expresado como muestra (ii):

(ii)

Esto lo podemos observar cuando Marx (1894, pág. 58) dice: “La cuota de plusvalía medida por el capital variable se llama cuota de plusvalía; la cuota de plusvalía medida por el capital total se llama cuota de ganancia”. Por lo expuesto, la tasa de ganancia expresa el grado de valorización del capital desembolsado (Marx, 1894, pág. 61).

Marx proporciona todo el andamiaje teórico de las categorías necesarias para calcular lo que él llama “tasa de ganancia”. Una vez realizada una esquematización de cómo es planteado el cálculo de la tasa de ganancia en el Tomo III de El Capital se hacen presentes dos cuestiones que hacen dificultosa la medición de la misma y que, a su vez, son muy importantes para la estimación empírica de la misma, a saber: qué se entiende empíricamente por “(c+v)” y qué por “p”. Ambas cuestiones son trabajadas por numerosos autores. Entre ellos, se encuentran los trabajos de Iñigo Carrera (1996; 2007), Michelena (2009), Manzanelli (2010; 2012) y Maito (2013).

Tanto para Marx y los marxistas, como también para los economistas políticos clásicos, Smith y Ricardo, la tasa de ganancia tiene este sentido fundamental en el crecimiento y desarrollo de las sociedades capitalistas. Mientras Smith y Ricardo sostenían que la tasa de beneficio era la diferencia que surgía entre el valor de cambio, los salarios y la renta (Smith, 1776; Ricardo, 1817), Marx determinó que la tasa de ganancia estaba estrechamente vinculada con la tasa de explotación (medida a través de la tasa de plusvalía) y que era el resultado de la relación que existe entre plusvalía y el capital desembolsado inicialmente (Marx, 1867; 1885; 1894). En la actualidad, y para el caso de Argentina, las estimaciones de la tasa de ganancia se realizan utilizando los datos que proveen las cuentas nacionales, básicamente relacionan a la evolución del capital fijo con la inversión bruta interna y al Producto Bruto Interno (PBI) (Manzanelli, 2010).

Desde una perspectiva teórica que utiliza como eje al crecimiento económico, es posible retomar a alguno de estos autores, entre otros, para tratar esta cuestión. Smith argumenta que el desarrollo del modo de producción capitalista está condicionado por la relación que se da entre el salario y la tasa de acumulación del capital (tasa de ganancia) y, en su esquema, plantea que los salarios suben cuando el capital se acumula velozmente, y bajan cuando sucede lo contrario (Smith, 1776). Por otro lado, Ricardo sostiene también que la tasa de beneficio de la economía determinará el nivel de crecimiento que tenga la misma (Ricardo, 1817). Por su parte, Marx acentúa la relación que existe entre la tasa de ganancia y la velocidad de la acumulación de los distintos capitales. A su vez, enfatiza la propia dinámica de la acumulación que lleva a la “concentración” y a la “centralización” del capital (Marx, 1867; 1885; 1894).

En este marco, la tasa de ganancia es claramente un indicador que mueve e induce el accionar del capital. Por lo tanto, resulta sumamente importante encontrar una forma de poder medir la misma o, en su defecto, un indicador semejante. En el Tomo III (1894), Marx entiende que el devenir del modo de producción capitalista está signado por el sendero que posea la tasa de ganancia.

Siguiendo con este análisis, Marx denomina como "Composición Orgánica" (CO) del capital a la relación que existe entre la magnitud absoluta del capital variable y el capital total (capital variable y constante). Por lo expuesto, queda definido en la ecuación (iii):

(iii)

Teniendo en cuenta que Marx postula que existen tres formas de aumentar la tasa de ganancia – aumentar la cantidad de horas de la jornada de trabajo, bajar el salario y desarrollar tecnología que le permita aumentar la productividad del trabajador –, solamente puede llegar a permanecer en el tiempo y es el desarrollo de la tecnología (aumento del capital constante), ya que las otras dos poseen límites naturales4.

De acuerdo a la ecuación (iii), un desarrollo de la tecnología implicaría que el numerador y el denominador se hagan cada vez más grande, debido a que aumenta el capital constante. Esto significa que la Composición Orgánica del capital aumenta. Ahora bien, si la única fuente de plusvalía es la fuerza de trabajo (capital variable), un aumento de la composición orgánica implicaría que en la tasa de ganancia aumente el denominador (ecuación ii), es decir, la misma sufrirá una caída, ya que el capital constante aumenta más que lo que aumenta la plusvalía. Esto es denominado por Marx como "Tendencia Decreciente de la Tasa de Ganancia" (TDTG) (Marx, 1894; Shaikh, 2006).

Si bien existen distintas teorías de crisis del modo de producción capitalista, la caída recurrente que denota la TDTG determina que el capitalismo entre en crisis por naturaleza. La dinámica que se observa es que la baja en la tasa de ganancia provoca quiebras, fusiones y absorciones de las empresas más pequeñas por las de mayor tamaño. A su vez, la desaparición de oferentes en el mercado ayuda a un aumento de la concentración del capital, permitiéndole lograr mayores escalas de producción y, por ende, mayores niveles de rentabilidad (aumenta nuevamente la tasa de ganancia). Luego, el ciclo vuelve a ocurrir.

En otro trabajo (Agostino, 2014), se ha desarrollado una forma de medir la tasa de ganancia sectorial que solamente contemplaba los beneficios de la actividad y se estimaba a través de los Estados de Resultados de los balances de las empresas. En este caso, como se desarrollará en la próxima sección, se realizará un análisis de todos los factores que determinan el accionar del capital.

3. Coeficiente de Ingreso-Costo

Para abordar la cuestión de qué es lo que lleva a las empresas a hacer lo que hacen, es necesario estudiar antes cómo obtienen sus ingresos, qué erogaciones poseen y cuál es la rentabilidad final. A continuación, se presentan algunas consideraciones que refieren a cada uno de los elementos recién mencionados.

La masa de valor total que recibe la empresa en concepto de precio unitario (P) está conformado por dos elementos, a saber: ganancia y costo. A su vez, el costo está compuesto por el costo fijo medio (CF/Q) - alquiler, servicios, etc. - y el costo variable (CV) - insumo, salario -. Por su parte, la ganancia (r) es una alícuota por sobre el costo total. El precio, entonces, tomaría la forma analítica que se muestra en (ivb).

 

(iva)

(ivb)

Una vez definido el precio, el ingreso total (IT) queda determinado por el precio multiplicado por la cantidad de productos vendidos (Q). Esto, además, puede complejizarse al definir al ingreso total neto de impuestos (ITN), quitando la proporción de los impuestos (t) que son deducidas del ingreso total. La expresión queda definida como se muestra en (vib).

 

(v)

(via)

(vib)

Por su parte, la expresión que permite medir el Costo Total se desprende de (iva), con una diferencia. En esa expresión, solamente se considera el costo unitario. Ahora bien, si se multiplica por la cantidad vendida, se obtiene el Costo Total (CT), como se observa en la ecuación (vii).

(vii)

Una vez definido la forma que toma el Ingreso Total Neto y el Costo Total, es posible continuar con el análisis del indicador de rentabilidad. Para ello, se utilizará lo que aquí se denominará como "Coeficiente Ingreso-Costo" (CIC). El CIC estará definido por la relación que existe entre el Ingreso Total Neto (incluyendo los ingresos netos generados por todas las actividades económicas realizadas por la empresa -α-) y el Costo Total (incluyendo todos los costos en los que incurre todas las actividades de la empresa -β-), como se muestra en la ecuación (viii), siendo nuestra ecuación fundamental.

 

(viii)

Como se observa, el resultado se ubica entre dos rangos. Uno que va ente 0 y 1, implica que la empresa está obteniendo pérdidas; y otro que es mayor a 1, que significa que la empresa genera ganancias. Se puede notar, entonces, la permanencia en uno u otro rango determinará (potencialmente) el inicio de una contracción económica, ya que de esto depende la formación de las expectativas de los empresarios.

Por otra parte, podría interpretarse también cuál es el "rango de confort" de las empresas. Esto significa, a partir de qué situación las organizaciones comienzan a tomar decisiones que ayuden a restaurar su tasa de ganancia (aumento de la tecnología/aumentar la cantidad de horas de trabajo/despedir trabajadores, etc.), sin que ello implique que estén incurriendo en pérdidas.

Lo anterior es sumamente importante entenderlo, debido a que, a nivel agregado, no necesariamente se podría iniciar una crisis económica por la caída en las ganancias de las empresas, sino que solamente porque los empresarios "no ganan lo que antes sí". Por lo tanto, la salida generalizada del “rango de confort” implicaría la entrada en la “zona de crisis”. A continuación, se presentará el análisis de este indicador para el caso de la cúpula empresaria argentina.

3.1 La evolución del CIC de las 500 empresas más grandes de la Argentina

La concentración y la centralización de los capitales han sido ampliamente estudiadas por Karl Marx en su obra “El Capital” (Marx, 1867; 1885; 1894). En la misma, expone que ambas son inherentes a la dinámica del modo de producción capitalista (Marx, 1867, pág. 529; 1894, págs. 262-263), debido a que la competencia entre los distintos capitales por obtener una mayor cuota de ganancia lleva a la absorción de los capitales más pequeños por los de mayor envergadura (Marx, 1867; Shaikh, 2006; Iñigo Carrera, 2008).

Para el caso argentino, muchos autores sostienen que los primeros rasgos del aumento de la concentración del capital se dieron durante la década de los 70s, resultado de las políticas neoliberales de apertura y desregulación económica y financieras de la última dictadura cívico-militar (1976-1982) (Kulfas & Schorr, 2000a; 2000b; Schorr, Manzanelli, & Basualdo, 2012; Santarcángelo & Perrone, 2012, entre otros). Proceso que fue consolidado durante los noventas con la profundización de estas medidas económicas neoliberales encarnadas en la retirada casi absoluta del Estado del escenario económico (Basualdo, 1999; Kulfas & Schorr, 2000a; 2000b; 2002), teniendo como principal consecuencia que gran parte del valor agregado del total de la economía actual (33%) sea explicado solo por 500 empresas (Santarcángelo & Perrone, 2011a; 2011b; 2011c).

En este marco, se observa que la dinámica que tienen estas grandes empresas posee un alto impacto en el total de la economía. Por lo tanto, podrían obtenerse, a través del análisis de su comportamiento, indicios de la “salud” de la economía, ya que este trabajo es un primer análisis exploratorio. Si bien hay notorias diferencias entre estas firmas y la economía en su totalidad (véase Santarcángelo & Perrone, 2011a; 2011b; 2011c), podría construirse algún indicador que contemple la similitud del comportamiento, o podría estudiarse sectorialmente con más detalle.

Para el análisis que se propone este trabajo, se utilizó como base de estudio a la información estadística que proporciona la Encuesta Nacional de Grandes Empresas (ENGE) elaborada anualmente por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de la República Argentina (INDEC). Los resultados de la ENGE “constituyen un sistema de información permanente que permite comprender el comportamiento de la cúpula empresaria argentina, y son un insumo básico para la determinación de los agregados macroeconómicos (…).Del mismo modo, las empresas encuestadas en la ENGE constituyen el núcleo central para el estudio de los cambios en la estructura económica, tales como los procesos de reestructuración empresaria, modernización tecnológica, privatización, transnacionalización, inserción externa y concentración.” (INDEC, 2007, pág. 11).

La información que da la ENGE es de las 500 empresas más grandes de la economía que se desarrollan dentro de las siguientes actividades: Minas y canteras; Industria manufacturera (Alimentos, bebidas y tabaco; Combustibles, químicos y plásticos; Maquinarias, equipos y vehículos y Resto de industria); Electricidad, Gas y Agua; Comunicaciones; y Resto de los sectores.

A raíz de los datos que ENGE proporciona, el Ingreso Total Neto (ITN) está definido como la sumatoria del Valor Bruto de Producción (VBP), los Subsidios Corrientes y los Intereses y Rentas Cobradas por la cúpula. El ITN así definido es el numerador de la ecuación (viii). Como se observa en el Gráfico 1, que muestra el PBI a precios corrientes y el ITN para el período 1993-2012, existe una clara correlación entre ambas series. Esto permite vislumbrar, a priori, que el comportamiento que toman el ITN de la cúpula es el mismo que tendrá el resto de la economía.

Gráfico 1. PBI a precios corrientes e Ingreso Total Neto de la cúpula empresaria (1993-2012).

Fuente: Elaboración propia en base a la ENGE y a la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales (DNCN).

Por otra parte, el denominador de la ecuación (viii) va estar definido por el Costo Total Neto (CTN) que es igual a la sumatoria del Consumo Intermedio, las Amortizaciones, los Salarios, las Contribuciones, Indemnizaciones por despido, Impuestos a la producción y los Intereses y Rentas pagadas de la ENGE. De esta forma, el CIC queda definido como lo muestra el Gráfico 2.

Gráfico 2. Coeficiente Ingreso Costo y tendencia de largo plazo (1993-2013). En unidades.

Fuente: Elaboración propia en base a la ENGE.

En este gráfico, se observa, en primer lugar, que existen dos niveles promedio del CIC. El primero se encuentra durante la convertibilidad (1993-2001), con un promedio de 1,09 y el segundo, en la post-convertibilidad (2002-2013), se ubica en un nivel un 5% superior a ese período (1,14). Además, se muestra que existe una tendencia de largo plazo al alza de este indicador, lo que significa que ha ido aumentando la rentabilidad de estas grandes empresas.

Por otro lado, el CIC posee un comportamiento esperable de acuerdo a los años de crisis interna (2001) e internacional (2008), ya que en esos años toma el valor mínimo de cada período. Por lo tanto, el comportamiento del CIC presenta una correlación con las distintas coyunturas que atravesó el país.

Si bien la tendencia de largo plazo, como se analizó recientemente, es creciente, se observa que, al analizar las tendencias de distintos sub-períodos, existen tres momentos diferentes, como lo muestra el Gráfico 3. En el mismo, se observa que había una tendencia decreciente del CIC que culmina en el año 2001. Luego, se da un largo período de recuperación que es acompañado con un aumento exponencial de la rentabilidad de estas grandes empresas, teniendo un máximo en 2007. Por último, a partir del 2008, la cúpula comienza a sufrir una merma en su rentabilidad que, hasta el momento, no se ha recuperado.

Gráfico 3. Coeficiente Ingreso Costo y tendencia polinómica (1993-2013). En unidades.

Fuente: Elaboración propia en base a la ENGE.

Por lo expuesto, el CIC permite observar la dinámica de la rentabilidad de estas grandes empresas y, teniendo en cuenta el impacto que tiene su devenir económico en el total de la economía, si estas empresas comienzan a tomar acciones que les permita recuperar su rentabilidad promedio, las mismas tendrán una consecuencia clara en la situación macroeconómica. Además, la salida de la “zona de confort” de su rentabilidad tendría el mismo impacto que posee una notoria caída de las ganancias.

En este contexto, la situación actual de la Argentina lejos se encuentra de la crisis del año 2001, sin embargo, la actitud que tomen estas empresas por la merma de su rentabilidad impactará determinantemente en el resto de la economía, salvo que se encuentren coordinadas con las políticas públicas contracíclicas que se tomen.

4. Conclusiones

En un contexto en el que el nivel de actividad se ve disminuido por factores ajenos al mercado doméstico, la tesis marxista de que las crisis de las economías capitalistas surgen porque la tasa de ganancia se reduce y el capital busca recuperarla para continuar funcionando de acuerdo al mismo esquema de reproducción del modo de producción cobra relevancia. Por tal motivo, el análisis de qué factores repercuten en las decisiones del empresariado es vital para entender el devenir del sistema económico local.

En este trabajo, se abordó teóricamente la composición de la tasa de ganancia como vector que rige las decisiones empresarias. El análisis angular que se expuso es el que realizó Karl Marx en “El Capital” que permitió inferir todo lo que es considerado como ganancia para el capitalista y todo lo que representa una pérdida.

Al definir el “Coeficiente Ingreso Costo” como la relación que existe entre todos los ingresos que obtiene una firma (sin discriminar si proviene de la actividad principal o de actividades alternas o financieras) y todos sus egresos, es posible entender que la rentabilidad y las ganancias obtenidas no están directamente vinculadas con el mercado en el que se desarrollan.

En línea con lo anterior, podría definirse también el "rango de confort" de las empresas. Esto significa, a partir de qué situación las organizaciones comienzan a tomar decisiones que ayuden a restaurar su tasa de ganancia (aumento de la tecnología/aumentar la cantidad de horas de trabajo/despedir trabajadores, etc.), sin que ello implique que estén incurriendo en pérdidas.

Por lo expuesto, si sucediese esto a nivel agregado, se podría observar como esta situación se convierte rápidamente en una crisis económica, cuyo principal problema no es la “debilidad” de la demanda (o del consumo) de forma exógena, sino que, por el contrario, la primera consecuencia es generada por las propias empresas, ya que toman “malas decisiones” (como despedir o suspender a sus trabajadores) con el único objetivo de mantener sus márgenes de ganancias.

De acuerdo al análisis metodológico propuesto en este trabajo, sería interesante observar cuál es la relación que existe entre el CIC y la evolución de cada uno de los sectores involucrados en la ENGE. Sería esperable que exista alguna correlación entre la salida de la “zona de confort” y el inicio de la desaceleración del crecimiento de cada sector.


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Notas

1 Entre ellas, se pueden mencionar la Asignación Universal por Hijo; la re-estatización de la administración de los fondos jubilatorios; el pago de vencimientos de la deuda externa con reservas internacionales, entre otras.
2 Es importante señalar que en este trabajo se hará referencia a la tasa de ganancia de la empresa, contemplando todos los factores que hacen que la misma gane o pierda. Es decir, se tendrá en cuenta no solamente los factores de su actividad principal, sino que además, se tendrán en cuenta los financieros, por ejemplo.
3“c” es capital constante y “v” es capital variable.
4la jornada de trabajo no puede ser extendida por más de 24 horas, que es lo que tiene de duración un día, y el salario no puede ser más bajo que el trabajo esclavo.

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