El papel del poder judicial durante la dictadura y en la actualidad | Centro Cultural de la Cooperación

El papel del poder judicial durante la dictadura y en la actualidad

Autor/es: César Zubelet

Sección: Entrevistas

Edición: 22


El papel que cumple el Poder Judicial fue motivo de una charla debate realizada en el CCC bajo el lema: “Memoria, Verdad y Justicia. Complicidad del Poder Judicial”. Entonces tuvimos la oportunidad de dialogar sobre el papel de la Justicia durante el terrorismo de Estado y en la actualidad con los doctores Tomás Ojea Quintana; querellante en la causa por la complicidad de la empresa Ford en la última dictadura; Carlos Cruz, abogado, profesor en Derecho, especializado en Criminología; y Luis Niño, Juez de la nueva Cámara de Casación.

¿Por qué creen que durante el terrorismo de Estado que vivió nuestro país, se dio una relación bastante estrecha entre la dictadura y el poder judicial?

Tomas Ojea Quintana. En primer lugar, porque la dictadura militar estableció un plan clandestino de represión, pero a la vez tenía que responder a ciertas normas jurídicas que había en el país; para eso debía interactuar con el poder judicial, y de esta forma comenzó a buscar cómplices.

El problema del poder judicial es que, históricamente, es un poder del Estado que ha transigido con los gobiernos autoritarios y dictatoriales. Recordemos que en el primer golpe de Estado de 1930, la Corte Suprema de aquella época emitió una acordada en la que declaraba que no iba a intervenir en relación al golpe de Estado encabezado por el general José Félix Uriburu, y que a partir de ese momento, aquel gobierno de hecho era legítimo, y la Corte no tenía nada que decir en relación a la Constitución.

Desde esa época en adelante, pasando por todos los golpes de Estado, el poder judicial no ha cumplido el rol que debía cumplir, que era marcar las pautas constitucionales que debía señalar en relación a los gobiernos autoritarios, y en particular en el último gobierno militar o terrorismo de Estado.

Carlos Cruz. Porque en realidad en la última dictadura militar, para no irnos más atrás, siempre han tenido en cuenta el control del aparato represivo disciplinante y de dominación social, por eso se han ocupado básicamente de controlar en primer lugar tres aéreas del ejercicio del poder hegemónico: Por un lado, las Fuerzas Armadas, que son las que aparecen impulsando el golpe; en segundo lugar, todas las fuerzas de control policial y parapolicial; y en tercer lugar, los medios de comunicación y el sistema educativo. Estos son los tres primeros ejes disciplinantes que el poder económico concentrado impulso para consolidar su poder.

Luis Niño. Porque no cambió en demasía la composición sociocultural y económica de los distintos estratos judiciales; esto comienza en los albores de la organización nacional cuando las familias patricias disponían de algunos de sus miembros como hombres del poder judicial, magistrados y funcionarios.

Podría decirse sin mayores esfuerzos que si se construía un árbol genealógico respecto a las familias patricias, allí se encontraban en dos o en tres generaciones, donde todos eran más o menos parientes; en otras palabras, un fenómeno de nepotismo muy marcado que aseguraba cierta homogeneidad o uniformidad ideológica.

¿Piensa que el Poder Judicial debería pedir perdón a la sociedad por el rol que ha tenido la Justicia durante la dictadura militar?

Tomas Ojea Quintana. Eso podría llegar a ocurrir, el problema es que nos encontramos todavía en relación a este proceso cuando está recién iniciado; es decir, que estamos en un momento donde no solo se habla de la complicidad del Poder Judicial. Vemos que en la Argentina de hoy el Poder Judicial está mostrando su peor cara, que consiste en prácticas ocultas, escudándose en el anonimato, nadie sabe quién juzga y quién decide, entonces recién se está abriendo a la luz pública, a la sociedad y al pueblo argentino el funcionamiento del Poder Judicial.

Por ejemplo, el grupo de Justicia Legítima es un colectivo interesante, porque esperamos que a partir de sus planteos comience a depurarse el Poder Judicial; para que en algún momento las máximas autoridades pidan disculpas por el error que han cumplido a lo largo de la historia argentina y durante el terrorismo de Estado, ya que han amparado a los gobiernos dictatoriales o de facto.

Carlos Cruz. Algunos sectores del Poder Judicial y del ministerio público han hecho una autocrítica explicita, otros han hecho un esfuerzo por generar cambios desde adentro del Poder Judicial; pensemos que este ámbito está muy fuertemente vinculado al poder económico hegemónico del capital transnacional, y opera básicamente en defensa del poder económico concentrado.

Luis Niño. En realidad lo de pedir perdón es simbólico. Pienso que algunos representantes del Poder Judicial cumplieron con todo lo que pudieron, como el doctor Carlos Oliveri, o la doctoras Silvia Roy y Estela Mari Martínez, yo no me voy a nombrar; pero hubo gente que estuvo a la altura de las circunstancias, de modo que el perdón desde el punto de vista de la institución no estaría mal, sería interesante. Lo más importante, más que gestos simbólicos, es poder generar las bases para una verdadera revolución ideológica en el Poder Judicial, y que los nuevos magistrados y funcionarios compartan las pautas que deben existir en un estado social democrático y de derecho.

¿Qué opinión les merecen algunas de las resoluciones judiciales que benefician a varias empresas acusadas de complicidad con el terrorismo de Estado? Por ejemplo, como sucedió en los casos de Papel Prensa, donde rechazaron tomarle declaración a Héctor Magneto y Ernestina Herrera de Noble; o el caso de La Nueva Provincia, donde se resolvió desvincular a Vicente Massot de la carga que pesa en su contra, y el del Ingenio Ledesma, donde se dictó la falta de mérito a favor del empresario Carlos Pedro Blaquier.

Tomas Ojea Quintana. En particular para nosotros, que estamos trabajando contra los directivos de Ford, por su complicidad durante la dictadura en el secuestro y tortura de una serie de delegados gremiales de la empresa, nos preocupa que el Poder Judicial de la Nación parezca estar de alguna manera a la expectativa de los cambios políticos, utilizando estos juicios contra cómplices civiles, particularmente contra grupos económicos privados, como moneda de cambio, para ver qué es lo que ocurre con el país. Esto es nuevamente una prueba bien clara de cómo opera el Poder Judicial. Es claro que nos preocupa: nosotros en el juicio de Ford estamos listos para entrar en un juicio oral y público contra tres directivos de aquella época, responsables de complicidad, y estamos afrontando también algunos obstáculos que vienen desde la Justicia. Esto lo tenemos que dar a publicidad, expresar nuestra preocupación y exigirle al Poder Judicial que actúe como corresponde, respetando los tiempos procesales y llevando a juicio a estas personas en tanto y en cuanto existan las pruebas.

Ya se han juzgado a los militares y a otros cómplices civiles como Christian Von Wernich, o algunos otros, por eso es necesario afrontar los juicios contra los cómplices civiles, es una deuda pendiente, para concluir con este proceso.

Carlos Cruz. Esto sucede porque el Poder Judicial está muy vinculado con la defensa de los intereses del poder económico y, en estos casos, no han dado sino otro testimonio que la defensa de estos intereses.

Luis Niño. Realmente, me inhibo de hablar de procesos penales que no conozco personalmente, porque sería opinar de lo que leo en los medios, y en ellos veo cosas muy diversas, según el medio que utilice para la información. De todas maneras, me parece que es importante hacerle frente a delitos de gravedad, como son los delitos de lesa humanidad: Se deben extremar los recaudos dentro de las reglas del debido proceso, para que todos los responsables de esos delitos puedan ser enjuiciados y responsabilizados, eventualmente, al comprobarse su culpabilidad.

¿Consideran que hay una parte del Poder Judicial que se está apartando de las leyes y que se está transformando en un partido judicial?

Tomas Ojea Quintana. Tengo mucho respeto por los partidos políticos, porque son instituciones muy importantes para la democracia. Creo que lo que está pasando con esa parte del Poder Judicial que usted menciona, ni siquiera es una partidización. Se trata realmente de respuestas casi fácticas de ciertos grupos o sectores de la Justicia, que se ven amenazados por la exigencia del cumplimiento de la Constitución.

Son reacciones que, obviamente, tienen el respaldo de ciertos grupos de poder en la Argentina, como, por ejemplo los grupos mediáticos. Hoy eso está claro, lo vemos todos los días; cualquiera de nosotros que abre cualquier diario ve cómo opera el poder mediático, en coordinación con ciertos accionares de la Justicia. Lo bueno es que está quedando a la vista este tipo de comportamiento, y este gobierno está poniendo en evidencia esas conductas; la sociedad argentina va a ir comprendiendo estos mecanismos, y de esa forma podremos crecer como sociedad.

Carlos Cruz. No. Los miembros del Poder Judicial participan de los conflictos, de los intereses y de los debates de la sociedad, y los miembros de este poder defienden intereses... Claro que mayoritariamente se encaminan en defender los intereses del poder económico concentrado. En este sentido, es coherente ese Poder Judicial estructurado en la defensa del interés económico corporativo, y esto lo trasmite en sus fallos.

Luis Niño. Creo que siempre hubo en los sectores más conservadores del Poder Judicial una suerte de esperada subversión. Lo dije alguna vez en un foro de colegas, y no fue bien recibido: que inesperadamente los sectores más conservadores eran subversivos porque le daban más importancia a las leyes y a los reglamentos, que a la Constitución y al bloque de convencionalidad1. Pienso que esto no ha variado demasiado hasta el presente, y hace parte a la formación de los nuevos cuerpos el hecho de robustecer el respeto por la Constitución y por las convenciones que componen el derecho internacional de los derechos humanos: Solo así podremos garantizar un servicio de administración de Justicia, fiel a un estado constitucional de derechos.

¿Les parece que es necesaria una reforma del Poder Judicial? Y de ser así ¿qué líneas generales habría que tener en cuenta para llevarla adelante?

Tomas Ojea Quintana Pienso que hay que hacer una profunda reforma judicial que incluya distintos elementos: Por lo pronto, es muy importante el rol directo del pueblo. Una de las criticas más severas al Poder Judicial es que actúa de forma oculta, sin que la comunidad conozca cómo funciona, y por esto es necesario pensar qué tipo de normas podemos generar como sociedad para reformar esta parte del Poder Judicial.

Este gobierno buscó y puso ciertos lineamientos que no fueron aceptados; seguramente se pueden y deben mejorar esas propuestas; pero el Poder Judicial tiene que abrirse al control público, ser más profundo y abarcativo que el simple Consejo de la Magistratura. En eso es lo que tenemos que pensar de ahora en más, para que el Poder Judicial se adecue a los tiempos que corren: un Poder Ejecutivo que es sometido al control del pueblo, un Poder Legislativo muy visibilizado del que se conoce cómo funciona, y en ese mismo sentidp, tenemos que hacer visible cómo funciona el Poder Judicial.

Carlos Cruz. Uno de los elementos a tener en cuenta es promover la formación de los jueces, concursos transparentes de antecedentes y de oposición: este es uno de los núcleos a futuro en una reforma del Poder Judicial. Además, trabajar en impartir la idea de los juicios por jurados en el área penal.

Luis Niño. Sí, estamos embarcados en eso. Por lo pronto, la Ley de Democratización de la Justicia es uno de los arietes para terminar con el nepotismo; debe estar bien implementada a partir de los concursos de oposición y antecedentes, donde sea el mérito el que otorgue los mejores lugares, esto, complementado o no con sorteos, pero por lo menos, con un concurso de antecedentes apto. Esto producirá, sin lugar a dudas, un mejoramiento de la situación que estamos describiendo.


1 Nota de la redacción: El concepto de convencionalidad y su control se refiere na la revisión de congruencia entre las normas nacionales y la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH) que deberán realizar tanto los jueces, como las autoridades de los Estados parte de la Convención.

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