Fernando Buen Abad Domínguez: “La derecha regional nos está poniendo a prueba” | Centro Cultural de la Cooperación

Fernando Buen Abad Domínguez: “La derecha regional nos está poniendo a prueba”

Autor/es: César Zubelet

Sección: Entrevistas

Edición: 21


Mexicano de nacimiento, Fernando Buen Abad Domínguez integra la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad y el Consejo Consultivo de TeleSur. Es miembro de la Corriente Marxista Internacional. Doctor en Filosofía, Máster en Filosofía Política, Director de Cine egresado de New York University y Licenciado en Ciencias de la Comunicación, es especialista en Filosofía de la Imagen, Filosofía de la Comunicación y Crítica de la Cultura. Además desarrolló actividades de investigación y docencia universitaria en México, Argentina, Venezuela, Bolivia, Perú y Estados Unidos, entre otros países.

¿Cómo ve el actual momento del continente con gobiernos progresistas que avanzan en algunos cambios y, paralelamente, una derecha regional que busca frenar este proceso?

Nos están poniendo a prueba, ahora tenemos un examen nuevo, ya tenemos el ejemplo de Chávez, tenemos su fortaleza, su lucha, tenemos al pueblo boliviano con Evo Morales en un trabajo excepcional de dignidad; estamos viendo a un Correa diciendo las cosas que hay que decir a tiempo, en modo y en tono; estamos viendo a esta Argentina, viendo cómo asciende de los limites que tiene el proyecto kichnerista, que puede y debe crecer y debe profundizar. Es decir, tenemos una oportunidad magnífica en la región, pero solo si, si logramos la unidad.

¿Cuál es la principal tarea en común que tienen las distintas naciones de América Latina?

Dijo Marx, es la última palabra de su Manifiesto, unidos. Si no es unidos es muy difícil salir de esto; en todo caso este proyecto de la unidad debe ser agenda obligatoria de América Latina. Unidad no es uniformidad, implica acuerdo en lo que es posible y en los que no hay que hacer una agenda de discusión para seguir trabajando.

Pero es necesario crear una revolución epistemológica que nos permita rediscutir nuestras diferencias y ponerlas en la rutas que sean productivas y no nos paralicen, porque paralizados y desunidos estamos muertos.

¿Cuáles son los desafíos que tienen los diferentes países para una mejor integración?

Desarrollar las fuerzas productivas propias, en la medida de que estemos dependiendo de la adquisición de productos importados, el costo para nosotros es brutal; en todo caso esa es una de las grandes y difíciles tareas que tenemos por delante.

Por supuesto que esto conlleva tareas de formación crítica y descolonizada; porque también el pensamiento en la formación científica ha sido colonizado por un conjunto de epistemologías que no corresponden a las necesidades del desarrollo de los países, creo que en estos hay que hacer ajustes.

Por eso es la gran revolución educativa y epistemológica que estamos requiriendo, además pienso que en la clave de la producción existe la necesidad de una gran revolución.

¿Qué papel deben tener los medios públicos, comunitarios y alternativos de comunicación en este proceso?

Mejor calidad argumentativa, ya no se puede seguir recitando meros frases y slogans. Me parece que hay que ver las razones de los hechos, las razones de la acción y de la lucha razonadamente; y creo que con eso hay que saber potenciar y multiplicar nuestra capacidad de argumentación y luego de una vez y para siempre hacer el trabajo de comunicar las grandes e importantes propuestas de la mejor manera.

La capacidad de argumentación tiene que sembrarse desde las bases, tiene que haber un gran movimiento regional de argumentación desde abajo, y que eso sea lo que arme y organice los nuevos medios que necesitamos, ya sabemos que la otra forma no funcionó, y que tenemos que hacer un cambio inmediato.

Algunos países sancionaron leyes que favorecen a la democratización del espectro radioeléctrico; pero ¿alcanza solamente con la legislación para crear nuevas voces?

Distribución, democratización real... Ahora comienza lo más difícil, haber logrado la ley es un gran triunfo, ni qué decir que ahora es la vanguardia con el concepto de desmonopolización. Pero esto no alcanza, ahora hay que hacer el trabajo difícil que es la revolución distributiva, realizar un acceso eficiente a las voces alternativas y comunitarias.

Y luego, necesariamente, provisión tecnológica, de recursos, y obligatoriedad de obediencia a los avances políticos de las bases, si no hay un rigor respecto a cómo se diseñan los contenidos y los temas, de nada sirve que tenga la gran tecnología, o una gran distribución si no hay coincidencia con un proyecto político de unidad.

Compartir en

Desarrollado por gcoop.