Entre desafíos y límites del desarrollo: resonancias de discursos aún vigentes | Centro Cultural de la Cooperación

Entre desafíos y límites del desarrollo: resonancias de discursos aún vigentes

Autor/es: Ana Grondona

Sección: Especial

Edición: 21


La cuestión del desarrollo recorre (¿cómo un fantasma?) nuestro continente. Cuando muchos lo creían, finalmente, exorcizado, ha regresado para colocarse como un punto ineludible en la agenda política y económica de la región. Este regreso, añorado o lamentado, resulta necesariamente polémico. No sólo en las voces del “Buen vivir”, que antagonizan con aquello que, según entienden, ha sido la vía hegemónica del desarrollo, sino también en las perspectivas que prometen un “neodesarrollismo” que nos enfrenta a la clásica cuestión de las continuidades y rupturas que anidan en el prefijo arrimado.

Este dossier se propone, entonces, acercar diversos aportes a un debate de múltiples aristas. Aunque las reflexiones son preponderantemente conceptuales e insisten en poner en relación algunos debates actuales con otros de las décadas de cincuenta y del sesenta del siglo XX, este número especial también ofrecerá discusiones más puntuales en torno de la agenda actual de políticas de desarrollo en la región. Así, los cinco trabajos que presentamos en este número de la Revista del CCC recortan diversos interrogantes vinculados a la reemergencia del desarrollo como horizonte de la política.

El trabajo de Juan Manuel Telechea y Nicolás Hernán Zeolla que inaugura este dossier revisita el pensamiento económico del estructuralismo latinoamericano (y, fundamentalmente cepalino) a la luz de las perspectivas “neo” estructuralistas más contemporáneas. Este texto aporta una mirada rigurosa sobre algunos de los nudos conceptuales del estructuralismo económico –la teoría de deterioro secular de los términos de intercambio, los problemas de la Inflación estructural y de la dependencia tecnológica, entre otros– al tiempo que señala las notorias discontinuidades que presentan las perspectivas actualmente desarrolladas desde la CEPAL. Aun cuando el neoestructuralismo parece compartir un impulso de modernización del aparato productivo capaz de superar los límites de la industrialización mercado-internista, no repone de igual modo una serie de orientaciones que habían resultado medulares en la perspectiva inaugurada por Raúl Prebisch. Particularmente, aquellas que remitían a la activa intervención del Estado en la economía, sobre la base de un diagnóstico en el que ocupaban un lugar clave las variables políticas asociadas tanto a la distribución local como internacional de resortes de poder.

El siguiente artículo, de Andrés Tzeiman, indaga en el “neodesarrolliso” según está siendo actualmente retomado, discutida o descartada por Luiz Carlos Bresser Pereira, Aldo Ferrer y Maristella Svampa. Este haz de discursos le permite revisar posiciones divergentes, desde las más optimistas sobre la posibilidad de reconstruir una vía de desarrollo que permita que la región “alcance” a los países ricos, hasta las posiciones más secamente pesimistas respecto de las consecuencias fatales, tanto sociales como ecológicas, de las políticas actuales (reducidas a la categoría de “extractivistas”). En particular, Tzeiman se detiene a analizar el peso que cada perspectiva asigna a la dimensión política del desarrollo económico, tanto en lo que hace a su capacidad para lidiar con las complejidades de los escenarios signados por intereses desiguales y en disputa, como a la centralidad otorgada al Estado como actor relevante en los procesos sociales y económicos de la región.

El escrito de Diego Giller, por su lado, nos propone una mirada renovada sobre las “teorías de la dependencia”. En primer lugar, cuestiona su presentación como una ruptura “sin más” respecto de los discursos desarrollistas, en particular los de CEPAL. Por otra parte, nos propone una genealogía más compleja que las narrativas que comúnmente se proponen reponer las discusiones del dependentismo. Precisamente, en lugar de preguntarse por la unidad de una escuela (que no encuentra siquiera entre los autores “clásicamente” asociados a estas discusiones), Giller teje, a partir de la noción de “problematización”, una trama a la que convoca a figuras usualmente desatendidas por aquellas narrativas tales como Sergio Bagú, Agustín Cueva, Ernesto Laclau y René Zavaleta Mercado. La articulación de elementos olvidados no se reduce a la incorporación de estos nombres propios, Giller también nos propone revisar los acontecimientos históricos que asociamos inevitablebemente al horizonte del dependentismo como matriz latinoamericana de pensamiento.

El artículo que sigue, de Ramiro Coviello y Pilar Fiuza, presenta un interés similar en exhumar memorias olvidadas en el debate económico latinoamericano. Este texto, que presenta la actual línea de indagación del Grupo de Estudios sobre Historia y Discurso del CCC, se propone indagar en posiciones que aun antagonizando con el mainstream de las teorías del desarrollo, han recibido menor atención que las perspectivas dependentistas. Se trata de las discusiones asociadas a “otro desarrollo” que entre mediados de la década del sesenta y la de los setenta, en voz de Oscar Varsavsky y Fundación Bariloche, buscaron impugnar la mirada etapista, según la que el camino que los países periféricos debían seguir en aras de su propio bienestar estaba ya trazado de antemano. La incorporación de estas discusiones, usualmente reducidas al ámbito del debate científico y tecnológico posee una gran actualidad, pues, tal como muestran Fiuza y Coviello, existen múltiples resonancias entre aquellas discursividades y las actuales discusiones alrededor del Buen Vivir, presentes en Bolivia y Ecuador.

Este dossier, tal como señalamos más arriba, no sólo indaga en los entramados conceptuales asociados a la cuestión desarrollo, sus límites y desafíos, también avanza en la delimitación de problemas concretos de la agenda política actual de la región. En este sentido, el trabajo de Leonardo Granato retoma una cuestión nodal: el papel de la integración regional en relación a las asimetrías entre diversos países. En particular, su trabajo se centra en el análisis del MERCOSUR en el período 2003-2014. Para ello, realiza una revisión de los paradigmas económicos y modelos de desarrollo que han orientado la política de la subregión, desde el “regionalismo abierto” que primó durante la década de los noventa hasta la reconfiguración de una integración sostenida en la solidaridad regional, que mediante la puesta en marcha en 2005 del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM) ha intentado intervenir directamente sobre las asimetrías al interior del bloque.

Tanto la indagación conceptual en diversas matrices teóricas del pensamiento latinoamericano, como el análisis de los desafíos actuales de la integración regional (v.gr., las asimetrías que se ponen en juego) hacen del presente dossier una invitación a seguir pensando los desafíos y límites del desarrollo.

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