El Área de Títeres y Espectáculos para Niños es una célula orgánica dentro del Departamento Artístico. Somos veinticinco artistas que trabajamos en la producción de espectáculos infantiles y, al mismo tiempo, participamos en la construcción del proyecto político cultural del Centro Cultural de la Cooperación. Nuestra tarea, además de lo específico, es formarnos como intelectuales críticos, y también formar artistas jóvenes altamente profesionales y comprometidos socialmente, que puedan participar en la vida sociopolítica del país desde la construcción de una nueva cultura participativa y plural. Nuestra tarea implica producir bienes simbólicos, pero también implica participar en la creación, gestión y conducción de nuevas políticas culturales. La base fundamental es el trabajo en equipo, en cooperativa, tanto en la producción artística como en la gestión y en la socialización de los bienes.

Creemos profundamente en la función transformadora del arte y que cada niño en el planeta tiene derecho de ser rodeado de arte, porque el arte es belleza, es pasión, es conciencia, es aprendizaje. Nuestro objetivo es producir espectáculos de excelencia artística, que más allá de la diversión tengan contenidos profundos. Para la programación de la cartelera de espectáculos para niños buscamos variedad de géneros y no nos olvidamos de la doble responsabilidad que tenemos como artistas y formadores de personas. El impacto que genera el arte en los niños es muy fuerte porque los estimula a nivel emocional, les incorpora valores, los sensibiliza y les despierta reflexión. Les ayuda a imaginar y a pensar.

La tarea de un artista es una tarea pública, de exposición permanente. Desde el escenario trasmitimos ideología, creencias, criterios y gustos estéticos, por eso debemos ser concientes de la importancia y el impacto que el arte genera en el espectador, y más cuando de público infantil se trata. El niño es un ser pensante y, por lo tanto, debe descubrir, conocer y comprender el mundo. Debe incorporar valores éticos, morales e ideológicos desde chiquito y el contacto con el arte lo va a ayudar en este proceso de formación.

El Proyecto Arte en la Escuela

Arte en la Escuela es un proyecto artístico-educativo coordinado por el Área de Títeres y Espectáculos para Niños del Departamento Artístico que se propone fomentar el arte estimulando la creatividad, la sensibilidad artística, la imaginación y la reflexión en alumnos de todas las edades. Es un proyecto que integra artistas, docentes y alumnos en un vínculo diferente de aprendizaje, debate y reflexión. Arte en la Escuela se desarrolla en forma ininterrumpida desde el año 2003; convoca alrededor de 10.000 alumnos por temporada escolar, y realiza entre 100 y 130 funciones por año.

Lo más interesante de este proyecto es una nueva convocatoria que abrimos a partir del mes de julio del año 2010, que invita especialmente a escuelas de muy bajos recursos, de barrios humildes y rurales, tanto de capital cómo del conurbano, cuyos alumnos son chicos de familias que viven en extrema pobreza. Es un proyecto social y político que surge de nuestra preocupación por integrar a estos niños, mostrarles que otro mundo es posible, ayudarlos en su proceso de formación integral y brindarles la posibilidad de tener acceso a todos los beneficios que ofrecen el arte y la cultura para formar seres sensibles con sentido crítico, solidario y participativo.

A nosotros los artistas nos gratifican enormemente desarrollar esta actividad a través del oficio que elegimos y amamos, no solo por la implicancia artística, sino esencialmente por la humana, ya que entendemos al artista como un sujeto íntegramente comprometido con lo social, con su entorno y con su época. El contacto directo con nuestros pequeños espectadores nos ayuda conocer a fondo la problemática de estos niños y sus familias y desde este conocimiento generar alternativas para trabajar mancomunadamente, e ir atendiendo las necesidades concretas y específicas de cada establecimiento educativo y de cada grupo en particular.

Los testimonios de los directivos y los docentes que comparten con nosotros las reuniones de balance de la actividad son conmovedores. Palabras que nos emocionan y por momentos nos llenan los ojos de lágrimas. Estos chicos con sus familias habitan la misma ciudad que nosotros, son vecinos nuestros, pero sin embargo viven una realidad totalmente diferente, cruel e inhumana.

“Su vida gris, sus casitas de cartones y chapas, les impiden reconocer los otros colores”, contaba Patricia Olivari, psicopedagoga de la Escuela Primaria Nº 77 de Villa Caraza, Lanús. En la misma ciudad plagada de oferta cultural y artística, ellos no tienen acceso a ninguna obra artística, salen de noche para juntar cartones para poder sobrevivir. Un chiquito de siete años con una sonrisa radiante y carita de felicidad comento después de una funcion: “Seño, ¡qué suerte tuve hoy que no vine a capital para cartonear, si no para divertirme!”

“¡Fue increíble! -continúa Olivari-. El impacto en nuestros alumnos fue tan grande después de ver la obra de Teatro Negro con tantos colores fluorescentes, que ellos ya no dibujaban con lápiz negro u marrón, si no que buscaban colores vivos y estridentes que cambiaron por completo el aspecto de sus dibujos y los llenaron de vida!”