El martes 11 de junio en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, se realizó la segunda charla del ciclo de debate La Patria Grande; con la participación del Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Abel Prieto, quien disertó sobre “La cultura en la Cuba de hoy”.

El también ex Ministro de Cultura y actual asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, estuvo acompañado en el panel por el Diputado Nacional y Director del CCC Juan Carlos Junio, el embajador de Cuba Jorge Lamadrid Mascaró, el secretario del Partido Comunista Patricio Echegaray y el director del Programa Educativo de Educación a Distancia en Ciencias Sociales del CCC, Atilio Borón.

En la actividad, estuvieron presentes en el público, entre otros, el legislador porteño Edgardo Form, los y las periodistas Stella Calloni, Thelma Luzzani, Carlos Aznárez y Luisa Valmaggia; escritoras y escritores como Laura Devetach, Mario Goloboff, Vicente Battista y Luisa Valenzuela; el presidente de la Sociedad Argentina de Escritores Alejandro Vaccaro, el actor Ricardo Díaz Mourelles y el presidente de la Federación de Entidades Gallegas, Paco Lores.

Al presentar a Abel Prieto, Juan Carlos Junio se refirió a él como una importante personalidad de la cultura, “un hombre que ha generado grandes debates en su país y en el continente sobre la cultura, el arte y la política”, además de ser un importante escritor cubano. Además, indicó que:

Este ciclo se genera a partir de la mirada de un centro cultural de izquierda, con una fuerte impronta americanista, donde vivimos una extraordinaria etapa histórica, en una época de grandes revoluciones, en la que, desde los diferentes procesos políticos encontramos enormes similitudes, y cuestiones disimiles propias de nuestras historias y culturas, y de las peculiaridades sociales de cada uno de nuestros países.

Junio también sostuvo que:

Somos conscientes que vivimos una crisis del capitalismo, profunda, grave, orgánica; que tenemos que transformar a la sociedad, crecer en el rol del estado, librar la batalla ideológica, recuperar nuestra soberanía económica, política y cultural, y fortalecer la unidad latinoamericana como condición excluyente para triunfar en esta parte histórica y terminar con la pobreza.

Al mismo tiempo afirmó que:

La Revolución Cubana, con la cual todos nos sentimos comprometidos, a la cual amamos, defendimos, que ha marcado todas nuestras vidas, la vida de varias generaciones de hombres y mujeres no sólo de nuestro continente, sino del mundo entero, es el gran hito de la historia del siglo veinte de los pueblos revolucionarios en nuestro continente, siguiendo la tradición de las ideas de José Martí, aquel gran ariete entre el siglo diecinueve y veinte, con una cultura latinoamericana y revolucionaria.

Luego, Patricio Echegaray agradeció en nombre del Centro de Estudios Héctor P. Agosti impulsado por el Partido Comunista, el gesto del Centro Cultural de la Cooperación de “crear las condiciones para que Abel Prieto pueda participar de este ciclo La Patria Grande, que tiene una gran trascendencia, con nombres de importancia”.

Al referirse a Prieto lo hizo reconociendo su trayectoria como militante revolucionario:

Abel es un gran revolucionario, es un hijo de la Revolución Cubana que ha luchado, y ha combatido desde la primera línea de la batalla, donde se disputan las ideas; fundamentalmente desde el Ministerio de Cultura durante quince años, quizás el peor momento mundial para las fuerzas revolucionarias, que tuvo repercusiones tremendamente duras y difíciles, desde el punto de vista económico y político.

Al momento de abordar la visita de Abel Prieto a la argentina, Echegaray aclaró que la misma no era de carácter oficial:

Abel no viene con alguna función de tipo gubernamental, viene a acompañarnos con sus conocimientos, con la profundidad de su pensamiento en una efemérides revolucionaria que debe ser fundamental para nosotros como es el ochenta y cinco aniversario del nacimiento de Ernesto Che Guevara.

De igual forma, señaló que la recordación del aniversario de El Che...

...la tenemos que hacer partiendo de lo que nos ha dicho Fidel, que la batalla fundamental que tenemos es la lucha de ideas. Lo que nos decía, como está escrito en la entrada de este centro, un notable cooperativista y dirigente comunista, y gran impulsor del movimiento cooperativo, Floral Gorini: él decía que, de todas las luchas, la lucha fundamental es la batalla cultural.

“La integración de Nuestra América o es cultural o no es integración”

Por su parte, al momento de hacer uso de la palabra, Abel Prieto expuso que: “la cultura cubana hoy está en un momento muy importante, a pesar de los huracanes terribles que le han pasado por arriba a nuestras instituciones culturales, y de la situación de tensión financiera y económica que estamos viviendo”.

Igualmente, explicó que en Cuba:

El camino que se ha emprendido que llamamos actualización del modelo, no tiene nada que ver con una restauración capitalista, como alguna gente, un poco delirando, ha dicho. Los cambios son para hacer un socialismo más productivo, más eficiente, que responda a las necesidades actuales del pueblo; estos lineamientos se discutieron en todo el país, en los Comité de Defensa de la Revolución, en los lugares de trabajo, de estudio y de producción.

Prieto, de la misma manera, aseguró que:

La integración de Nuestra América es cultural o no es integración: Puede haber acuerdos comerciales, alianzas políticas, tratados de mucha trascendencia; pero todo eso termina siendo coyuntural, reversible sin el respaldo de una plataforma de integración cultural. Sin ese respaldo, la integración es frágil y, quizá, ficticia.

A este tenor, apuntó que:

Cuando hablamos de integración cultural, decimos que somos una sola familia en términos culturales. No es retórica, es real: es verdad que América Latina y el Caribe son una sola familia espiritual y cultural. Esa realidad permitirá, si logramos que tenga un respaldo institucional, profundizar vínculos entre instituciones culturales, los que a veces llamamos núcleos de resistencia cultural contrahegemónica; que existen en toda la región, y que son importantes haciendo un trabajo contra viento y marea, fundamentando, avanzando y articulando.

El intelectual cubano, a la par, comentó que:

Mucho antes de que triunfara la Revolución Cubana y que se creara la Casa de las Américas, que ha hecho un trabajo muy grande por la integración cultural, y mucho antes de que triunfara la Revolución Bolivariana con ese líder extraordinario al frente: Hugo Chávez, y se lanzara la idea del Alba Cultural, mucho antes de todo esto, desde tiempo muy remotos, se fue construyendo una integración en términos culturales al margen de los gobierno y las políticas. Esta integración cultural se fue produciendo por otras vías, con el instinto de nuestro pueblo que desoyó el fanatismo panamericanista, el objetivo yanqui desde la Doctrina Monroe.

También alegó que:

Uno de los peligros a los que están sujetos los procesos de integración cultural y nuestras propias culturas nacionales, es la ofensiva cotidiana e implacable de la industria del entretenimiento, que puede destruir esencias, lo que hicimos, lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser. Es por eso que todo esfuerzo hacia la integración debe ir acompañado de un primer paso, de una radical operación anticolonial, que nos arranque lo que Martí llamó las antiparras yanquis, para que nos permita vernos y reconocernos a nosotros mismos.