"Los muros y las puertas en el teatro de Víctor García" de Juan Carlos Malcún. Inteatro, 2011 | Centro Cultural de la Cooperación

"Los muros y las puertas en el teatro de Víctor García" de Juan Carlos Malcún. Inteatro, 2011

Autor/es: Marita Foix

Sección: Palos y Piedras

Edición: 18


Necesito hacer salir el alma del actor,

controlar sus reacciones,

deshinibir al comediante para que se exalte.

Víctor García

Juan Carlos Malcún, arquitecto tucumano, ha reconstruido la trayectoria del gran director teatral Víctor García, prácticamente desconocido para muchos y que tanto influyó en el trabajo de grandes directores europeos como Peter Brook. Este trabajo minucioso le ha llevado muchos años y hoy se concreta en esta publicación del Instituto Nacional del Teatro. Como muy bien lo marca en su prólogo Carlos Pacheco:

Este es el primer libro que, en Argentina, da a conocer el universo personal y creativo de Víctor García, un artista que realizó aportes importantísimos para la escena contemporánea mundial. i

El libro traza un recorrido por la experimentación que Víctor García comienza en su Tucumán natal, luego brevemente en Buenos Aires, para desarrollar la mayor parte de sus trabajos en Brasil, en Europa (en especial en París y en Madrid), así como en Israel y otros lugares, hasta ese momento poco conocidos en la perspectiva teatral. .

Malcún contó con el aporte insoslayable de las hermanas de Víctor García, en especial, de la arquitecta Juana García, que le suministraron importantes materiales inéditos y datos desconocidos de su trayectoria.

El título de la obra de Malcún, Los muros y las puertas, surgió de una dedicatoria que Víctor hace a su hermana, Juana, de un libro de Albert Camus, El revés y el derecho. La frase es: “Todo muro es una puerta”. Quizás la mejor definición para la estética teatral de Víctor García y los muros de la intolerancia que tuvo que sortear para mostrar su arte.

Víctor García se aleja de la Argentina en 1962, después del golpe de Estado contra el presidente Arturo Frondizi, y deja así, después de una detención arbitraria, ese país de golpes de Estado y represión, para desarrollar su arte en otras tierras.

En su infancia tucumana tuvo incentivos artísticos por parte de sus padres y también una fuerte influencia española. Según testimonios de su hermana Juana también repercutió en sus intereses la cultura del norte argentino.

Más tarde tiene un teatro de títeres donde pone en escena obras de Federico García Lorca como El retablillo de don Cristóbal. Luego integra un grupo de teatro El Cardón junto a Raúl Serrano.

Viaja a Buenos Aires, donde completa su formación teatral en el Instituto de Arte Moderno con Marcelo Lavalle. Y con sus compañeros de este instituto escribe el manifiesto del grupo Mimo Teatro:

I. “Mimo Teatro” lo constituimos un grupo de jóvenes que vivíamos por una necesidad de belleza e investigación en el campo del arte.

Pertenecemos a la Federación Argentina de Teatros Independientes y hacemos teatro-escuela. La preparación del actor comienza con la educación corporal basada en ejercicios de plástica e improvisaciones espaciales de ritmo y tiempo. Conociendo y dominando el cuerpo los actores pasan por procesos de desinhibición, deshumanización y pérdida de individualidad en grupo, disciplinándose, así, la intuición creadora y entregándose a la unidad de acción.ii

García escribe este manifiesto en 1958 y toma distancia del teatro naturalista. Marca una estética que se proyecta en Buenos Aires a partir de representaciones de obras de Lope de Rueda, Shakespeare, de García Lorca, de Alfred Jarry, entre otros y luego la lleva a Brasil y a Europa. Es una experiencia de teatro laboratorio. A esto se agrega, como dice Malcún, “el uso de maquinarias, como elemento organizador de sus espectáculos”, que será el elemento característico de todas sus puestas posteriores.

Malcún analiza detalladamente la poética de dirección de Víctor García quien, como él lo señala, tenía una gran formación teórica.

Víctor García intenta una relación con el espectador a partir de imágenes simultáneas diseñadas en un espacio abierto.

Hay un concepto que marca Malcún como básico en la poética de García: el concepto de “módulo esencial” referido a “un elemento que llamaremos “dispositivo escénico”. 1 Y agrega:

Este objeto es una máquina única que va adaptándose y transformándose a lo largo de todo el discurso teatral, en una compleja relación que intenta maquinizar al hombre y humanizar a la máquina.iii

Las máquinas que crea García estructuran su puesta en escena. Actores y máquina se convierten en el objeto de su trabajo. Malcún lo relaciona también con la arquitectura de Le Corbusier. Nociones cercanas a lo que hoy llamamos performance.

El piso de la caja escénica clásica del teatro, la mayoría de las veces es inexistente, porque las acciones ocurren en el aire; o bien inclinado, elástico, anegado, con planos que se abren como zanjas, desde donde surgen y caen personajes, insectos y animales mitológicos, con lo cual se organiza una ceremonia teatral donde las nociones referenciales de tiempo y espacio quedan abolidas.iv

El ensayo de Malcún se complementa con opiniones de quienes trabajaron con él: Nuria Espert y otros actores y actrices de distintas nacionalidades. En este sentido se adelanta a lo que hoy analizamos como multicultural.

Los últimos capítulos analizan las obras representadas por las compañías de Ruth Escobar en Brasil, y de Nuria Espert y Armando Moreno en España. Una rica entrevista a Nuria Espert marca aspectos de la trayectoria de Víctor García y su personalidad como teatrista.

Finalmente, una minuciosa cronología de las puestas en escena de Víctor García, completa este excelente trabajo. La bibliografía que se consigna es exhaustiva y habla a las claras de la profundidad del trabajo maravilloso realizado por Malcún. Un precioso material fílmico figura en la bibliografía que sirve para documentar algunos de los trabajos más importantes de García.

Victor García rompe con el teatro a la italiana y acerca su poética de director a los postulados de Gordon Craig y Antonin Artaud. Y nos hablaba, cuarenta años atrás, de la mayoría de las experimentaciones que se hicieron con posterioridad en el teatro argentino y en la actualidad.

Abril de 2013


Notas

1 Malcún, op.cit., p. 64.
i Malcún, Juan Carlos, Los muros y las puertas en el teatro de Víctor García, Buenos Aires, INT, 2011, con prólogo de Carlos Pacheco, p. 8.
ii Malcún, Juan Carlos, op. cita, p. 60.
iii Malcún, Juan Carlos, op. cita, p. 64.
iv Malcún, Juan Carlos, op. cita, p. 91.

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