En nuestro país, prolífico en puestas en escena de teatro para niños, no abundan los textos dramáticos publicados. Si bien sabemos del intenso trabajo dramatúrgico producido en talleres específicos de calidad, son pocas las piezas que llegan a los lectores en forma de libro. Por eso celebramos esta edición de Un ovillo con Pelusa, adaptación de la obra de teatro de títeres del mismo nombre, estrenada en abril de 2011 en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini de la Ciudad de Buenos Aires. A la oveja Pelusa se le cae el ovillo de lana con lunares y sale corriendo detrás. En su recorrido conoce a la abuela Cuqui, a su vecina Doña Coca, la que cocina panqueques, a Quique, mientras el ovillo se escurre, rebota y se estira. Finalmente, Pelusa ganará un amigo para jugar: una ágil ovejita a lunares. Por tratarse de un libro para niños las ilustraciones de Alejandra Inés Alonso cumplen un rol central en el ejercicio de la lectura porque anima, acerca e incluso amplía el mundo imaginario de la obra. Los niños quedan atrapados por los sentidos que generan los llamativos colores y las gráciles formas de las ilustraciones y por la tierna imagen de Pelusa, el personaje principal de esta deliciosa creación. Además, el libro incluye un CD con las canciones de la obra, compuestas por José Ríos y Federico Palmero marcando distintos ritmos. Sobresale “La murga de las ollas” y “Llegan las ovejas”.

Cyrano es un libro objeto, de impecable factura artística, al servicio de un clásico. Narrado por Tai-Marc Le Thanh, esta edición es una joyita del arte para los niños. La combinación perfecta entre un texto bellísimo y las distinguidas ilustraciones de una de las creadoras más destacadas del mundo: Rébecca Dautremer. La autora de Elvis, Babayaga y Las historias de Séraphin Mouton, es una joven creadora francesa, primera en los catálogos del mundo. Cyrano tiene una nariz enorme y un amor imposible: el de su prima Roxana. Pero ella pensaba en el bello pero tonto Christian. Un día Cyrano quiso ayudar gentilmente a Christian para conquistar a Roxana, y comenzó a dictarle las poesías más bellas. El arte de las palabras y las metáforas hace surgir el amor entre ellos dos, más allá de las apariencias físicas. Con un marcado estilo oriental, Le Thanh rescata lo mínimo y esencial del texto de Rostand para ponerlo en primer plano y contar con máxima sencillez uno de los mejores relatos de la historia de la literatura. En combinación con lo dicho, las ilustraciones de Dautremer refuerzan esa esencialidad. En efecto, cada una de las imágenes es una obra de arte en sí misma y logra plasmar lo narrado con un estilo poético sofisticado.