Experiencias educativas de los organismos de derechos humanos. Tensiones, preocupaciones y debates compartidos | Centro Cultural de la Cooperación

Experiencias educativas de los organismos de derechos humanos. Tensiones, preocupaciones y debates compartidos

Autor/es: Gisela Cardozo, Clarisa Curti Frau, Paula Topasso, Florencia Zyssholtz, Lara Arcuschin, M. Soledad Astudillo

Sección: Investigaciones

Edición: 17

Español:

El presente trabajo tiene como propósito socializar algunas reflexiones construidas en el marco del proyecto de estudio e investigación llevado adelante por el Grupo “Movimiento de Derechos Humanos y Educación”, del Departamento de Educación del Centro Cultural de la Cooperación. Esta investigación interroga acerca de la especificidad de las experiencias educativas de los organismos de derechos humanos de la Ciudad de Buenos Aires, abordadas a partir de las voces de sus integrantes.
Desde una concepción amplia de la educación, se parte de la apreciación de un panorama complejo y heterogéneo, en lo que respecta al origen de los organismos y a las experiencias educativas llevadas adelante por cada uno de ellos en distintos momentos históricos, y se pretende conocer cuáles son las características específicas de estas actividades en lo relativo a los aspectos pedagógico, institucional y sociopolítico. Desde el punto de vista metodológico, el proyecto asume un abordaje cualitativo que busca generar teoría desde las bases e incluye instancias participativas mínimas.
En este trabajo expondremos los aspectos más significativos del proceso de construcción del diseño (definición de objetivos, decisiones metodológicas, descripción de la situación problemática y focalización en un objeto de estudio) y algunos núcleos problemáticos y reflexiones sobre el proceso de investigación.


Situación problemática y problema de investigación

El grupo “Movimiento de Derechos Humanos y Educación” se crea y comienza su trabajo en el año 2008 en el marco del Departamento de Educación, a partir de una convocatoria inicial del Centro Cultural de la Cooperación para conformar un equipo de investigación sobre derechos humanos y educación. Inicialmente se conformó por estudiantes y graduadas de las carreras de Ciencia Política y Ciencias de la Educación de la Universidad de Buenos Aires, algunas de las cuales se encontraban (y encuentran) vinculadas además al trabajo que realizan los organismos de derechos humanos.

El proyecto inicial incluía un primer esbozo de la situación problemática, una propuesta metodológica y una delimitación del universo a investigar. En los primeros tiempos, el trabajo del grupo estuvo orientado a la construcción de la situación problemática y la focalización en un objeto de estudio. El punto de partida fue el interés por conocer el abanico de experiencias que se desarrollaron y desarrollan dentro del movimiento de derechos humanos en Argentina, de donde se despliegan una gran diversidad de interrogantes.

El movimiento de derechos humanos en Argentina nuclea a diferentes organizaciones sociales que orientan su trabajo a la promoción y el ejercicio efectivo de esos derechos. En particular, se suele identificar a este movimiento con un grupo de organizaciones que ha centrado su tarea en la denuncia de las violaciones de los derechos humanos perpetradas por la dictadura cívico militar de 1976-1983.i Recuperado el orden constitucional, estas organizaciones amplían su campo de acción; algunas de ellas continuaron con los procesos judiciales a los responsables de crímenes de lesa humanidad y la búsqueda de la verdad, y otras sumaron a su actividad acciones vinculadas a la denuncia de la continuidad de prácticas institucionales represivas, la violación de derechos económicos, sociales y culturales, la construcción de la memoria, entre otras.

En este contexto, al inicio del proyecto de investigación, previo al momento de focalización del objeto de investigación, se concebían tres ejes posibles de ser problematizados en relación con el vínculo entre educación y derechos humanos. Un primer eje, centrado en la concepción de la educación como un derecho humano, concentraba interrogantes vinculados a la relación entre los organismos de derechos humanos y el Estado –en tanto garante de derechos–, y a las prácticas de exigibilidad que estas organizaciones llevaron y llevan adelante. El segundo eje nucleaba interrogantes en torno a la concepción de educación de los integrantes de estos organismos. Finalmente, como tercer eje, se plantea la cuestión de las experiencias educativas de los organismos. Al respecto, si bien no se cuenta con una sistematización rigurosa del trabajo de los organismos de derechos humanos en este sentido, puede identificarse un campo de iniciativas diversas vinculadas con la educación que permite hablar de un panorama complejo y heterogéneo de experiencias.

A partir de la caracterización de esta situación problemática que presenta inicialmente diversos ejes (la lucha por el derecho humano a la educación, la concepción de educación sostenida por los integrantes y las experiencias educativas llevadas adelante por las organizaciones), se identificó la necesidad de tener una aproximación mayor a las experiencias educativas y concepciones de los organismos de derechos humanos sobre la educación, con el objetivo de avanzar en el proceso de focalización en un objeto de investigación.

Las primeras aproximaciones se realizaron a partir de la lectura y registro de los sitios web de cada organismo, es decir, la información pública respecto de sus actividades. Los miembros del equipo de investigación asistieron a diferentes jornadas sobre la temática e iniciaron la toma de entrevistas a un/a integrante de cada organismo.ii De este modo, a partir de estos acercamientos empíricos a las organizaciones, se fue paulatinamente enfocando la mirada hacia un lugar en común, que a su vez aparecía como punto de conexión entre los diversos interrogantes preliminares: ¿Cuál es la especificidad de las experiencias educativas de los organismos de derechos humanos? ¿Qué características tienen estas experiencias en su dimensión pedagógica, en su dimensión institucional y en su dimensión sociopolítica? ¿Qué aspectos en común y qué diferencias presentan estas experiencias?

A partir de este problema de investigación, el proyecto se propone, como objetivo de generación de conocimiento científico, conocer la especificidad de las experiencias educativas de los organismos de derechos humanos, a partir de las voces de sus integrantes. A su vez, asume propósitos vinculados a la acción. Por un lado, generar espacios de encuentro entre los integrantes de los diversos organismos, donde puedan conocerse y conocer las experiencias de los otros. Por el otro, aportar a la construcción de herramientas que contribuyan a la reflexión sobre las propias experiencias educativas por parte de los integrantes de esas organizaciones. A estos objetivos de investigación se suman objetivos de formación grupal en aspectos referidos a la práctica de la investigación, a pedagogía, y derechos humanos e historia social reciente.

Algunas definiciones para acercarse al objeto de estudio

En relación al aspecto teórico

La pregunta por la especificidad de las experiencias educativas de los organismos de derechos humanos, parte de la consideración de una noción amplia de lo educativo, que procura superar la tradicional distinción entre Educación Formal/ No Formal/ Informal. En lugar de esta clasificación, se tomó el concepto de Educación Permanente, que permite referir a las diversas experiencias educativas considerándolas como un continuo con distintos grados de formalización. Los grados de formalización corresponden a tres dimensiones que pueden ser analizadas en toda experiencia educativa: la dimensión sociopolítica (referida a las relaciones con el Estado en términos políticos, jurídicos y administrativos), la dimensión institucional (referida a características seleccionadas del universo institucional donde se insertan las acciones educativas) y la dimensión pedagógica del espacio de enseñanza y aprendizaje (referida a aspectos de las prácticas educativas concretas en el encuentro educador-educando-contenido).iii Es decir, por ejemplo, una experiencia pedagógica puede tener un alto grado de formalización en el aspecto pedagógico, por contar con un trabajo previo y sistemático de planificación de las actividades a realizar a cargo de los/as educadores y un bajo grado de formalización sociopolítica, por no estar incluida en el circuito de acreditación validado por el Estado ni ser requisito para acceder a otro nivel o modalidad educativa. Puede tener a la vez un alto grado de formalización institucional si corresponde, por ejemplo, con una actividad continua de formación interna de cuadros de una organización social.

De esta forma, el grupo de investigación se acerca a las experiencias educativas de los organismos con la pretensión de conocerlas y comprenderlas en su especificidad, evitando caer en clasificaciones preconcebidas que invisibilicen sus particularidades.

En relación al aspecto metodológico

Método Comparativo Constante. En función de los objetivos que orientan el trabajo del grupo, se ha definido asumir una doble perspectiva metodológica: un abordaje cualitativo con instancias participativas mínimas.

Por un lado, se asume un abordaje cualitativo para la construcción de conocimiento científico y se define la utilización del Método Comparativo Constante (MCC) para la realización del análisis de los distintos materiales que presentan la información empírica. Este método, basado en los aportes de Glaser, B. y Strauss, A., busca generar conceptos articulados a partir de la empiria que permitan comprenderla en profundidad. Es decir, no pretende entender la realidad estudiada a partir de categorías teóricas prefijadas, sino generar “teoría de base” desde la emergencia de categorías y subcategorías de análisis, a través de un proceso de raciocinio inductivo desde la base empírica de la investigacióniv.

Investigación Acción Participativa. Por otra parte, en relación con los propósitos vinculados a la acción transformadora, este proyecto incorpora instancias participativas mínimas donde compartir y discutir los avances de la investigación con los/as integrantes de los organismos de derechos humanos, generando espacios de reflexión sobre sus prácticas que se constituyen a la vez en instancias de validación del conocimiento construido en cada etapa, de obtención de nueva información empírica y de generación de nuevas categorías de análisis. En este sentido, la investigación asume la perspectiva de la Investigación Acción Participativa (IAP), entendida como una práctica que concibe a la investigación y a la participación “como momentos de un mismo proceso de producción de conocimiento, que se torna así práctica colectiva y que lleva implícitos componentes de acción educativa y de animación sociocultural”.v Es decir, a través de la articulación de esos procesos, se pretende generar conocimiento científico colectivo sobre la realidad estudiada, y transformarla a partir de promover la capacidad reflexiva y de objetivación por parte de la población involucrada. En este sentido, la investigación incorpora instancias participativas asumiendo que ninguna práctica es neutral, que partimos de un posicionamiento político y pedagógico. Las instancias participativas se conciben como herramientas de validación del conocimiento científico con un valor epistemológico irreemplazable.

Estas instancias contribuyen además...

...al crecimiento de la capacidad de la población de objetivar la realidad cotidiana; a compartir y discutir la información con las personas involucradas; a descubrir nuevas categorías e hipótesis; a experimentar con metodologías de trabajo que combinan principios de educación de adultos con técnicas de investigación social; a superar la fragmentación del conocimiento social de manera de dar cuenta de una totalidad compleja y contradictoria; a validar las instancias de retroalimentación como un método de investigación para la obtención de datos y el análisis colectivo de la información; […] Estas técnicas de trabajo colectivo no tienen valor por sí mismas, sino sólo en la medida en que faciliten el trabajo cognitivo del grupo, la articulación de información y la construcción de conocimientos. vi

En este marco, en agosto del 2009, cuando nos encontrábamos aún en la etapa de entrevistas, realizamos el primer encuentro con integrantes de organismos de derechos humanos que conforman el universo de la investigación.

El encuentro tuvo como objetivos:

  • Presentar el proyecto de investigación a los integrantes de organismos de derechos humanos y a otras personas vinculadas a la temática.
  • Iniciar un proceso de reflexión y problematización sobre las prácticas educativas.

Primer encuentro participativo. Las actividades realizadas pueden ser distinguidas en tres momentos: planificación y preparación del encuentro, encuentro propiamente dicho y su sistematización en un material.

El primer momento requirió un trabajo de revisión del proyecto de investigación y de la historia específica del grupo de investigadores, en vistas a hacerlo público y abrirlo a la discusión. Permitió objetivar la práctica de investigación, cuestionar y precisar algunos términos, explicitar y validar los objetivos del proyecto. Significó además asumir el rol de animador sociocultural y pensar la actividad desde una perspectiva pedagógica. En el momento de la convocatoria se pudo además avanzar en el contacto con integrantes de organismos que no habían sido contactados hasta el momento.

El encuentro inició con una presentación de los participantes –en la cual de forma espontánea surgió el interés y la consulta entre ellos sobre las actividades que cada uno estaba realizando– y un momento más extenso de presentación del proyecto y la historia propia –la construida por el grupo de investigación en su quehacer común–. Luego se organizó un trabajo de discusión en subgrupos para intercambiar cuáles son las experiencias educativas de cada organismo y en qué consisten, para posteriormente identificar aspectos comunes y no comunes de estas experiencias. Finalmente, se realizó una puesta en común y discusión final en plenario.

En primer lugar, esta instancia fue esencial para validar el trabajo realizado, en tanto nos permitió ver la pertinencia de la investigación. Por otro lado, se pudo obtener información empírica sobre las experiencias educativas que se complementa con la información relevada en las entrevistas, y alcanzar reflexiones que no podrían haber surgido a través de otras técnicas de recolección de información y que actualmente están orientando la construcción de categorías de análisis. Por citar un ejemplo, podemos señalar la siguiente conclusión expuesta por uno de los grupos:

Como puntos en común, lo que salió es que todos los organismos hacíamos hincapié en los dos focos: ‘los derechos humanos hoy’, y ‘reconstrucción de la memoria’, el pasado más reciente. Y respecto a estos dos focos, cada organización pensaba actividades de diferente tipo: algunos con talleres, otros con escraches, otros, tal vez, atienden la demanda y otros organismos no esperan la demanda sino que van y lo hacen (esto se señaló como aspecto no común). Sí notamos como espacio común entre todos el ámbito escolar.

A su vez, logramos identificar diferentes preguntas comunes entre los/as participantes y el equipo de investigación que permitieron explicitar decisiones metodológicas y resultaron centrales para orientar el foco de trabajo.

En este sentido, en el momento del plenario, una integrante de uno de los subgrupos señaló:

En este grupo también surgió la pregunta sobre qué es y qué no es educativo: todos los organismos tienen un archivo y centro de documentación en mayor o menor grado. El debate se suscitó por el tema de si eso puede considerarse una actividad educativa o no. Porque no es un centro de educación sino un centro general donde puede haber elementos educativos y no. Algunos pensaban que habría que haber hablado de un archivo específicamente de educación y otros pensaban que cualquier centro para DD.HH. donde haya gente que vaya a buscar material tiene una cualidad educativa.

En el mismo encuentro pudimos explicitar cuán interesante resultaba para el equipo de investigación esta discusión, que había sido objeto de debates internos:

...el debate sobre si el archivo o el centro de documentación es , o no es educativo y hasta qué punto fue la pregunta que giraba en torno de todos nuestros encuentros. Nosotras discutíamos: “¿lo plantearán como algo educativo?, ¿pensarán que tiene algún “efecto” educativo?” Porque a nosotras nos pasaba, leyendo el material de ustedes, que era un insumo para nuestro propio aprendizaje. O sea que hay ahí una pregunta sobre qué es educativo y qué tiene o no una intencionalidad educativa o qué efectos o qué consecuencias pueden traer las distintas prácticas que llevamos adelante. A nosotras nos resulta sumamente importante ver esa coincidencia para seguir trabajando el tema, porque por momentos pensábamos “bueno, quizás que no es una pregunta válida...” Ahora, gracias a sus reflexiones, podemos ver que sí lo es

El momento de la evaluación final del encuentro también nos permitió recoger reflexiones importantes. Los/as participantes del encuentro señalaron que entre los organismos existen espacios de trabajo conjunto, pero no específicamente sobre educación. Un integrante de un organismo mencionó que “es la primera vez que participo sobre una temática específica que trabajamos en común (...), para poner la experiencia que tenemos y mirar para adelante”.

Sobre la propuesta de investigación participativa señalaron:

...me parece como innovador, ¿no? Porque en el momento en que se conectan con nosotros y nos dicen `vamos a hacer una investigación sobre derechos humanos y educación’, y que nos ha pasado con muchos otros organismos o instituciones que se acercan para eso y los ves al momento de la entrevista y la devolución del trabajo ya realizado. (…) Me parece que lo innovador es eso, o sea, el poder juntarnos. (...) Esto es, hacerlo juntos, aunque no seamos los responsables, estar participando de una manera diferente. Eso me parece interesante.

El tercer momento vinculado a esta instancia participativa fue su sistematización: realizamos la desgrabación del encuentro y, con ese material, preparamos un boletín que dio cuenta de lo ocurrido y fue distribuido a quienes participaron del espacio. Lo que emergió en tal encuentro lo tomamos, a su vez, como material empírico que forma parte del análisis de la investigación.

En tanto instancia participativa, nos permitió conocernos, conocer las actividades que se realizan y las inquietudes en común que sostenemos tanto “investigadores como investigados”, invitándolos a ser partícipes del proceso de construcción del conocimiento y de herramientas para reflexionar sobre sus prácticas.

Segundo encuentro participativo. El 27 de octubre de 2012 realizamos el segundo encuentro con los/as integrantes de los organismos de derechos humanos. En esta oportunidad, nos propusimos dar cuenta de los avances de la investigación en relación al proceso de análisis que hemos realizado, para socializar lo construido, revisar su validación y brindar, a su vez, el espacio de encuentro y reflexión sobre la especificidad de las experiencias educativas por parte de los/as educadores/as, quienes las piensan, coordinan y evalúan.

En un primer momento del encuentro se expuso el proceso realizado hasta el momento por el equipo de investigación, dando cuenta de sus aspectos teóricos y metodológicos, y de los resultados del análisis, para ilustrar primeras aproximaciones al objeto de estudio.

A partir de la mención en nuestro relato de un conjunto de preocupaciones/ desafíos sobre las prácticas educativas, se realizó un momento plenario que permitió que quienes estuvieron presentes en el encuentro amplíen las ideas y aspectos sobre la especificidad de las experiencias educativas de organismos de derechos humanos. El contenido de este encuentro está en proceso de sistematización y análisis

Para seguir pensando…

Nos preguntamos, ¿cómo contribuyen estas prácticas al ejercicio del derecho a investigar? ¿En qué medida aportan a la democratización del conocimiento? ¿Qué tensiones se presentan entre los tiempos de la investigación y la posibilidad de realizar un mayor número de instancias de participación?

Desde el abordaje de investigación en el que se inscribe nuestra práctica y a partir del interés explicitado por los integrantes de organismos de derechos humanos, nos cuestionamos sobre la posibilidad de sostener la construcción de espacios de encuentro entre estos educadores/as. Estimamos que iniciaremos un proceso de reflexión sobre esta propuesta, basándonos en las necesidades que expresaron quienes forman parte de nuestro universo, sus pretensiones de continuidad y nuestro trabajo en el proyecto.


Notas
i La noción de movimiento de derechos humanos se suele asociar también a la clasificación de ciertos organismos de derechos humanos como “organismos históricos”. Existen diversas clasificaciones y formas de remitir a las organizaciones que constituyen el universo de esta investigación (ver: Jelin, E. “La política de la memoria: el Movimiento de Derechos Humanos y la construcción democrática en la Argentina” en Acuña et al Juicio, castigos y memorias. Bs. As.: Ed. Nueva Visión, 1995. p101-146 ISBN 950-602-321-2 y Veiga, Raúl Las organizaciones de derechos humanos. Bs. As: CEAL, 1985136 p. 950-0126-8). Estas nociones aún se encuentran en revisión entre los presupuestos teóricos.
ii Por las posibilidades de contacto, el universo quedó finalmente conformado por Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. (MEDH), Familiares de Detenidos Desaparecidos por razones políticas, Madres de Plaza de Mayo- Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, Centro de Estudios Legales y Sociales, Hermanos e H.I.J.O.S.
iii Sirvent, M.T.; Toubes, A.; et al “Revisión del concepto de Educación No Formal”. Buenos Aires, Departamento de Ciencias de la Educación, Universidad de Buenos Aires, Opfyl. 2005. 27 p. Sin ISBN.
iv En el siguiente apartado, profundizaremos específicamente en los avances en el análisis y, en ese marco, comentaremos las particularidades de la aplicación del MCC en nuestro proceso de investigación.
v Sirvent, M. T. La investigación social en Argentina y el compromiso del investigador. Revista del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación. 2004, UBA, Año XII Número 22, Junio 2004, p. 6-10.
viSirvent, M. T. Op. Cit.

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