Sobre las utopías | Centro Cultural de la Cooperación

Sobre las utopías

Autor/es: Carolina Guevara

Sección: Palos y Piedras

Edición: 13


Reflexionar sobre mi práctica artística como actriz me empuja a pensar en un presente y en el tiempo histórico en que se desarrolla. Pienso en mi grupo de teatro como un actor que, de un modo u otro, toma posición sobre los acontecimientos artísticos, históricos, políticos y sociales. Creo que el hecho de subirme al escenario, y de intentar producir un diálogo con un espectador activo, es un acto de responsabilidad que no puede desatender jamás la realidad por más abstracto que sea el planteo de la obra presentada.

Pienso en los sueños, la poesía, el teatro y la militancia. Creo que pensar en la utopía de “cambiar el mundo” sigue siendo un motor que moviliza nuestra práctica. Y que la transformación deviene de los deseos, de los sueños comunes, colectivos. Y que nos requiere partir con solvencia en lo específico a las discusiones estéticas, como también, a la organización política y a su práctica.

Pienso que el enemigo trabaja incansablemente para despojarnos de los sueños, y desalentarnos en esta tarea. Y nos ofrece, alienándonos, un “arte pasatista” y banal.

Y en esta disputa, como dice el dramaturgo Manuel Santos Iñurrieta en un pasaje de su última obra, nosotros, los artistas, parecemos “ir de punto en la contienda”.

Entendemos que con solo la poesía y el teatro no se puede producir la transformación social, y es por eso que vamos también a la búsqueda y al encuentro de la política como herramienta transformadora.

Como decía muy bien Jorge Dubatti en el último plenario de artistas e investigadores del CCC: “Nosotros en Buenos Aires tenemos un teatro de vanguardia y la gente vota a Macri”. Y eso es cierto, pero eso debe servirnos como estímulo para no corrernos “ni tantito así” de la pelea. ¿Qué hacemos mientras tanto? Insistir, insistir, insistir. Producir sentido transformador desde el arte, organizarnos y dar la pelea en todos los frentes. Y nunca jamás perder la ilusión y la utopía del cambio. ¿Qué más utópico que nuestro CCC?

En los tiempos que corren, se nos hace (a mi grupo y a mí) urgente y necesario, desde nuestra práctica, generar un teatro que interpele, que rescate sin miedo, incluso elementos de lo “didáctico” que su práctica contiene, que haga sin miedo también eje en los temas que la política propone, que vislumbre una postura ideológica. Pensar un teatro donde las formas y poéticas del lenguaje sean diversas pero siempre reflexivas… Como decía, un teatro que apele a un espectador activo-crítico.

Este es un tiempo en que hay que discutirlo todo. Sabemos que los medios son formadores de opinión, sabemos también que los “críticos” son, entre otros, los que validan o invalidan las obras de arte y modelan en parte “el gusto” de los espectadores. Debemos discutir la mirada de los críticos tanto como las de los artistas.

Debemos discutir también los modos de producción de los espectáculos, los organismos estatales y privados que fomentan el desarrollo del teatro y sus políticas. El modo de producción hace al lenguaje, como también deliña un circuito por donde circulan, trafican y consumen las producciones de arte. Hay que discutir estos circuitos, por donde se conforman las nuevas elites culturales.

Pienso ahora en nuestro Centro Cultural, pienso que estamos próximos a cumplir 10 años de producción cultural, artística, literaria, ideológica y política. Pienso en la intención al generar este proyecto, pienso que uno de sus objetivos primarios era la formación de “jóvenes investigadores y artistas”, pienso que las bases de nuestra casa son “anti-imperialista, anticapitalista y de izquierda”, que cuando uno ingresa a esta, nuestra casa, la placa con la que se topa es una que habla de la utopía… entonces, ¿cómo no aspirar a transformar, a cambiar el mundo?

Pienso que se apostó a acompañar críticamente al oficialismo que hoy ganó con el 54% de los votos porque creemos, los que pertenecemos al CCC, que no podemos estar ajenos a acompañar un proceso que intenta, entre otras cosas, discutir “un modelo de país”…

El CCC se levantó cuando el país se caía a pedazos, cuando nos querían convencer que las utopías eran “puro cuento” y cuando nos arrebataban incluso la autoestima y la cultura pasaba a ser mera mercancía…

Hoy hablan los números en las urnas y hablan nuestro hechos…

Ante esta realidad de porcentajes (los nacionales, sin olvidar los de la Ciudad de Buenos Aires) y nuestra realidad particular de aniversario, vale reconocer el camino que comenzó con los deseos, los sueños, las utopías…

El movimiento cooperativo que nos contiene en su ceno generó un partido político y hoy tenemos al director del CCC como diputado nacional electo por la ciudad de Buenos Aires y a Edgardo Form, referente cooperativo, como legislador por la ciudad… desde el CCC se militaron las ideas y se produjeron hechos. Fuimos a debatir al escenario concreto de la política, desde el CCC se trabajó por la Ley del Escritor, se está trabajando por la Ley del Músico, por la Ley de Danza. Se está diseñando el Instituto Nacional del Niño y la Cultura. Julieta Grinspan, del área de teatro, acaba de ser confirmada, luego de concursar, como integrante del directorio de PROTEATRO, y se llevó al CCC a otros espacios, facultades, cárceles, barrios y países… nos visitaron Hugo Chávez y Rafael Correa, es decir; estamos alineados en una mirada continental que fortalece nuestra postura política e ideológica.

Para terminar, qué bueno, compañeros, camaradas, que somos unas y unos cuantos aquí los que seguimos soñando…

Como decía, formo parte de un grupo de teatro independiente que cree que con solo poesía no podemos cambiar la realidad, pero cree que es necesario creer, que es posible cambiar el mundo… y que la poesía es un arma cargada de futuro.

¿Me pregunto cómo se hace arte sin creer que es posible cambiar el orden de las cosas?, ¿qué metáforas podríamos crear o recrear si no quisiéramos fervientemente cambiar el mundo? Me convertiría quizás en una actriz que solo “se muestra arriba de un escenario” desplegando lo virtuoso de su instrumento…

Por eso voy a terminar con un hermoso poema de Brecht,


Han venido aquí a trabajar en el teatro,

Pero antes deben decir: ¿Qué significa esto?

Viene a mostrarse ante el público

y a exhibir lo que pueden hacer, en suma,

Que los miren como algo digno de verse.

(…) Y ahora yo pregunto:

¿Qué significa esto?

Porque aquí sobre los bancos de abajo

Sus espectadores han empezado a discutir

obstinadamente.

Algunos insisten en que

no deben mostrarse ustedes

sino mostrar el mundo

 

Bertolt Brecht

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