Los argentinos estamos viviendo momentos de gran agitación política y debate público.

Venimos de una etapa en la que se realizaron elecciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Santa Fe el domingo 24, y que, en realidad, son parte de una seguidilla que comenzó en Catamarca, Chubut y Tierra del Fuego y continuará en Córdoba hasta llegar a las Primarias de agosto. Entraremos luego en la etapa final en octubre con las tensiones propias de una disputa electoral trascendente. En este sentido no es menor el fogoneo de los medios monopólicos para limar las posibilidades de la presidenta Cristina Fernández y el respaldo popular con el que cuenta el actual oficialismo. Han recrudecido los métodos de mercadotecnia empleados por Mauricio Macri y la irrupción, con reminiscencias noventistas, de figuras del espectáculo en las contiendas electorales que reivindican la “no política”.

En el fondo de todo este turbulento escenario, resulta imprescindible sobreponerse a los análisis de cada coyuntura que pueden conducir a una mirada superficial y, consecuentemente, al error en el enfoque. Lo central es que lo que está en juego es la continuidad de un proyecto que ha realizado reformas sustanciales de carácter social, económico y cultural sobre el modelo de país que queremos para los argentinos en los próximos años.

Entendemos que se debe mantener el corazón apasionado a la vez que agudizamos la inteligencia para sostener, con la participación de todas las fuerzas que se oponen a un regreso ruinoso al neoliberalismo, la construcción de un bloque histórico que consolide lo logrado y, desde esa base, permita avanzar con los cambios imprescindibles para enfrentar la reacción de los poderosos.

El movimiento cooperativo aquilata una larga experiencia en la lucha de resistencia y defensa de los intereses populares. Consecuentemente, hemos estado expuestos a los vaivenes de nuestra historia, pero, en sus espacios más lúcidos, ha mantenido alto el objetivo de proponer a la sociedad un modo de organización basado en sus principios liminares, que no son otros que profundizar la participación, enaltecer la solidaridad y democratizar la economía. En función de esa experiencia, y como un acto de compromiso y responsabilidad, el sector identificado con el IMFC decidió en su momento que representantes del movimiento defiendan esos ideales en la puja política nacional. Fruto de esa decisión ya ocupa una banca en la Cámara de Diputados el dirigente Carlos Heller, y en las últimas elecciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue electo Diputado de la Ciudad Edgardo Form, también de dilatada trayectoria en nuestro movimiento. Podríamos considerar como un éxito estos logros sectoriales, pero desde nuestro punto de vista son aportes que se hacen, de experiencia y trabajo, para la defensa franca de objetivos sentidos por el pueblo y para la consolidación definitiva de un frente político y social que se convierta en la palanca de cambios necesarios, para avanzar hacia un país más justo y con mayores recursos en manos del Estado.

En ese plano confirmamos la participación de nuestros espacios en el esfuerzo por lograr la continuidad del actual rumbo político. Es así como otro hombre de nuestras filas, en nombre del espacio político en el que participamos -Nuevo Encuentro- también figura en un lugar expectable en las listas de Diputados Nacionales de la Ciudad de Buenos Aires del Frente para la Victoria. Se trata de Juan Carlos Junio, Director del Centro Cultural de la Cooperación.

No son los únicos, otros ciudadanas y ciudadanos vinculadas al movimiento están en las propuestas de distintos distritos municipales y provinciales de todo el país. Para nosotros es un esfuerzo desinteresado para los objetivos generales a los que adherimos. Sostenemos que se debe profundizar el modelo actual, con vistas a transferir más riqueza de las minorías concentradas a favor de importantes núcleos sociales que todavía sufren de enormes carencias. Necesitamos iniciar un profundo debate sobre los recursos naturales, tanto por su utilización, su renta y por la defensa de la naturaleza.

Necesitamos, en suma, continuar ampliando derechos de nuestro pueblo, tanto económico-sociales como culturales.

Desde nuestra permanente visión comprometida con la integración latinoamericana, hemos venido desarrollando diversos iniciativas con intelectuales y artistas de los países hermanos del continente.

En la misma perspectiva, nuestro CCC ha continuado expresando claramente en sus actividades artísticas y sociales, sus investigaciones y publicaciones, su compromiso con la cultura comprometida y el pensamiento crítico. Continuamos con la asociación con estamentos gubernamentales y universitarios en apoyo de las políticas inclusivas y la defensa de la educación pública.

En un nuevo horario se sigue emitiendo nuestro programa “Que vuelvan las ideas” (Radio Cooperativa AM 770, de lunes a viernes a las 19:00 hs.) con importante repercusión y perspectivas de crecimiento y consolidación.

En el campo editorial, afirmamos una política de publicación de libros que aporten al debate, el rescate de clásicos de la izquierda o la puesta al alcance de los lectores de poetas fundamentales, es así como aparecieron con nuestro sello Horacio Giberti: Memorias de un imprescindible, un recorrido sobre la experiencia de vida de Horacio Giberti, fruto del trabajo de interlocución del periodista Diego Ramírez con el mismo Giberti (coeditado con la Universidad Nacional de Quilmes); hemos reeditado, después de sesenta años de ausencia, Echeverría de Héctor P. Agosti, en lo que, creemos, es un aporte para entender el presente; y, en conjunto con Ediciones de Aquí a la Vuelta, editamos las obras completas del poeta paraguayo Elvio Romero, voz de un pueblo sufrido pero altivo que, desde la belleza y el compromiso, cantó al futuro, que es hoy.

En el presente número de nuestra revista digital podrán apreciar nuestros distintos aportes al debate en las ciencias sociales y el arte; análisis económicos y políticos. Son el producto de un espacio realmente comprometido con el pensamiento crítico, el compromiso y la cultura. Los lectores están invitados a internarse en sus páginas, consecuentemente nos gustaría conocer su opinión.