La batalla cultural: una hora americana | Centro Cultural de la Cooperación

La batalla cultural: una hora americana

Autor/es: Juan Carlos Junio

Sección: Editorial

Edición: 9/10


Tiempos difíciles pero apasionantes los que nos ofrece la realidad hoy.

Un mundo (un sistema capitalista dominante) que se debate en una profunda crisis de la que emerge por breves lapsos y luego vuelve a hundirse variando los puntos focales de la misma. Crisis que incluso hace reflexionar a estadistas notables como Fidel Castro sobre las posibilidades ciertas de guerra con armas nucleares. Graves problemas ocasionados por las migraciones masivas generando respuestas legislativas de profunda raíz racista y chauvinista, a través de las cuales los ricos del planeta intentan defenderse de una crisis civilizatoria que ellos mismos crean, excluyendo a millones de seres humanos de los elementos vitales para su supervivencia.

Debates sobre el futuro del agua, el cuestionamiento a las políticas económicas de las grandes potencias basadas en la mera extracción de recursos naturales y en el monocultivo, se agregan al ya ganado lugar en vastos sectores de la opinión pública sobre la preservación de la naturaleza como elemento central en cualquier proyecto político de mediano plazo.

Nuevos sujetos aparecen en escena reclamando no solo reconocimiento sino derechos a una ciudadanía libre e igualitaria. Pueblos ancestrales, olvidados de la historia, emergen con vitalidad y exigen no ya reparación de lo irreparable sino su lugar en el futuro.

Los viejos paradigmas fundacionales del capitalismo y del iluminismo son abandonados en una búsqueda a tientas por salvar fabulosas ganancias especulativas, sin generar ni distribuir riquezas. La vieja Europa tambalea y los grandes del norte, mientras reparten guerras y muerte, se debaten entre la anomia social o un fundamentalismo agresivo y sin destino.

En ese marco convulso, América Latina busca, audaz, nuevos caminos retomando mandatos antiguos. En el Bicentenario de la institucionalización de muchos de los países emergentes de las guerras de la Independencia, un profundo y prometedor debate circula en todos los sectores sociales y culturales sobre el proyecto de país de cara al futuro. En ese futuro se imagina una América de los postergados unida, integrada sobre la base de la participación, la democracia, la justicia social y definitivamente soberana

Nuestro país no es ajeno a estas turbulencias y perspectivas, instalada ya la preponderancia de la política como una plaza de batalla cultural, las clases pugnan por profundizar cambios esbozados audazmente, o frenarlos y retroceder a un pasado añorado por los poderosos de siempre, ya sean viejas oligarquías o nuevas burguesías locales depredadoras, alejadas de todo proyecto colectivo de Nación.

En este marco, es importante mencionar los debates que se vienen generando en la opinión pública de todo el país sobre temas fundamentales para la vida de nuestro pueblo y definitoria en el diseño del modelo de país para el presente y el futuro. Los grandes cambios en el sistema de medios de comunicación, de previsión social, de subsidios a los sectores sociales más vulnerables, como también el cambio cultural copernicano en la cuestión del matrimonio entre parejas del mismo sexo, dan cuenta de ello. La propuesta de Ley de Servicios Financieros es otro hecho de gran trascendencia. Actualmente, la actividad financiera es regulada por una ley de la dictadura. El nuevo proyecto propone alterar la concepción actual de mercado por su antítesis: la de servicio público, lo cual viene a democratizar el acceso al crédito, a acrecentar los derechos en favor de los usuarios y a fortalecer un proceso de democratización de las riquezas.

Mientras tanto, en la Ciudad de Buenos Aires, la legitimidad del gobierno de Mauricio Macri se viene desmoronando, no solo producto de las crisis permanentes, tales como la inseguridad edilicia y los conflictos de la educación pública, sino por las propias actitudes del jefe de gobierno, quien no deja de concretar viajes al exterior cada vez que tiene que dar explicaciones serias por problemas tales como el derrumbe del boliche que causó la muerte de dos jóvenes o las escuchas ilegales en donde la justicia investiga su grado de participación. Lamentablemente, no se vislumbra en el corto plazo una solución para el creciente deterioro institucional en la ciudad.

Nuestro Centro Cultural, fiel a sus objetivos de origen, se encolumna con aquellos que pretenden abrazarse a un futuro más justo. Con autonomía, con el pensamiento crítico como bandera, no vacilamos en sentirnos parte del gran conglomerado social y político que levanta las banderas de ir por más transformaciones, valorando lo conseguido, pero reclamando más participación, más democracia, más justicia. Tomamos las palabra del diputado Carlos Heller “el único guarismo tolerable como medición de la pobreza y el hambre, es cero”.

Así como todo organismo vivo una vez nacido no tiene otra alternativa que crecer, una política de izquierda y de cambios no puede detenerse sino avanzar sosteniendo el impulso. Cualquier vacilación o demora reviste un enorme peligro.

En ese camino hemos anudado lazos latinoamericanos organizando con el espacio cultural del ALBA mesas de formación y debate públicos con destacados y destacadas personalidades de los países signatarios de ese acuerdo acompañados por importantes pensadores argentinos. Continuamos nuestra labor de formación de jóvenes investigadores, con el Programa Latinoamericano de Educación a Distancia (PLED), con la presentación de obras teatrales originales, comprometidas y de gran calidad, con los espacios de debates literarios, de música, danza y cine. Nuestras salas de muestras de artes plásticas siguen albergando y exponiendo al público obras de artistas consagrados y noveles ligando la necesaria tradición a las nuevas tendencias que deben abrirse paso. Seguimos también con nuestro programa diario a las 13hs en AM 770, como una de las formas en que aportamos a la profundización de las cuestiones políticas cotidianas, a la vez que difundimos la identidad solidaria que caracteriza a nuestro movimiento.

Esperamos rematar este fructífero año con la presencia en nuestra sede del presidente Rafael Correa y con la realización de un importante encuentro de intelectuales y políticos de Nuestra América, justamente para debatir juntos sobre las perspectivas que esta estimulante situación nos ofrece.

Compartir en

Desarrollado por gcoop.