Exposición de Daniel Ontiveros 
Inauguración Miércoles 20 de abril 18hs 
¿Quién se hace cargo de Malvinas? La política, la historia, el cine, la literatura, puesto que sabemos que las artes visuales poco y nada. ¿Por qué la sociedad de la postdictadura y el corto-circuito del arte fueron tan esquivos y negadores con Malvinas? A 40 años de la guerra de Malvinas, causa nacional y latinoamericana, la muestra Malvinas: Afuera del Trompe l’oeil de Daniel Ontiveros propone hacer arte con todo eso y hacer arte a pesar de eso. Mirar de frente, reflejarse en un espejo roto que nos devuelve una imagen silenciosa, difusa y opaca, pero muy propia, en la que Ontiveros se hace cargo de la historia, con el afán de construir socialmente desde el arte, con el pasado ante los ojos y la mochila del futuro en las espaldas. 

Los retratos de Daniel Ontiveros realizados a los compañeros ex-combatientes de Malvinas entablan un diálogo visual con toda la historia del arte. Las obras reafirman un doble compromiso: con la historia nacional, y lo que queda de ésta; y con la hechura artística en su condición de pintor, a raíz de que su padre, ya a muy temprana edad, le enseñara a balbucear sus primeras palabras con la M de Manet o Monet. 
En los retratos de Ontiveros vibra la potencia ilusionista de los renacentistas, como  Hans Holbein y tantos otros artistas que trabajaron bajo la argucia pictórica del trompe l’oeil, recurso plástico que desborda para salirse de la grieta de la historia (del arte). Junto a cada retratado, entre el adentro y fuera del espacio plástico, Ontiveros incluye un papelito escrito por los propios ex-combatientes. Fueron ellos quienes eligieron el color de fondo de sus propias imágenes y el mensaje que se escapa de la obra, como en aquella pieza del muralista Diego Rivera, “El guerrillero” de 1915, una suerte de autorretrato cubista con fragmentos de mexicanidad y el detalle ilusionista, cuasi barroco, de un papel clavado sobre la obra. 
Ese recurso de la tradición visual aflora de manera invertida en este proyecto -aún en proceso- de pintar a los ex-combatientes, donde Ontiveros rompe la ilusión pictórica a través de la materialidad de los papelitos que en su decir abren una ventana a la realidad. Bajo ese interés él juega con el aparato del retrato burgués, pero ahora es de corte plebeyo. Construye identidades con todo el oficio del pintor amalgamado a las vivencias acumuladas por la militancia política. En estas pinturas, trae al primer plano el retrato de los compañeros ex-combatientes, compañeros de juntada en Avellaneda a quienes identifica con sus apodos que resuenan en cada papelito pegado en el lienzo con sus historias de vida, tan veristas como reales, que desde aquel aire de Malvinas insuflan en el arte el calor de sus nombres propios. Las Islas Malvinas son Argentinas.
Juan Pablo Pérez, curador.