Homenaje a José Murillo (1922-1997) | Centro Cultural de la Cooperación

Homenaje a José Murillo (1922-1997)

18/08/2009

José Murillo, militante de la vida (18-8-1922 / 23-2-1997)

Por Ana María Ramb

Escritor, periodista y maestro, había nacido en el ingenio Ledesma, provincia de Jujuy. Dio testimonio del amargo azúcar de las cañas que se riegan con el sudor y la sangre del trabajador rural, en su primera novela, El fundo del miedo. Porque creía firmemente en el hombre nuevo dentro de una sociedad más justa, en 1961 viaja a Cuba con otros docentes argentinos para participar de a Campaña de Alfabetización, cuyos resultados asombrarían al mundo. Murillo sería siempre un fiel y consecuente amigo de la Revolución Cubana.

De nuevo en su país, escribe Una lonja de tierra, novela finalista en el concurso Rómulo Gallegos (Venezuela). A ésta seguiría Los traidores, cuyo tema da cuenta de la propia experiencia, ya que Pepe no vaciló en enfrentarse el vandorismo, paradigma del sindicalismo corrupto, desde su trabajo político y cultural en la empresa Philips. Raymundo Gleizer, cineasta desaparecido en los años de plomo (los del llamado "Proceso"), se basó en esta novela de Pepe Murillo para denunciar en el filme del mismo título la envilecida trayectoria de un dirigente gremial que pacta con los personeros del poder. En ese entonces, Pepe rechazó los cheques en blanco con los que intentaron comprarlo. No pudieron. De ahí en más, fueron las amenazas, el mal dormir en distintos domicilios, el escribir como y donde se pudiera.

Edita y dirige con Harri Cwaigenberg uno de los primeros periódicos del sector cooperativo: "Trabajo y Cooperación", antecedente del quincenario "Acción". Más tarde es gerente de la cooperativa "Sudeste" del barrio de San Telmo, adherida al IMFC (Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos).

Durante la última dictadura militar, a Pepe le tocaría defender la integridad de la SADE que, presidida por Aristóbulo Echegaray, resistió los amagues de intervención. Se reclamó desde allí por la aparición y por la integridad física de escritores desaparecidos y amenazados, y se rechazó también la irrupción de los "servicios" en la SADE, con la pretensión de la entrega del archivo de socios. La Comisión Directiva exige antes una orden judicial de allanamiento. Como ésta no llega, los archivos permanecen a salvo.

El 24 de octubre de 1978, convencido de que se está ante un baño de sangre, Pepe Murillo firma con otras personalidades de la política y la cultura, la única solicitada publicada durante el "Proceso", por la que se reclama al dictador Jorge Videla por muertes, desapariciones, detenciones ilegales y secuestro y robo de niños. El diario "Clarín", que publica el documento de una página costeado por sus firmantes, recibe amenazas de bombas. Pepe había suscripto ya otras solicitadas, y seguiría haciéndolo, pero ésta habla por sí sola de su coraje civil.

Entre tanto, Pepe continúa con su obra. En el ámbito de la literatura para chicos y jóvenes encontraría nuevo cauce de creación y un bien ganado prestigio. Mi amigo el hespir y Cinco patas alcanzarían, en ediciones sucesivas, los cien mil ejemplares. Con El tigre de Santa Bárbara obtendría el Premio Nacional Enrique Banchs, y con Renancó y los últimos huemules, escrito con Ana María Ramb, el Premio Casa de las Américas 1975; esta novela para adolescentes sería traducida al alemán, al ruso y al eslovaco. Más tarde, Pepe sería invitado de honor de la Casa de la Américas, y la Casa de la Amistad Argentino - Cubana le entregaría, en mérito a su trabajo como alfabetizador y a su labor literaria, una medalla.

En 1985, Pepe participó de la fundación ALIJA (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil Argentina); suscribió los documentos con que la entidad repudiaba la impunidad legalizada de los verdugos y represores de los años de plomo, y en 1995 recibió el Premio a la Trayectoria que esta entidad entrega anualmente.

Por su parte, la Casa de Amistad Argentino - Cubana lo tuvo como socio de honor.

Los compañeros, amigos y lectores de Pepe Murillo conocíamos su áspera ternura y su inclaudicable coherencia entre ideales y vida cotidiana. Que no es poco en los tiempos que corren; que serán valores siempre reconocidos porque, afortunadamente, la historia no termina en una monótona meseta, sino que continúa gracias a los militantes de la vida. Cómo lo fuera José Murillo.


A continuación presentamos un fragmento de la entrevista a Ana María Ramb registrada en el Archivo Oral

Transcripción

(Acerca de cómo surge "Renancó y los últimos huemules", que recibiría en 1975 el premio Casa de las Américas)
Mi jefa en editorial Temporada me dice "sabés que conozco un escritor", ella leía lo que yo publicaba en Billiken, yo publicaba cuentos infantiles en Billiken, me dice "vos tenés un estilo, en los contenidos, en la forma, a un escritor muy conocido". Yo no conocía ni había leído nada de Pepe Murillo, porque empezó a publicar cuando y ya era adulta, y no conocía su obra. Y lo voy a ver. Tienen un taller en la Sociedad de Relaciones Culturales Argentino - Soviéticas. En la calle Vidt. Voy allí, conozco otra gente que daba el taller con él no te doy los nombres porque todavía actúan, una de ellas murió el domingo, Hebe Solves, te puedo dar el nombre. La poeta Ebe Solverg, hija de una compañera de lucha, Esther Solves, en la actuación docente, gremial docente. Y bueno, y le llevo un cuento mío que iba a publicar en Billiken. Entonces se lo dejé, para que lo leyera, un cuento de dos carillas, o tres, no más. Cuando vuelvo a la semana me dice "eso es material para una novela. O escribimos juntos, o me robo el tema". Yo le digo "bueno, si usted tiene paciencia, porque yo no escribí nunca algo de largo aliento, he escrito cuentos, no domino la técnica de la novela". Y efectivamente empezamos a trabajar juntos.

(¿Cómo lo recuerda?)
Cascarrabias. Pero cascarrabias lleno de ternura. Con los años, después que falleció, me dijo Olga (la viuda) que Pepe no tomaba mate con cualquiera. Cuando Pepe te ofrecía mate era porque te consideraba su amigo. Amigo muy profundo. Y nosotros nos la pasamos tomando mate cuando hicimos "Renancó". Por ahí en algún momento hasta nos peleábamos. Y recuerdo que fue durante la dictadura, que discutimos, no me acuerdo qué discutimos, y nos perdimos de contacto durante unos meses. Y vino una represión muy, muy grande, te conté que tuve que cambiar varias veces de... y él también, con Olga. Que te cuento que un día nos encontramos en el mismo barrio de Almagro, vivíamos a tres cuadras (Risas). Bueno, entonces nuevamente reanudamos la amistad, como corresponde (...).

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