Dolarización: una nueva etapa de deuda y fuga | Centro Cultural de la Cooperación

Dolarización: una nueva etapa de deuda y fuga

28/08/2023

Dolarizar es ser colonia

La dolarización se instaló como el caballito de batalla de Milei, y la necesidad de polarizar con ese candidato hace que Unión por la Patria deba centrar sus argumentos sobre esa propuesta. La idea de este documento es explicar la dolarización y tener elementos para la discusión en la cotidiana.

Queremos escaparle al mito según el cual el libertario es un ignorante: no, es alguien que tiene sus elementos de discusión y que se preparó para la batalla cultural que ellos mismos pregonan. Por eso es necesario que estemos informados sobre las propuestas y los contraargumentos que ya tienen preparados.

 

Entendamos porque es una propuesta que funciona:

Como argumento político, la dolarización funciona porque conecta con la idea del fin de la inflación, principal flagelo de Argentina en la última década y que termina teniendo varios efectos nocivos sobre la actividad y los ingresos.

Para los mayores, la relación con la Convertibilidad es obvia, ya que esta se presenta como el único momento en los que Argentina no tuvo inflación. Hay que recordarles que esos tiempos también fueron momentos de desempleo y de ajuste en las jubilaciones.

Para los más jóvenes se convirtió en un vector para ordenar su viday terminar con la inestabilidad de los ingresos. Entre los militantes libertarios, se suma a la reivindicación de algunas figuras como Carlos Menem y Domingo Cavallo.

¿Que significa dolarizar?

Dolarizar significa que el dinero que utilizan el argentino sea el dólar. Los argumentos de los libertarios son numerosos:

  • El peso ya no cumple con las funciones de ahorro y consumo
  • La gente ya usa el dólar para consumir y ahorrar
  • Se terminaría la inflación
  • Obligaría al gobierno a ajustar el gasto y tener superávit fiscal
  • La estabilidad traería confianza, inversiones, incremento de exportaciones

Veremos que esta propuesta implica muchos problemas técnicos

 

Hay muchas dificultades técnicas

Para dolarizar se necesitan dólares, es el principal problema que tiene la propuesta. Hoy se sabe que Argentina tiene muchas dificultades en el sector externo debido a la deuda externa a pagar que nos dejó el macrismo y el bajo nivel de exportaciones. Con la deuda externa se debe negociar fuerte y para mejorar las exportaciones se deben hacer políticas públicas de largo plazo en la cual el Estado tiene un lugar importante para generar incentivos pero también para realizar las inversiones necesarias: el ejemplo del gasoducto Nestor Kirchner que no va a traer muchas exportaciones de gas proveniente de Vaca Muerta es un ejemplo de ello.

La alternativa que se propone requiere de una suma de dólares equivalente a todo el circulante, las reservas de los bancos y los depósitos existentes en peso. ¿Cuál es ese valor? Se calcula entre 40 y 60 mil millones de dólares, es decir el equivalente (o más) que el préstamo del FMI a Mauricio Macri en 2018.

¿Quién le va a prestar para eso?

Esa pregunta es un argumento fuerte en contra de la dolarización. ¿Alguien sacaría sus dólares de debajo del colchón contra un bono del estado argentino a largo plazo, todo para que esos billetes sean usados para dolarizar? Esa misma pregunta, a otro nivel, se harán los grandes financistas que ya le prestaron a Argentina entre 2016 y 2018 y que vieron como esos bonos terminaron siendo canjeados en 2020 ante la imposibilidad de Argentina de pagar esa cuenta.

Esa misma experiencia nos mostró que los préstamos del gobierno de Macri se fueron todos a la fuga de capitales. El proyecto de dolarización es una ampliación del modelo de deuda y fuga de capitales, solo que ahora no se trata de financiar la fuga para ahorrar, ¡sino que se trata de financiar la fuga para consumir!

El contraargumento que proponen los libertarios es que se puede usar las letras intransferibles que el Tesoro tiene con el Banco Central, eso es, deuda intraestatal. ¡Todos buscando dólares por todos lados y estos genios diciéndonos que estaba en las bóvedas del Banco Central! Es evidente que ese dinero no tiene valor en los mercados, y que sería como pedir un prestamos nuevo con tasas de interés que pueden superar 30% anual en dólares que se sumarían a todos los problemas de deuda que ya tenemos.  

Financiamiento continuo

Para sostener ese modelo, no solo se necesita un financiamiento al inicio del proceso, sino que se necesita un endeudamiento continuo, o en su defecto superávit comercial para sostener los pagos de deuda, de remisión de utilidades, pero además para sostener el ahorro y el consumo que requiere la economía cuando crece.

Como lo demuestran los datos del INDEC, en toda la historia argentina hay un superávit comercial salvo durante los años noventa, justamente los años de Convertibilidad (1991-2001), lo más cercano que vivimos a una dolarización. Eso es porque el 1 a 1 hacía perder competitividad a la industria local, con lo cual se abarataba las importaciones y complicaba las exportaciones.

 

Esa fue la explicación principal por el incremento del desempleo a 2 dígitos durante esos años: la paz inflacionaria era una paz de cementerio, sin industria y sin empleo. La dolarización apunta al mismo efecto, ya que en ese mismo modelo de convertibilidad donde se mandaban a los científicos a lavar los platos, la mejora de competitividad tampoco podía provenir por el lado de la ciencia y la tecnología incorporada a la industria nacional.

Es decir que la dolarización ampliaría todos los problemas: la deuda sería mucho mayor a la actual y requeriría un ingreso continuo), la perdida de competitividad haría que caigan las exportaciones, y a esos saldos negativos se deberán agregar los de turismo, remesas de utilidad, ahorros de los argentinos y la importación de dólares billetes para el normal funcionamiento de la economía.

El contraargumento de los libertarios es que la deuda es para invertir en una infraestructura que va a mejorar todo el sistema, que es el dinero. Que a partir de ahí la confianza hará que mejorarán las inversiones y las exportaciones. La “confianza” es una palabra que utilizan los economistas cuando ya no tienen argumentos, es algo así como “el milagro” que logra explicarlo todo.

Dolarizar es pataconizar el país

Toda economía requiere de dinero para poder funcionar, y más cuando uno se encuentra en recesión. Para eso sirve la política monetaria y cambiaria: para darle aire cuando las condiciones internas o externas son adversas. La dolarización elimina herramientas que pueden ser útiles para shocks internos o externos. Por ejemplo, si Estados Unidos sube la tasa de interés porque tiene inflación, significará que nosotros entraremos en recesión aunque no tengamos inflación. Si Estados Unidos aprecia su tipo de cambio perdiendo asi competitividad industrial, significará que nosotros también perderemos competitividad.

Lo que suele pasar en los países dolarizados es que no circulan los dólares, sino que circulan cuasi-monedas alternativas (los “dólares ecuatorianos” por ejemplo) de forma similar a lo que ocurrió en Argentina en 2001. Es muy probable que la dolarización termine en una inundación de Patacones y cuasimonedas de la misma forma que circulan en otros países dolarizados, dado que la economía no puede vivir sin circulante.

Dolarizar es atar la economía a EEUU

Existen teorías de las “áreas monetarias óptimas” para una moneda. Según estas, se puede usar la misma moneda si se trata de países similares, con problemas parecidos y vulnerabilidades semejantes.
No quedan dudas de que la economía argentina es muy diferente en tamaño y vulnerabilidad que la de los EEUU.
Esto podría ser mitigado si  EEUU decide ser “solidario” con Argentina y apoyar y prestar sistemáticamente a nuestro país con bajas exigencias.
Sin embargo, resuena la frase del ex secretario del Tesoro de EEUU, Paul O’Neill, que en 2001 dijo que no había que prestarle a Argentina “para que siga consumiendo el dinero de los plomeros y carpinteros estadounidenses”.

Antecedentes

Los antecedentes que existen de dolarización son de países chicos (El Salvador, Panamá, Ecuador) que viven de remesas de inmigrantes (a veces estas son más relevantes que sus principales productos de exportaciones) en los cuales hay pobreza estructural muy elevada, lo que permite que no haya ahorro para fugar.

El contraargumento de los libertarios suele ser la zona euro, que para ellos es un antecedente exitoso de moneda supranacional. En verdad la zona euro es un proceso inverso: es un proceso de desdolarización de Europa, que desde los años cincuenta venía proyectando la realización de sus intercambios en una moneda propia (la Unión Europea de Pagos). La comparación con la zona euro no es con el dólar, sino que sería más bien como si el MERCOSUR tuviera moneda propia.

De todas  formas es preciso mencionar que dentro de la zona euro, los países del sur (Italia, España) tuvieron procesos muy similares a lo que Argentina sufrió durante la convertibilidad y lo que sufriría durante la dolarización: endeudamiento, destrucción del aparato productivo, desempleo de dos dígitos, incluso inflación en dólares! Y todo sin tener la ayuda del Banco Central Europeo ni sus numerosos subsidios.

No hay que dolarizar: hay que recuperar la moneda

Los sectores que ponderan la dolarización de Milei están requiriendo estabilidad, no los riesgos asociados a la dolarización.
Esto se puede lograr con una política de estabilización que incorpore un conjunto de políticas:
- Generación de divisas a través de la exportación de combustibles, minería, litio, agroalimentos, industrias del conocimiento y sectores salud, nuclear, aeroespacial, biotecnológico y de maquinaria agrícola, entre otros.
- Recuperar el superávit primario por crecimiento y recaudación progresiva, con el fin de reducir gradualmente la masa de pesos, deuda local y Leliqs.
- Un acuerdo social que alinee tipo de cambio, tarifas, tasa de interés, precios y salarios.
- El desacople de precios internacionales en los alimentos.
- Fiscalización de la Secretaría de Comercio ante desabastecimiento o incumplimiento.
 
Conclusion
●La dolarización no soluciona los problemas sino que los agudiza
●Requiere de más deuda para financiar más fuga.
●Se irá pataconizando el país. Lejos de circular el dólar, este seguirá escaseando y el gobierno deberá habilitar una cuasimoneda para las transacciones normales de la economía
●Se agudizará la restricción externa ya que a los problemas actuales se le sumarán los de conseguir dólares continuamente
●Se agudizarán los problemas para las pymes y crecerán los problemas de desempleo y malempleo, como durante la Convertibilidad.

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