El pasado viernes 4 de noviembre, una masiva movilización docente evitó que las comisiones de educación y legislación laboral de la legislatura porteña trataran el proyecto de eliminación de las juntas de clasificación y disciplina que impulsa el macrismo. El equipo del Observatorio Nuestroamericano de Políticas Educativas dialogó con un grupo de maestros, quienes explicaron los motivos por los que adhirieron al paro y la movilización, aún frente a las amenazas de descuento de los días no trabajados por parte del ejecutivo porteño. Compartimos las opiniones, inquietudes y emociones de los verdaderos protagonistas de un conflicto que parece profundizarse en la Ciudad.

Era una mañana un poco nublada. El centro porteño se llenaba de autos, humo, gente. La cita era en Chacabuco y Av. De Mayo, a las nueve y media. Mientras muchos llegaban, los legisladores se alistaban para la reunión del día y alguna que otra persona preguntaba de qué era la movilización.  Cerca de las diez, banderas en alto, de todos los colores, los bombos listos y los cordones humanos preparados, comenzaron a marchar tras el camión del sonido que coreaba “La educación del pueblo no se vende, se defiende”. Eran trabajadores y trabajadoras de la educación, como dijeron Viviana y Telma de UTE, quienes estaban reclamando por la no aprobación del proyecto de ley del macrismo.

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Sergio, docente en una escuela primaria del barrio de La Boca, nos explicó que, desde su perspectiva, el conflicto actual no involucra solamente a los gremios docentes: “Nosotros somos obreros. Cuando tocan a cualquier obrero y tocan los derechos laborales, todos los trabajadores deberíamos estar unidos”. Respecto de su oposición al proyecto de eliminación de las juntas docentes, su perspectiva fue explicitada claramente: “Si los pibes tienen maestros que van a ser elegidos a dedo, es para desconfiar. Un maestro tiene que estudiar para ser docente, no puede ser elegido a dedo. Nosotros tenemos que ayudar a los chicos a pensar libremente, un docente elegido a dedo por el ministerio sólo les puede bajar ideología a los pibes y sabemos cuál es la ideología de este gobierno”. Nos contó también cómo se sentía en el marco de la movilización masiva que estaba viviendo: “Si te digo que siento alegría te miento y si te digo que siento tristeza te miento también. Estoy donde tengo que estar. Es una obligación defender nuestros derechos”.  En cuanto al tratamiento del proyecto en la legislatura, fue enfático: “La verdad, da pena que gente que nos representa, porque se supone que son representantes de todo el  pueblo, salgan con estas cosas. Es increíble”.

Viviana y Telma afirmaban que el proyecto del macrismo atenta contra los derechos de los trabajadores docentes: “Este es otro paso más a seguir para cortar las posibilidades de elegir de los propios trabajadores (…) venimos desde hace años defendiendo lo que Macri nos quiere quitar (…) este proyecto se mete con la participación docente en la toma de decisiones, este es el comienzo, seguramente se vengan más cosas”. Cuando les preguntamos sobre qué sentían en ese día, apelando a que nos cuenten sus sentires y emociones, nos dijeron: “Estamos orgullosas, el docente se está defendiendo. Nosotros tenemos otros ideales, intereses superiores a lo económico y el macrismo siempre nos amenaza con lo económico”. Comentarios similares nos hizo Carolina de educación no formal, quien afirmaba: “Yo soy de artística y Macri empezó por esto, pero va a seguir...ahora viene por todos los docentes...este proyecto forma parte de una visión política del gobierno de la Ciudad. No puede ser que quiera imponer a dedo lo que fue construido durante años”.

Dos estudiantes del Instituto Superior del Profesorado de Educación Inicial Sara Eccleston, Antonella y Laura, nos decían que este proyecto retrocede con todo lo logrado en educación y que consideran que es necesario seguir adelante con los reclamos porque la educación es para todos y por ello, afecta a toda la comunidad educativa. Con alegría y mucho entusiasmo, una de ellas nos dijo: “Tengo la piel de gallina, es de los primeros reclamos en donde nos sentimos parte”.

Carolina estaba sentada en un escalón lindero a la movilización frente a la Legislatura porteña. Su bandera violeta indicaba su pertenencia a otro sindicato presente en la marcha, Ademys. Estaba sentada con una compañera a su lado. Cuando nos acercamos y empezamos a dialogar, sus ojos se empezaban a emocionar cada vez que su relato avanzaba. Nos decía lo siguiente: “Este reclamo tiene que ver con la educación para todos, con construcción de ciudadanía, por eso afecta a toda la comunidad. Gente que nunca vino está acá, hay gente que se jubila ahora y sin embargo está acá. El plan (haciendo alusión al plan de lucha docente) tiene que ver con el día de mañana, con la educación pública para todos, para que no se quede nadie afuera. Estoy emocionada...por la unión de todos los gremios”.

De pronto y en la voz de quienes conducían el acto desde el escenario, en la esquina de la Legislatura, se escuchó: “nos informan que la sesión se ha levantado”. Papelitos empezaron a volar por el aire, los docentes se abrazaban, algunos lloraban, los cantos volvieron a la escena y la alegría brotaba entre los bombos y los aplausos. Eduardo López, secretario general de UTE dijo, casi al terminar el acto: “Cuando nuestros hijos nos pregunten qué hicimos durante el gobierno de Macri, les diremos que durante su gobierno luchamos, resistimos, y soñamos”.

La lucha de toda la comunidad educativa continúa con una nueva movilización el martes 8 de noviembre a la 14 hs. en Chacabuco y Av. de Mayo ante una nueva reunión en la Legislatura para tratar el proyecto de ley macrista.

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Fuente imágen: www.ute.org.ar