Izquierda latinoamericana: historia y presente (a propósito del triunfo del FMLN)
El triunfo del FMLN en las recientes elecciones presidenciales en El Salvador es la confirmación de un proceso histórico que tiene como expresión actual el protagonismo del socialismo en el continente. Entendido este como un movimiento social, político y cultural plural cuyo objetivo es la descolonización del pensamiento, la ruptura de la dependencia política y la búsqueda de un desarrollo propio con perspectivas no capitalistas.
El triunfo de la casi totalidad de fuerzas políticas de izquierda en el continente que abarcan un rico abanico de organizaciones viejas y de reciente conformación y los gobiernos de este signo que desde hace varios años vienen consolidando una lenta transición tiene una profunda raíz histórica naturalmente.
La lucha por la liberación política del centro dominador, la ardua tarea por la libertad del pensamiento y de autonomía política tiene ya, desde que diera sus primeros pasos, más de un siglo de permanentes batallas. No es casual que una izquierda madura y heterogénea, que debe lidiar con grandes condicionamientos sociales se haya transformado en una fuerza verdaderamente popular a partir del apoyo creciente de amplios sectores sociales. La historia de Latinoamérica es una rica cantera de luchas por consolidar las identidades nacionales, por la búsqueda de un lugar en un mundo cada vez más interdependiente, por alcanzar un desarrollo sostenido con igualdad y justicia, por liberarse de las taras culturales producto del proceso colonizador y por la unidad fraterna de todas las naciones hermanas.
En cada una de estas cuestiones se han dado pasos de gigante en este corto período que comprende las gestiones de la izquierda americana en los albores del siglo XXI. La historia habla hoy y sus voces pueden remontarse al mismo proceso independizador. Pero ya en el siglo XX José Carlos Mariátegui, Farabundo Marti, Antonio García Nossa, Salvador Allende, Marcelo Quiroga Santa Cruz y Vivian Trías fueron voces que hoy se vuelven audibles claramente y vienen a aportar junto a las expresiones actuales del pensamiento latinoamericano, cuya una de sus más poderosas miradas sea acaso la del vicepresidente boliviano, Antonio García Linera, en este presente cargado de esperanza y compromiso sin claudicaciones.
Esta realidad es consecuencia de una historia rica en acontecimientos, llena de episodios significativos, que tejieron procesos de resistencia, de lucha sin cuartel y de construcciones sociales de largo aliento. El triunfo del FMLN no puede comprenderse sin estudiar la situación armada de principios de la década de 1980, pero mucho menos sin las rebeliones masivas de 1930. La historia no solo no finalizó como lo predijo un efímero gurú del capitalismo liberal sino que ha demostrado que como topo esta más viva que nunca.
El devenir de la historia parece decir: ¡Ahora si Latinoamérica, lento pero seguro!
Julio Fornelli
Invest. CCC
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