unnamed2-731x1024.jpg

SAN MARTÍN CARTONERO nos increpa: La independencia se construye en la calle y nos involucra a todos. Nos invita a disputar el sentido con que la historia cristalizó su figura en bronces y marquesinas para alertarnos que la gloria no se alcanza sino en la lucha diaria por la emancipación, y que decir pueblo es hablar del movimentismo social de la América profunda. En plena crisis neoliberal ya no hay cordilleras ni caballo blanco que valga, San Martín sale con su carro a cartonear desde abajo y cruza los Andes de basura de la calle Corrientes frente a su teatro cerrado.
SAN MARTÍN CARTONERO agita nuestros imaginarios trenzando en cuero pelado las ideas de emancipación y libertad, y nos advierte: No son un slogan vacío ni meras abstracciones, los clamores de independencia multiplican potencias que se defienden a muerte. No atenderlas a tiempo hace que regurgitemos nuestra historia cíclicamente, a punto que nos convenzan de merecernos este espantoso presente.
SAN MARTÍN CARTONERO grita desde la cumbre de los basurales: La independencia será cuando AMÉRICA sea una, y ya no un manojo de patrias chicas separadas.
SAN MARTÍN CARTONERO pregunta: ¿qué entendemos por independencia, qué por emancipación?, e invita a apagar la TV para salir a ocupar calles, esquinas y plazas, reuniéndonos en asambleas, ocupando fábricas, compartiendo nuestros saberes y riquezas. Fué así como hace 2 siglos inició su aventurada gesta reuniendo 5000 hombres que tras cruzar la cordillera liberaron Sudamérica. No demos la espalda a la historia, hagámosla nuestra, que lo demás no importa nada.