“HISTORIAS CLÍNICAS”, ni más ni menos. Por Maria Laura Rosa | Centro Cultural de la Cooperación

“HISTORIAS CLÍNICAS”, ni más ni menos. Por Maria Laura Rosa

06/10/2014

En la obra de la artista Claudia Contreras se entrecruzan varios hilos de memoria que entretejen los temas y las técnicas con las que ella trabaja. Quizás uno de los recuerdos más fuertes que aparecen en su obra y que tiene que ver con su propia historia, es la presencia de su madre y su abuela cosiendo, ya que ambas eran modistas. Este hecho la llevó a dedicarse al arte textil o a aludir a él en sus acuarelas –citando directamente a los manuales de costura- o en sus video-animaciones – jugando con los ojales y los pespuntes-.

Un hilo que atraviesa la obra de Contreras es su análisis sobre los hechos acaecidos durante la última dictadura militar argentina, el sufrimiento social y las huellas de esta situación en el presente cotidiano.

Finalmente, otro hilo fundamental que va armando la trama y la urdimbre de su recorrido artístico es el que reflexiona sobre el pasado reciente de nuestro país, aludiendo a la desmaterialización que comienza a sufrir nuestra sociedad bajo las dos presidencias del Dr. Carlos Saúl Menem (1989-1999) y que fueron determinantes para los posteriores hechos de violencia y de hambre que la Argentina vivió a principios del nuevo milenio.

Fue en el año 1997 –momento del asesinato del reportero gráfico y fotógrafo José Luis Cabezas- en que Claudia Contreras comenzó una larga serie de acuarelas, Historias Clínicas, por las que irá representando las enfermedades crónicas de nuestro país. Tomando la geografía como un cuerpo que sufre dolencias tumorales, anomalías y derrames, Contreras habló de las repeticiones trágicas de aquella década del 90: desembarco de políticas neoliberales que estaban reafirmando violentamente la brecha entre ricos y pobres; violencia, atentados, indultos a jerarcas militares, entre otros hechos dolorosos. La serie fue pocas veces exhibida. La artista muestra en el CCC una gran variedad de trabajos que integraron a las Historias Clínicas.

En el año 2001 inició las Acuarelas del Delta, en las que continúa trabajando. Aquí vuelve a tomar a la cartografía como elemento de reflexión aunque esta vez los mapas sangran. La artista elige al Delta del Paraná en alusión a los vuelos de la muerte, aquellos lanzamientos desde el aire de cuerpos de personas secuestradas bajo la última dictadura militar argentina. Mientras el agua se vuelve sangre, la tierra sufre de hemorragias constantes. Es el caso de Ciudad sumergida, realizada en mayo de 2001, donde la Capital Federal aparece hundida en ríos de sangre y las sectorizaciones señalan: mapa de situación, territorios sumergidos, territorios insumisos, entre otras marcas de lugar que anuncian lo que sucederá. La demarcación del territorio está delineada por pespuntes que dejan a la vista los puntos de una piel que se desgarra. La artista juega con los trozos de telas que como parches, marcan territorios descosidos, sin puntadas reparadoras.

En 2005 Contreras creó una serie de acuarelas y dibujos que formaron parte de sus animaciones, a los que denominó Ni más ni menos. Tanto el título como la temática aludían a una serie de cuentas que nunca cierran en nuestra vida cotidiana. La artista hablaba así de las responsabilidades individuales y sociales ante sistemas que, aunque democráticos, sostenían y sostienen economías crueles, a la vez que naturalizan formas de violencia de manera constante. Así Contreras expresa: “Este es un proyecto en el cual la idea de utilizar operaciones matemáticas -sumar, restar, multiplicar, dividir o potenciar- son punto de partida, o sea, elementos simples que mediante una operación matemática producen resultados complejos.”

Si bien toda la obra de Contreras está marcada por la estética de los manuales escolares con los que estudió en su infancia, ya sea desde la tipografía que emplea hasta las indicaciones que cita, en esta serie parte de las cartillas pedagógicas y de los elementos escolares para dar voz a nociones básicas -sumar / restar, arriba / abajo, cerca / lejos- y así alcanzar asociaciones y correspondencias del ámbito de lo binario. Espectadoras y espectadores iniciamos un recorrido que va de lo inocente a lo perverso, de lo simple a lo complejo.

A través de las obras de Claudia Contreras recorremos una trama de hilos que forman nuestros caminos en la historia reciente argentina, en donde se tejen la historia nacional, la memoria personal y el presente social.

María Laura Rosa

Asociación Argentina de Críticos de Arte

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