90 Abriles de La Fede | Centro Cultural de la Cooperación

90 Abriles de La Fede

Autor/es: Alejandro Forni

Sección: Invitado

Edición: 12

Palabras clave: Comunismo, Juventud, Política, Partido
Español:

Corrían los primeros 20 años del siglo XX en nuestro país y una creciente participación de jóvenes obreros, inmigrantes y pobres hacía tambalear el sistema político represivo argentino.
Se agudizaban las tensiones, crecían las luchas y se agravaban las contradicciones en los partidos que no daban respuesta a las demandas de sus afiliados y simpatizantes.
Así fueron surgiendo pequeños agrupamientos que cuestionaron la falta de opción por programas de cambios revolucionarios en la sociedad y comenzó una nueva etapa en que las organizaciones políticas inspiradas en el primer estado proletario libre del mundo, pondrían en crisis las indefiniciones de las estructuras políticas existentes.
Se iniciaba así el proceso que desembocaría en la consolidación del Partido Comunista y su destacamento de jóvenes revolucionarios, al que luego sucesivas generaciones denominarían “La Fede”.


90 Abriles de La Fede

Gobernaba la nación Hipólito Irigoyen, Einstein recibía el Premio Nobel de Física, Irlanda se independizaba del Reino Unido de Gran Bretaña, el príncipe Hirohito se hacía cargo de la regencia del Japón y anunciaba el surgimiento de un sistema político racista y represivo que marcaría la historia de la humanidad. Nacía Paulo Freire, quien dedicaría toda su vida a la lucha por la alfabetización y descolonización cultural de nuestros pueblos, en las estancias patagónicas el ejército argentino fusilaba a 1500 obreros que se rebelaron contra la opresión de los oligarcas enrolados en la Sociedad Rural, Julieta Lanteri daba testimonio de las luchas por los derechos de las mujeres y llevaba adelante una simulación del voto femenino en las calles de Buenos Aires, en Alemania liberaban al asesino de Rosa Luxemburgo, revolucionaria brillante y líder del movimiento proletario alemán, en la URSS se creaba el Gosplán para la planificación de la economía soviética y en EEUU los republicanos llegaban al gobierno iniciando una campaña de segregación contra los inmigrantes, preludio de la gran depresión en ese país.

Corrían los primeros 20 años del siglo XX en nuestro país y una creciente participación de jóvenes obreros, inmigrantes y pobres hacía tambalear el sistema político represivo argentino.

Se agudizaban las tensiones, crecían las luchas y se agravaban las contradicciones en los partidos que no daban respuesta a las demandas de sus afiliados y simpatizantes.

Así fueron surgiendo pequeños agrupamientos que cuestionaron la falta de opción por programas de cambios revolucionarios en la sociedad y comenzó una nueva etapa en que las organizaciones políticas inspiradas en el primer estado proletario libre del mundo, pondrían en crisis las indefiniciones de las estructuras políticas existentes.

Se iniciaba así el proceso que desembocaría en la consolidación del Partido Comunista y su destacamento de jóvenes revolucionarios, al que luego sucesivas generaciones denominarían “La Fede”.

90 años de la fundación de la Federación Juvenil Comunista

En funciones desde los primeros años del siglo XX y con un hito fundacional marcado, el 12 de abril de 1921, La Fede ha sido a lo largo de toda su historia, a decir de connotados referentes de nuestro pueblo, una escuela fundamental para la formación de cuadros políticos en la Argentina.

Su mística internacionalista y el ejercicio de la solidaridad han trazado a lo largo de su historia líneas de trabajo e influencia en la juventud que llevan esa impronta político ideológico más allá incluso del importantísimo rol como “escuela de cuadros”.

Por ella han pasado decenas de miles de jóvenes hasta hoy. Que aportaron en casi un siglo de su existencia al carácter internacionalista y patriótico de nuestra organización.

Referente indiscutida junto al Partido de la cultura revolucionaria e integrante destacada del movimiento comunista internacional, es un actor privilegiado de los cambios políticos y sociales de toda una etapa marcada por la modernidad.

Ya en 1918 los jóvenes comunistas protagonizaron la histórica Reforma Universitaria y aportaron junto a socialistas y anarquistas a la creación de los primeros sindicatos obreros.

Se enfrenta al golpe del 43 y es un gran momento de crecimiento de La Fede, en 1955 el golpe fascista contra Perón también moviliza a los comunistas que llaman a resistir cuando se desata una feroz represión contra el pueblo.

En el año 1958 su impronta queda grabada para siempre en luchas, como la llevada adelante por la educación Laica y Libre contra los intentos del gobierno por abrirle camino a las universidades privadas. Este hecho y las movilizaciones estudiantiles desembocaron 2 años más tarde en la declaración del estado de conmoción interior que persiguió y encarceló a decenas de jóvenes comunistas que lideraban las luchas.

Otros hechos de gran significación fueron los del enfrentamiento a la “ley de persecución de actividades comunistas” pensada y llevada adelante para frenar el proceso de crecimiento e influencia de los comunistas en el movimiento social.

Llegamos a la década del 60, los jóvenes se movilizan contra la dictadura y los comunistas trabajan intensamente para hacer caer a la dictadura, en junio de 1966 se produce “la noche los de los bastones largos”. Se impulsan cátedras libres en todo el país como forma de resistir la afrenta de la dictadura.

El 1968 un sector la CGT impulsa la rebelión contra los golpistas, el sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba es el lugar donde los jóvenes comunistas encabezados por Alberto Cafarati se encuentran junto al líder sindical Agustín Tosco y articulan con sectores sindicales y la Federación Universitaria de Córdoba un gran espacio de unidad que tiene el volumen suficiente para impulsar “El Cordobazo”, la rebelión más trascendente de la que existan antecedentes, cuyo ejemplo se traslada a todo el país.

Siguen años de gran trabajo y crecimiento de la participación juvenil en nuestro país. Se destaca por su movilización y radicalidad política la Coordinadora Nacional de las Juventudes Políticas, que irrumpe en la escena en el año 1973 a propósito de la movilización en repudio al golpe de Pinochet en Chile contra el gobierno de la Unidad Popular.

En 1976 se desata el golpe de estado genocida como respuesta al avance de las fuerzas populares en nuestro país, las dictaduras del continente se articulan con el Plan Cóndor dirigido por los EEUU, a través del cual se persigue, encarcela, tortura y desaparece particularmente a los jóvenes obreros y estudiantes, entre ellos miles de comunistas y peronistas.

Al calor e influjo que representa la revolución cubana en nuestro continente se desatan las luchas en Centroamérica, y a fines de los 70 y comienzos de los 80 se inicia una nueva página de solidaridad internacional de la FJC, que moviliza a centenares de jóvenes revolucionarios que viajan a Nicaragua y El Salvador a apoyar las luchas y trabajar en la consolidación de los procesos de cambios en esa región. De ahí surgen las brigadas del café a Nicaragua y las que se fueron a otros lugares a llevar la solidaridad efectiva. La vida de nuestro querido Marcelo Feito1 es una prueba nítida de que el espíritu internacionalista es un dato constitutivo desde su fundación de la Federación Juvenil Comunista.

Sobre la Fede no dejan de escribirse textos, libros, ensayos y para una parte importante de los cuadros políticos de nuestro país no deja de ser una carta calificada de presentación su paso por nuestra organización.

Su trabajo en la solidaridad a través de la promoción del brigadismo internacionalista le ha valido un importantísimo rol en el movimiento antiimperialista a nivel internacional que llega a nuestros días. Parte integrante de la Federación Mundial de las Juventudes Democráticas, desde donde lleva adelante su trabajo y ha sido testigo en estos últimos años de todos y cada uno de los procesos de cambio surgidos en nuestro continente.

Quizás aporte a conocer su verdadero volumen político, el recurrente intento por deslegitimarla, estigmatizarla y condenarla al que recurren todo el tiempo las derechas en Argentina.

Decimos entonces que a 90 años de su fundación la juventud sigue dando que hablar, en los juicios contra la dictadura, como el llevado adelante por la desaparición y asesinato de nuestro compañero Floreal Avellaneda. En la solidaridad internacional entre los pueblos y en las luchas por las reformas económicas, políticas y sociales de nuestro país.

Sabemos que este nuevo momento de participación de los jóvenes abre la posibilidad de fijarnos nuevos desafíos.

La Fede, marca indiscutida de la cultura de la rebeldía, late crece y se organiza para que los miles que se vinculan por primera vez al debate sobre una sociedad más justa encuentren en ella el lugar por donde transitar el necesario aprendizaje que posibilita la práctica política.

Florecerán mil flores en estos 90 Abriles

Por todo lo dicho, y a propósito de nuestro 90 aniversario, los jóvenes comunistas afirmamos que la redefinición del escenario político que acerca a los jóvenes a la escena pública está signado por el cambio de época en nuestro continente. Atrás quedaron las relaciones carnales con los EEUU y la idea de que la Argentina tiene que ser de ese mismo palo.

El debate que llevan adelante los pueblos de Venezuela, Ecuador y Bolivia desde la perspectiva del Socialismo del Siglo XXI junto a la integración latinoamericana y la lucha contra las derechas en nuestros países han favorecido una mirada más clara para los jóvenes sobre los desafíos y peligros del proceso.

En nuestro país, el tramo que une la lucha por la resolución 125 con la ley de medios aceleró el interés y la participación de la juventud que pudo ver con mayor nitidez a los verdaderos responsables de las crisis, los grupos económicos concentrados y los monopolios.

Es muy importante saber que sobre esta nueva situación de la que todos hablan, trabajan contrarreloj todos los proyectos políticos. Los que aspiran a representar los intereses de nuestro pueblo y los otros.

No podemos afirmar cuál será el derrotero que perseguirá la juventud que ha irrumpido en la escena política. Mucho menos, si serán los proyectos progresistas y de izquierda quienes mejor interpretarán este momento.

Si sabemos que tenemos una oportunidad, debemos estamos dispuestos a trabajar intensamente para que se fortalezca el proceso de los cambios y las transformaciones populares que nuestro pueblo necesita.

Si el mensaje de miles de jóvenes es que están dispuestos a no permitir que se vuelva atrás, decimos que tienen razón, que estamos de acuerdo y que vamos a luchar para que eso nunca suceda.

Sabemos que todavía falta mucho por hacer, lo conquistado todavía no es suficiente. Se trata entonces de organizar a todos esos jóvenes para ir por más y ser protagonistas de los cambios estructurales que deben realizarse para dejar definitivamente atrás el modelo neoliberal.

Desde la perspectiva de organizar a los jóvenes con una propuesta programática todavía inconclusa, se puede lograr involucrarlos definitivamente en las luchas por los cambios.

Nos alegramos por este gran momento de la juventud Argentina y ratificamos nuestro deseo de seguir construyendo un país con plenos derechos para los jóvenes y nuestro pueblo, alzamos las copas y brindamos por nuestros compañeros, por el Che, Jorge Calvo, Marcelo Feito, Héctor Méndez, Teresa Israel, Graciela Pane, Chilo Zaragoza, Watu Cilleruelo, Floreal “negrito” Avellaneda y por nuestros 30.000.

Vivan los 90 Abriles de la Federación Juvenil Comunista Argentina.

Por otros 90 Abriles Haciendo Revolución.


1 Marcelo Feito fue un joven comunista que participó en las Brigadas del Café a Nicaragua y cayó como combatiente del FMLN, donde se lo conoció como Teniente Rodolfo, en la guerra popular salvadoreña, en 1987.

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