Un payaso ha muerto. Notas sobre Corteo, Cirque du Soleil | Centro Cultural de la Cooperación

Un payaso ha muerto. Notas sobre Corteo, Cirque du Soleil

Autor/es: Ezequiel Obregón

Sección: Palos y Piedras

Edición: 21


Corteo es el quinto espectáculo del Cirque du Soleil que se presenta en Argentina. Cuenta, en esta oportunidad, con presentaciones en la Ciudad de Córdoba y en Vicente López, provincia de Buenos Aires. Este nuevo show invita al espectador a sumergirse en el mundo de un payaso que acaba de morir. Y lo hace mediante un cortejo fúnebre que sirve para repasar la vida de un hombre que destinó su vida a hacer reír. Palos y piedras accedió a un encuentro con dos integrantes del equipo artístico, quienes reflexionaron sobre el oficio del clown y el sentido antropológico del circo.

El circo, sabemos, es un espectáculo de larga data. El arte circense ha sabido transformarse, si bien su matriz se mantuvo más o menos intacta: cuadros con destreza física, números cómicos, y –cada vez menos, por fortuna– la aparición de animales entrenados para la ocasión.

El Cirque du Soleil es una compañía canadiense fundada en 1984 por Guy Laliberté, verdadero emporio del entretenimiento que fluctúa entre el cálculo económico y el rigor artístico. Asomarse a mundo del Cirque es presenciar la excelencia en cada rubro, y el acceso a sus butacas es un privilegio (las entradas van desde los 400 pesos hasta el cotizadísimo tapis rouge, de 1500). En la presentación que se hizo en Vicente López (lugar en donde se montará la gran carpa), varios periodistas accedieron a un diálogo con un par de atletas de excelencia, los clowns principales (entre los que sobresale un argentino, Victorino Luján), Bruce Mather (director artístico) y Patrick Flynn (manager de la compañía).

La idea de Corteo es paradójica: ¿cómo celebrar que alguien ha muerto? Para colmo, alguien vinculado inexorablemente a la risa. Paradójica, pero a la vez potente. Bajo la dirección de Daniele Finzi Pasca, la obra ofrece una colección de delicadísimas imágenes simbolistas que subyugan al espectador.

Consultado por la propuesta de Corteo, Mather comentó:

El espectáculo propone una invitación, más que una moraleja. Yo creo que Daniele quiso invitar al público a pensar de manera diferente en esos últimos momentos. Siempre se dice que antes de que termine tu vida hay como un cortometraje que pasa ante tus ojos. Pienso que él quiso hacer un espectáculo para que nos preguntemos “¿cómo sería mi propio cortometraje, quién estaría en esos últimos momentos, a quién he querido, con quiénes he tenido las relaciones más importantes de mi vida?” El espectáculo es Mauro, el payaso, cerrando los ojos y visitando todos los momentos más lindos de su vida.

El circo está emparentado con el ritual, por su estructura más o menos estable, pero al mismo tiempo porta un sentido antropológico. Allí, el hombre puede condensar sus anhelos de imaginación desbordante y de destreza. Dos cualidades que definen, en buena medida, el sentido del hombre en una comunidad. ¿Qué piensa sobre este aspecto?

Yo empecé mi aventura en el circo en el 2001, cuando vi Quidam. Antes de ver Quidam no sabía nada, ni del Cirque du Soleil ni del mundo circense. En estos años he tenido la oportunidad de conocer el circo en profundidad. Tú has dicho algo muy verdadero; el circo es un proyecto antropológico bajo muchos puntos de vista. Si nosotros miramos de dónde salió el circo, el concepto de circo, qué era el circo para las comunidades que visitaba, etc.; el circo jugaba un papel enorme, enorme. No podemos querer tener el mismo impacto como ha tenido el circo durante cientos de años, pero nos gustaría pensar que nosotros jugamos nuestro papel para mantener el ritual, esa forma de arte vivo.

En cuanto a los clowns, Mather nos brinda su punto de vista:

Mauro hace referencia a su madre en muchas partes del espectáculo. Mauro atraviesa su paso por la juventud, aparecen sus grandes amores, sus colaboradores de circo más importantes. Y en los últimos momentos hace referencia de nuevo a su mamá; está claro que su mamá está muy presente. Corteo busca ver la muerte desde otro punto de vista; no es accidental que sea la muerte de un payaso. Nosotros pensamos en una vida que puede ser completamente diferente a la nuestra, podemos imaginar la de un payaso, llena de alegría, de risas. ¿Quién mejor para enseñarnos lo que puede ser la muerte que un payaso? Más que desdramatizar, Corteo busca explorar la muerte desde otros ojos.

Según Flynn...

.La función de los clowns en este espectáculo es radicalmente diferente a los otros espectáculos, porque aquí los payasos son los protagonistas. En los otros espectáculos no lo son, son los que hacen un enlace de una escena a la otra para cambiar decorador, etc. Nuestro payaso no es el de la nariz roja y la cara pintada, es un payaso que habla de su vida. Los payasos aquí no vienen a hacer tonterías de 45 segundos. Ellos son los guías del espectáculo. Entendemos a dónde vamos por ellos, pero de una forma muy natural. (…) Corteo es un espectáculo basado en la realidad, en la emociones de las personas. Por eso hemos quitado el maquillaje blanco; esas caras tan bonitas pintadas. Pero no puedes ver el alma de una persona si lleva máscara. Aquí, llevan maquillaje pero no como máscara.

La estructura del Cirque permitió condensar las ideas esbozadas por los creadores con una producción ostentosa, barroca, capaz de hacer poesía en movimiento tanto en el suelo como en el aire. Pero no sólo se trata de una maquinaria fenomenal; los recursos humanos deben estar a la altura de las expectativas, sin traicionar la cercanía del clown con cada espectador.

Somos sesenta artistas más unos cuarenta técnicos, más cocineros, docentes, administradores, etc. En total son 140 personas las que viajan –retoma Mather–. El lenguaje mismo del circo es el que nos permite viajar por el mundo entero. Corteo depende mucho de la palabra, yo creo que más que cualquier otro. Y en el escenario los artistas van a utilizar mucho de su propio idioma, además del país en donde estamos. Mauro, por ejemplo, hablará casi todo en castellano. En Corteo es importante, porque queremos establecer una relación muy íntima entre el público y los personajes. Es importante también para que los espectadores entren en la mente de Mauro. Para entender Corteo, hay que soñar con él, seguir sus pasos durante dos horas –sintetiza Mather.

Otro rasgo característico de esta puesta es la ubicación del show en un marco identificable. Para Mather...

Corteo está ubicado en una época específica y en un lugar específico: Italia, a final de 1800. Hay personajes que son seres humanos en el escenario. Eso hace que sea mucho más fácil para el público relacionarse. También la estética del espectáculo es muy reconocible, no estamos en un bosque encantado, no estamos en una tierra barroca como en Alegría. Estamos en una situación muy humana. Presentamos el espectáculo en un escenario de 360 grados, y eso cambia totalmente la experiencia del público. Estamos más cerca, en un espacio más íntimo, no sentimos esa gran distancia desde el escenario. Finalmente, aunque hablemos de Corteo como una experiencia íntima con el público, es el espectáculo más grande y de mayor envergadura técnica que tenemos. Todo eso para permitirnos hacer dos espectáculos a la vez; uno es Corteo en la tierra y, al mismo tiempo, hay un espectáculo aéreo.

Como director, me imagino que es difícil mantener todas esas ideas que ha comentado cohesionándola con todas las áreas. ¿Hay un momento en el que logran un bosquejo del espectáculo y a partir de allí, mediante prueba y error, se decide qué es lo que va a quedar o ya tienen en mente una idea y tan sólo van hacia la búsqueda de los artistas?

Las dos cosas. La manera de trabajar de Daniele es bastante particular. Él quiso reunir a su gente y jugar. Daniele es una persona muy infantil en el sentido más puro de esa palabra. Él quiso jugar mucho con los artistas; hizo talleres y ejercicios. Y desde lo que ellos mismos hicieron, nacieron muchos momentos del espectáculo. Al mismo tiempo, nosotros tenemos ciertas ideas fijas sobre el tipo de personajes que queremos y los números acrobáticos que queremos representar. Entonces, tenemos de las dos cosas –sostuvo Mather ante nuestra consulta.

Flynn también se refirió al concepto del párrafo anterior, pero desde la perspectiva del manager: Yo hago la labor de Daniele porque él no puede, está de gira. La muerte es la raíz del espectáculo, el porqué del viaje del payaso Mauro. Lo que él hace es repasar en sus últimos momentos horas, minutos, segundos, su vida. En dos horas repasa su vida. Recuerda el humor, cosas extrañas que lo han sorprendido y, sobre todo, el amor en diferentes formas y la amistad. Porque el amor llega, es carnal, se puede tocar, pero la amistad no llega a esto y a veces es más fuerte que la carne.

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