Presentamos una nuevo vehículo de comunicación del CCC. Una propuesta pensada como un puente a la vez que una puerta abierta. Un puente porque intenta comunicar el universo interno que se desarrolla en nuestro Centro Cultural con el mundo simbólico general, campo de la batalla de ideas. Una puerta abierta porque propone una salida de la producción propia de los jóvenes becarios investigadores y creadores de nuestro seno, hacia ese espacio de ideas y debates del que nos sentimos partícipes; y a su vez propicia una entrada de aquellas producciones que, por afinidad, agudeza o impacto se suman generosas a esta verdadera madre de todas las batallas para combatir del lado del cambio social en contra de los privilegios; en contra también de conductas tendientes a la autosatisfacción, ya que de lo que se trata es de contribuir a la acumulación crítica de propuestas simbólicas y reales que concluya con la construcción de alternativa al sistema, a la suma de fuerzas sociales, culturales y políticas que se orienten a la transformación del actual orden capitalista.
La Revista del Centro Cultural de la Cooperación, en soporte digital, abordará la temática de las ciencias sociales, las artes y las letras y se constituye en un canal más de nuestra institución, una vía de encuentro de nuestras producciones con el afuera; de incorporación de las voces de intelectuales destacados en el compromiso social, cultural y político; en fin, una vía más de retroalimentación y difusión de nuestro pensamiento. Anhelamos con esta revista avanzar en la generación de una comunicación fluida, dinámica y flexible, que permita hacer llegar nuestras producciones, opiniones, preguntas y proposiciones en los debates que consideramos centrales de nuestra sociedad; no a modo de monólogo, sino en la búsqueda de establecer un diálogo fructífero con los sectores más dinámicos de nuestra sociedad. Un nuevo canal, decíamos, capaz de proyectar un imaginario popular y progresista, absolutamente identificado con los objetivos de este Centro Cultural y su vocación de intervenir (con nuestra voz) en el coro polifónico que, sumado y potenciado, es la voz plural del pueblo.
El CCC es un espacio cultural de formación, producción y difusión del pensamiento de izquierda. Y es en este sentido también que la Revista hace suyo uno de los puntos nodales de aquellos objetivos: la promoción de cuadros intelectuales de avanzada, portadores de un pensamiento crítico capaz de confrontar con las ideas y prácticas instaladas por las concepciones neoliberales. Consideremos que esto es posible sobre la base del sostenimiento de una vocación de amplitud y profundidad, de participación y pluralidad, fuertemente enlazada con los valores del cooperativismo y la solidaridad. Por eso el fundamento esencial del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini es impulsar, a través de diversas áreas y programas, la realización de trabajos de investigación, elaboración y reflexión relacionados con las problemáticas contemporáneas y las experiencias históricas, y analizar con espíritu crítico las agendas que instalan los medios de comunicación, el presente del sentido común. Es de este modo que la Revista del CCC, pretende, entre otras cosas, constituirse en una vía –al tiempo que un soporte- de intervención social y cultural, mediante la presentación de las investigaciones de nuestros propios becarios –sección que ocupa un lugar particularmente destacado de la Revista-, así como también de las opiniones y trabajos de personalidades del campo intelectual de la izquierda argentina, latinoamericana y mundial.
Hablamos, investigamos y escribimos no desde la neutralidad sino antes bien desde el compromiso, un compromiso anti capitalista, y anti imperialista, que nos halla inmersos en el proyecto de construcción de una tierra sin excluidos, de una Argentina auténticamente soberana y de una América latina digna y hermanada.
La caída del muro de Berlín, el anuncio imperativo del fin de las ideologías y, con ellas, el fin de la historia construían la imagen de una realidad uniforme y de un planeta conquistado por un puñado de poderosos. Durante esos años se instaló la idea de que había un único pensamiento y que éste era incuestionable. Que no había alternativas reales posibles. Han sido en nuestras sociedades los años noventa un tiempo de instalación del modelo neoliberal, de promoción del individualismo, y la competencia feroz, en contra de cualquier trabajo colectivo, o proyecto común.
Los nuevos dogmas culturales del capitalismo no sólo influyen en la conciencia de los pueblos, penetrando en cada casa de familia, tanto en los jóvenes como en los mayores; también condiciona la mirada de los sectores culturales, políticos y sociales de avanzada, influyendo en sus enfoques y tácticas. Desde esos dogmas, siembran a diario una cultura portadora de la idea de lo imposible. De la imposibilidad del cambio social y del carácter eterno e inmutable del sistema político y de los valores que rigen actualmente. Dicho de otro modo se intenta afirmar el mandato de que se debe actuar sólo en el límite de lo posible, estableciendo de esta forma un limitante sustancial para cualquier perspectiva que intente sobrepasar las fronteras concebidas por el poder. Sólo se puede agachar la cabeza y mirar hacia abajo, nunca erguirse y mirar hacia las estrellas.
También en el campo de las disciplinas sociales y artísticas se establecieron compartimentos infranqueables. En el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini hemos querido avanzar en la interdisciplinariedad. Ha sido uno de sus objetivos constitutivos vincular las ciencias sociales con actividades artístico-literarias y del espectáculo, con proyectos pedagógicos, experimentales y de investigación que potencien la tradición cultural latinoamericana.
Es también en este sentido que una de las secciones esenciales de la Revista del CCC es Palos y Piedras, continuidad de la versión gráfica dirigida por Jorge Dubatti y que ofrece una visión teórica y crítica del teatro, plural, rica en matices y en opciones, un análisis de la producción y puesta de la escena porteña, bonaerense, argentina y latinoamericana.
Esperamos poder reflejar en estas páginas también nuestra experiencia en las áreas artísticas, que consideramos cargadas de audacia y creatividad en su concepción. Sostenemos un enfoque integral sobre la formación de nuestros artistas, a partir de la construcción de varios factores: en primer lugar su formación artística en su respectiva disciplina apelando al máximo a la liberación del talento y creatividad de cada uno de ellos. Pero esa faceta básica tiene que complementarse con una formación ideológica que se materializa, entre otras cosas, con actividades de investigación. Se trata de potenciar el sentido artístico especial, con la función crítica como intelectual y una actividad política, comprometida con los problemas de su tiempo y sus hermanos.
Estamos orgullosos de esta botella al mar que hoy lanzamos esperanzados en su destino. Tendrá nuestra impronta, será producto del trabajo colectivo, llevará la identidad de todos los integrantes del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Como la rosa blanca de Martí será una flor para el amigo sincero y como la rosa blindada de Tuñón, le mostrará los dientes a los enemigos del pueblo.
