Bajo el sugerente título de Mitologías, traza una línea experimental donde fusiona teatro, fotografía y artes plásticas. Iniciada en 2010 y contando con el concurso de una decena de actrices, Marcu proyecta imágenes de diferentes cuadros donde, en incesante movimiento, estas interactúan con las formas y colores que interceptan sus cuerpos. En ningún caso hay un montaje posterior o modificaciones digitales. A partir de La gran ola, de Hokusai, sumó luego obras Tanguy, Dali, Trouille y pinturas de la India. “En el clima onírico creado por la puesta en escena, señala Marcu, surge para mí la oportunidad de captar aquellos instantes en los que se manifiestan los impulsos arcaicos y viscerales que las actrices rescatan desde su interior.” Lo inesperado reside en el cruce en que lo onírico da paso al Mito. “Así como un texto teatral cobra vida cuando el intérprete lo encarna, el mito se manifiesta cuando un cuerpo, un rostro, la luna o el mar, se convierten para el imaginario en la expresión indiscutible del relato mitológico”, concluye Marcu.