Pinturas y collages de Hugo Goldgel. Como una cartografía urbana la producción del artista aúna el palpitar de las paredes y sus múltiples voces, con el de su propia memoria interior, que es la del hombre acorralado de hoy, inmerso en el caos del mundo. “Una de mis primeras elecciones en un concurso de manchas en los 60, recuerda, fue un muro roto y descascarado.  Me encontré con mis visiones imaginarias, sólo me restaba tomarlas”. Un composé de trozos de publicidad gráfica con preguntas sin respuestas ni certezas más que las que la propia obra sugiere. O un dejar que hablen por sí mismas. “Pego algo en la hoja o la tela en blanco y disparo el proceso creativo, señala, dibujando y pintando con destino incierto e impredecible. Recurso técnico, lúdico y dramático a través del gesto por el que aflora la memoria. Pedacito por pedacito en la búsqueda de algún sentido”. El puzle es como un juego provocativo que desde lo temático y la potencia plástica conjuga su propio discurso, abierto al espectador.