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«Que vuelvan las ideas», el programa de radio del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, ya se emite por Radio Cooperativa AM 770.

El envío, que se puede escuchar de lunes a viernes en su nuevo horario vespertino de las 19, arrancó su segunda temporada en un año que promete un intenso debate político a raíz de las elecciones nacionales previstas para octubre. «Al ser un programa del Centro Cultural de la Cooperación, estamos siempre preocupados por el acontecimiento político. De hecho, el CCC es un centro político-cultural y esto implica elaborar un trabajo periodístico particular sobre la coyuntura. Desde lo que es el fenómeno político específicamente hasta los temas vinculados con el quehacer cultural», sostiene Juano Villafañe, director artístico del CCC Floreal Gorini y uno de los conductores de la tira, acerca de las perspectivas para 2011.

Audiencias activas

Ya con un equipo de trabajo periodístico consolidado y atendiendo a la intensa labor que se realiza desde los distintos departamentos de Artes y Ciencias Sociales del Centro Cultural, la apuesta de Que vuelvan… renueva sus aspiraciones. «El programa de radio es un eslabón, una canalización de toda la capacidad de producción del CCC. Y lo que tiene un año político es que ofrece la posibilidad de tener hechos y acontecimientos donde permanentemente el CCC puede mostrar su mirada sobre ellos. Plantear algo original, no sólo en el sentido de distinto o diferente, sino de originario en tanto creador de contenidos», explica Pablo Caruso, otro de los conductores de la emisión que también cuenta con Luis Pablo Giniger, productor general del ciclo, al frente de los micrófonos del programa. «Este año se trata de multiplicar aún más las voces que pasan por el programa, sobre todo las que tienen que ver con los investigadores más jóvenes del CCC, que aún no son conocidos o no son muy escuchados en los medios. No es un programa autorreferencial, ni para quienes piensan como nosotros. El programa tiene buena información y tiene opinión sobre la realidad. No pretende una falsa neutralidad sobre las cosas», añade Giniger.

«Siempre tuvimos como premisa adaptar todo lo que se decía al lenguaje radiofónico y reconocer que lo que se está haciendo es radio. Del otro lado hay audiencias que, lo primero que van a legitimar, es la radio como tal. Si no se identifican con lo que fueron a buscar, que es radio, se corre el riesgo de que todo lo que se pueda hacer de extraordinario, se pierda. Trabajamos pensando en no dejar a nadie afuera pero, al mismo tiempo, generar pertenencias en ámbitos culturales y políticos», asegura Caruso. Por su parte, agrega Villafañe sobre la experiencia con los oyentes: «No sólo como comunicador sino como escucha de radio que soy, me impresiona encontrar un oyente muy participativo que denota el estado del momento comunicacional en la Argentina. Es un oyente que interviene, actúa, y que, más allá del gesto habitual de “muy bueno el programa”, escucha y se involucra. Hay giros en los discursos de los oyentes que dan una indicación del estado de la comunicación en donde uno repercute y se generan experiencias sorprendentes».

Asimismo, y sobre el enfoque de la propuesta, sostiene Caruso: «No hay una construcción del programa en función de alguno de los integrantes que destaca su experiencia delante del micrófono o crea un personaje. Hay una producción colectiva que se expresa en dos o tres que salimos al aire. Pero hay un grupo de trabajo que se junta, piensa y razona y eso es lo que sale al aire». Además de la conducción, el equipo del programa se completa con los productores Alejandro Aymú y César Zubelet, Adrián Gargiulo en la coordinación de aire y ediciones especiales y los columnistas Carlos Heller, Juan Carlos Junio, Atilio Boron, Jorge Dubatti y Carlos Juárez Aldazábal que abordan distintas temáticas sociales, culturales, políticas y económicas.

El debate y la posterior implementación de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual abrieron –aunque todavía parcialmente– el espectro de los temas planteados por las agendas periodísticas hegemónicas. La aparición de nuevas voces dispuso un terreno en el que viejas cuestiones se reencuadraron en nuevos abordajes y miradas particulares para dar paso al tratamiento de temas invisibilizados. En ese contexto, Que vuelvan las ideas encuentra su punto de anclaje al discutir la mirada restringida del debate político-cultural persistente en el ámbito radiofónico. «Lo político-cultural no son sólo los comentarios de espectáculos. Pareciera como si la cultura pasara por aquello que derivaba de las bellas artes. Hoy, al impactar como lo han hecho los medios de comunicación y las industrias culturales con su consecuencia en la economía del país, la actividad político-cultural comienza a tener una mirada ya no sólo folclórica o tradicional sino mucho más moderna», analiza Juano Villafañe. Por su parte, Caruso resume: «El programa nunca dejó de mostrar lo cultural sin pensar lo político y viceversa. Desde una investigación, desde la literatura, la música o desde una disciplina visual, siempre se lo vinculó con el quehacer político cotidiano». «No hay que equivocarse –remata Villafañe–. Esto no es un enfoque centrado en cuestiones eruditas o superficialmente culturales.

El objetivo es que lo político-cultural se incluya en la vida cotidiana como sucede con la economía, la salud y otros temas».

Maximiliano Senkiw

ACCIÓN Nº 1073 – Primera quincena de mayo 2011

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